En México se festejó el día del niño con un recuento de más niños en la miseria y la hambruna, y el gobierno está presto en festejar el día del trabajo
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1396 Mayo 1º del 2017
Mientras en México se festejó el día del niño con un recuento de más niños en la miseria y la hambruna, y el gobierno está presto en festejar el día del trabajo -1º de Mayo- en medio de la miseria de los trabajadores que con este gobierno han perdido el 38% del poder adquisitivo de sus ya de por sí salarios famélicos, Peña Nieto y cómplices dicen que todo va bien.
Todo apunta a un cambio generado por nosotros los de abajo, porque en lugar de festejar el día del niño y el día del trabajo, esperamos hasta el 4 de junio en que festejaremos la expulsión del PRI en tres o cuatro estados y, en base a ello, festejar y en grande en el 2018, cuando logremos expulsar al PRI de la presidencia, y lo haremos en medio de un jolgorio de órdago. ¡Al tiempo!
De ese tamaño están las cosas en México y sobre todo en los estados que este año –el 4 de junio- hay elecciones que más para elegir a gobernadores en Nayarit, Coahuila y el estado de México, y en Veracruz para elegir a más de 200 alcaldes, servirán para expulsar al PRI, que se ha convertido en el epítome de los desastres socioeconómicos y políticos, que han causado a lo largo y ancho del país, un daño que parece irreversible, pero que encuentra una salida, reitero, al deshacerse de los priistas que han convertido –por su alta corrupción e impunidad palpable- en un páramo desolado en el que pocas esperanzas caben. Sin embargo el país es fuerte y se resiste a seguir hundiéndose en el desorden, la miseria, la corrupción y la impunidad generados desde el mismo corazón de este gobierno, el que preside Peña Nieto y el que por desgracia nos ha tocado vivir y soportar.
El PRI tiene varios pilares que le sostienen, tres de ellos son la CNOP, la CNC y la CTM; el primero se pudrió totalmente y el enlace que hacía con el gobierno se ha sustituido por El Consejo Mexicano de Negocios y el Consejo Coordinador Empresarial que son quienes tienen a su cargo el control de la clase empresarial, la cuestión es que este sector productivo está ligado de forma perversa con el gobierno, y ello los ha convertido en cómplices del sistema corrupto. Además la CNOP ya no cuenta con líderes sino con vasallos de 50 hombres, los más ricos de México que son quienes conforman El Consejo Mexicano de Negocios, en donde destacan Claudio X. González, Emilio Azcárraga, Alberto Bailleres, Germán Larrea, Ricardo Martín Bringas, entre otros 45 desvergonzados empresarios, tan ricos como corruptos, quienes de la mano de Peña Nieto –en este gobierno- han pauperizado a 122 millones de mexicanos y han hecho de nuestras instituciones una suerte de estanquillos al servicio de ellos y de la clase política.
La CNC que en principio su función era velar por el buen funcionamiento del campo y del bienestar de los campesinos, terminó disuelta debido a la complicidad de los terratenientes y oligarcas, y acabaron con el campo y con los campesinos, expulsando a millones de ellos a buscar su sustento en Estados Unidos o convertirse en trabajadores mil usos que lo mismo son mandaderos que peones de hacienda u obreros mal pagados.
La CTM que era y es el pilar más pinche en el que sostenía el sistema político imperante, solo opera con sindicatos –todos ellos- vendidos a los patrones. Esta canalla priista es la que para seguir burlándose de los mexicanos, va festejar hoy 1º de Mayo, el Día del Trabajo, luego de permitir que Peña Nieto les restara a los trabajadores el 38% del poder adquisitivo del salario.
Este estado de cosas desastrosas que pasan en México se han ido multiplicando desde hace 34 años cuando llegaron al poder De la Madrid y Carlos Salinas, hasta este gobierno presidido por el peor –Peña Nieto- de los seis gobernantes que han llevado al país al filo de la miseria y el hambre. Lo que 122 millones de mexicanos vemos como un desastre provocado por la corrupción y la impunidad prohijados por estos gobiernos, para los 50 dueños del país, los 50 hombres más ricos de México, los miembros del Consejo Mexicano de Negocios, y la clase política, que de política no sabe nada, lo ven como un triunfo, porque todos a la par se han enriquecido a costa de los más pobres. Ellos y sus familias comen opíparamente, visten como catrines y despilfarran en lujos lo que por hecho, derecho y justicia es también de los pobres, y en contraste, más de 70 millones de connacionales sufren pobreza y su única lucha se centra en intentar no caer más bajo y ser parte de las estadísticas de quienes padecen hambre. Al hambre los ricos y los políticos le dicen Déficit alimentario porque se oye más elegante.
Por todo lo escrito en párrafos anteriores, los mexicanos de cuatro estados –el estado de México, Veracruz, Nayarit y Coahuila pero sobre todo en La Laguna- no festejamos de buen ánimo el día del niño ni el día del trabajo, porque estamos esperando a festejar en medio de animados jolgorios, la expulsión del PRI y, para el 2018, si cuando menos les arrebatamos el poder en tres de las cuatro entidades, como un preámbulo para festejar en grande en el 2018, la expulsión del PRI, de la presidencia de la república. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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