No es necesario ser vidente para percatarse que el país va en declive

No es necesario ser vidente para percatarse que el país va en declive

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1403   Mayo 6 del 2017

Mientras en Coahuila todos los candidatos a la gubernatura salvo Riquelme candidato de los Moreira y Peña Nieto,  su oferta es meter a la cárcel a los Moreira y que Riquelme se vaya al carajo, Osorio Chong y el presidente insisten en militarizar al país a falta de capacidad del gobierno para bajar los índices de violencia y corrupción. Le echan la culpa a los gobiernos estatales, cuando es claro que el gobierno federal sirve solo para maldita la cosa.

No es necesario ser vidente para percatarse que el país va en declive y que causa de ello es, que este gobierno –el de Peña Nieto- ha sido una nulidad, vano en ideas y acciones que rehabiliten las condiciones precarias en las que México y los mexicanos se encuentran. Por el contrario, la única salida y pretexto de Peña Nieto es que debemos todos, coordinarnos con sus acciones.

Lo anterior no lo digo yo, lo dicen la cifras de muertos, más  -150 mil-, los desaparecidos –más de 35 mil-, lo dicen las condiciones deplorables en las que se encuentra nuestro país en cuestiones de seguridad y de otros rubros en los que el gobierno de Peña Nieto ha demostrado y con creces, que no sabe gobernar, pero para robar y abusar de sus puestos, se pintan solos. También lo dice Don Jorge Carrillo Olea, un general y político mexicano que fue el fundador del Sistema de Inteligencia Nacional el CISEN, quien hoy 5 de mayo del 17, en su artículo en La Jornada dice entre otras cosas, que el gobierno federal está equivocado y es incapaz de hacer la tarea que le corresponde y por ello, sin tino ni moderación y con nada de inteligencia, pretenden dejar al ejército en las calles para hacer el trabajo que no les corresponde, violando flagrantemente la Constitución.

Cuando el que sabe habla como lo hace el general Carrillo Olea, nos ilustra con lo siguiente: “La amarga verdad es que el gobierno de Peña Nieto en su caída, se encuentra en un callejón sin salida y lo peor es que arrastra al país en su desplome. La guerra que Fox inició tímidamente, que formalizó Calderón con “triunfalismo”, ha resultado inmanejable para Peña Nieto. Heredó una guerra que como la de Viet Nam, está destinada a perderse, sin haber sido capaz de imaginar una alternativa. Mientras esto sucede nos encaminamos hacia un país no calculado y menos deseado, un país en declive”. ¿Qué se puede esperar de un gobierno como el de Peña  Nieto –esto lo digo yo- que se colude con los Moreira en lugar de sancionarlos y enderezar el rumbo en el que nos hundieron este par de sinvergüenzas, y que a pesar de ello, les permite poner de candidato al gobierno de Coahuila a un sirviente de ellos para que los encubra?

Prueba de la descomposición sociopolítica en Coahuila tolerada y prohijada por Peña Nieto se vio en un debate que más bien fue una exhibición de rateros. Los siete candidatos, unos peores que otros, no debatieron, se gastaron el tiempo en acusarse de sus raterías. Tres de ellos, son abiertamente cómplices de los Moreira y del sistema nefasto que enarbola Peña Nieto, me refiero a Javier Guerrero, al hijo de La Rata del Desierto y a Riquelme. Otro, el del PAN, fue acusado de sus fraudes perpetrados y de ser comparsa del PRI/PAN para sustituir a Rubén Moreira en caso de que Riquelme no gane la elección. Otros dos fueron de utilería, solo de relleno, y Guadiana el de MORENA se salva un poco y no por él ni por su comportamiento sino porque es representante de López Obrador el que no pacta con nadie. El tal debate fue una mentada de madre al ciudadano.

Regresando a lo dicho por el general Carrillo Olea, destaca lo siguiente: “Osorio Chong dice: La mejor justicia no es la que persigue y castiga los delitos, sino también la que atiende las causas para evitar que sucedan. Por eso seguiremos apostando a la prevención”. Si Osorio Chong tuviera razón sería válido preguntar cuáles son los resultados que se contradicen causando muertes de criminales y de inocentes y la destrucción de su patrimonio. Mientras el gran crimen, el llamado organizado y el crimen doloso van a la alza con registros no vistos antes”. Esto prueba que Peña Nieto en más de cuatro años de gobierno, por estar coludido con Los Moreira, con Javier Duarte y otros gobernadores rateros, descuidó irresponsablemente la seguridad nacional.

Peña Nieto y Osorio Chong han insistido que la solución está en que las autoridades estatales, municipales y la ciudadanía en su conjunto se coordinen para acabar con este flagelo. ¿Qué acaso no son las autoridades nuestros representantes? Además, como coordinarse con ellos, si mientras ellos dedican la mayor parte de su tiempo en robar, mentir y engañar, los ciudadanos solo nos dejan dos opciones: reclamar justicia por obvias razones, y a defendernos tanto de los maleantes como de nuestras autoridades, porque no hay a cual irle de dañinas. Este binomio nefando, las bandas de delincuentes y los malos gobernantes, son quienes han deshilachado el tejido social, generando violencia e inseguridad. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

Ah.pd@hotmail.com