El 4 de junio podremos ver que tanto pesó nuestra voluntad y deseo de expulsar a los Moreira
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1431 Mayo 29 del 2017
Al parecer no han sido lo suficientemente elocuentes las filípicas que miles de coahuilense le hemos lanzado al aire y por todos los medios de comunicación a los Moreira y a su sirviente Miguel Riquelme, como para debilitarlos al grado de verlos claramente expulsados de la cosa pública, ¿será porque no tenemos el ingenio de Demóstenes o porque otra vez nos ha salido el espíritu de la pusilanimidad? Lo ignoro pero ya lo veremos el próximo 4 de junio.
El 4 de junio podremos ver que tanto pesó nuestra voluntad y deseo de expulsar a los Moreira, o bien si fue nuestra pusilanimidad la que no nos permitió lograr el cambio tan anhelado por todos los que estamos hartos que nos mientan, engañen y roben. Solo faltan seis días.
Lo cierto es que los Moreira y su sirviente Riquelme más la ayuda que les proporcionan desde la propia presidencia Peña Nieto, han mantenido la balanza a favor de la continuidad del PRI en el gobierno de Coahuila. Por primera vez en la historia de Coahuila, el criterio de las mayorías se han constituido en una coincidencia abrumadora de rechazo al PRI, a los nefandos Moreira y a su servidumbre que pretende continuar durante otro sexenio hincándole la uña al erario y jodiendo a la ciudadanía en base a su ineptitud e inoperancia. Todos sabemos que los Moreira con esa rémora que llevan como sucesor –Riquelme- son unos pillos y que carecen de sus capacidades morales y de sapiencia para hacer política. No ignoramos que eran simplemente unos gañanes que escalaron hacia el poder con el impulso de Rogelio Montemayor, de Enrique Martínez, de Carlos Salinas y de quien se ostenta como presidente de México, porque confiaron en ellos ya que les vieron cualidades de pillos desamorados del país que los vio nacer. No veo otras causas.
Sin embargo y a pesar de esa enorme fortaleza que el PRI ha acumulado asiéndose de todo tipo de triquiñuelas, por primera vez en Coahuila se han topado con otra fuerza que los iguala, la de los ciudadanos que estamos hasta la madre de que nos roben y vejen. Llevan doce años el PRI y sus esbirros los Moreira saqueando las arcas del erario y perpetrando barbaridad y media, cosa que llevó al límite de la tolerancia a los ciudadanos, quienes solo hemos recibido de parte de ellos, desprecio, vejación y robos hasta el infinito, causas más que suficientes para enardecernos. Ellos lo saben y por lo mismo idearon una forma nueva para perpetuarse en el poder cuando menos otros seis años; una de estas formas fue la de haber lanzado una candidatura independiente con Javier Guerrero a la cabeza, porque tienen la certeza que Guerrero es tanto o más priista que los propios Moreira; han invertido en su precampaña y campaña, entre 30 y 40 millones de pesos y han utilizado y echado mano de todos los priistas locales, empezando por Heriberto Ramos, quien no ha tenido empacho en traicionar a sus conciudadanos con tal de conservar su coto de poder.
Las condiciones de poder de los Moreira se vieron paulatinamente mermadas por el rechazo que se ha generalizado, y por ello Carlos Salinas mandó al más conspicuo de sus esbirros, Carlos Rojas que siempre ha operado como un priista todo terreno, para que se encargara de dirigir la campaña de Javier Guerrero. Aún con Carlos Rojas y con esa inmensa cantidad de dinero invertida en su campaña, Guerrero no ha levantado y se encuentra entre el tercer y cuarto lugar entre los otros candidatos, entonces el PRI previendo la debacle, ya sumó a la campaña de Guerrero, a otro lobo priista disfrazado de oveja, me refiero al (Yimy) Jaime Martínez Veloz, otro todo terreno.
Y es que es demasiada la preocupación del PRI porque ve que de perder Coahuila y el estado de México, como está aconteciendo, en el 2018 van a perder irremediablemente la presidencia. Ya me imagino como se encuentran los jerarcas del PRI con solo pensar que van a ser desplazados al tercer o cuarto lugar en las preferencias del electorado. Ya les sucedió en el año 2000, cuando por sus malas artes, Vicente Fox les arrebató la presidencia, y no lo hizo por sus grandes dotes sino por el hartazgo de los mexicanos de verse zaheridos en sus más caros sentimientos y en sus bolsillos, porque gobernados por el PRI, solo han visto retroceder sus ingresos y que la justicia no les llegue, ya que el PRI ha sido absolutamente siempre, injusto con el pueblo.
Solo nos resta esperar al 4 de junio para ver si fueron suficientes las filípicas que se han lanzado en contra del partido tricolor, de Peña Nieto y de los Moreira, quienes en conjunto solo son una banda de maleantes que se han acostumbrados a vivir holgadamente sin trabajar, y a costa de los sectores más sensibles de nuestra sociedad, como lo son los más de 70 millones de pobres que pululan por todo lo ancho y largo del país, los que se han empobrecido y miserabilizado gracias a los salarios de hambre impuestos contra el pueblo precisamente para mantenerlos bajo el poder de la pandilla priista. Esperemos a ver que nos depara el 4 de junio, ahí sabremos la clase de ciudadanos que somos, los que podemos dirigir nuestro propio destino o, los que aún tendremos que soportar que nos guíen como si fuésemos ganado menor, porque nuestra pusilanimidad aún no nos ha permitido guiarnos por nosotros mismos. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer otros de mis escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario