Fortalecer la figura castrense, difuminar a la nada u ocultar casos como los de San Fernando, Allende, Tlatlaya, Apatzingán e Iguala Ayotzinapa, es un avance hacia el fascismo
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 968 abril 25 de 2016
Mientras el ejército esté en las calles, mientras haya policías con mando único y se autorice a los militares para allanar los hogares y las instituciones, mientras existan casos irresolubles como los de Tlatlaya, Apatzingán, San Fernando Tamps., Allende Coah., e Iguala/Ayotzinapa, Guerrero, tenemos el derecho de ver al gobierno como un ente totalitario, y obligación de denunciarlo
Este gobierno con Peña Nieto a la cabeza y la mayoría de gobernadores en su papel de Virreyes, ha enaltecido la figura castrense nacional como un ente indispensable para terminar con la delincuencia en las calles. Esto es absurdo, primero porque si no se termina con la delincuencia dentro del gobierno, menos se podrá acabar con la delincuencia en las calles. La delincuencia en México va más allá de lo que podamos imaginar. Controla los vicios, los contratos de obra del gobierno, la prostitución, las finanzas dentro y fuera de los bancos, la industria ligada al gobierno y a empresas trasnacionales y por supuesto también el ramo de los secuestros, el tráfico de drogas y el sicarismo. Los sicarios trabajan lo mismo para bandas de delincuentes que para agentes del gobierno. Casos como el de San Fernando y el de Iguala/Ayotzinapa, así nos lo muestran.
En poco más del 82% de los secuestros están coludidos policías federales, municipales y del estado y así con estas estadísticas, Peña Nieto intenta la creación de un sistema con mando único en el que todas las policías recibirán órdenes de la policía federal, y a su vez esta, estará controlada por el ejército y la marina. En pocas palabras, Peña Nieto quiere el control absoluto del país, quiere el mando único a su servicio; rompe con el federalismo y viola la Constitución, porque a él esa, la Carta Magna, le vale gorro, lo que quiere es ser el único que decida, o sea, ser prácticamente un dictador pero con careta de presidente democrático e institucional con apego a una Constitución tan flexible como el chicle con el fin de que se ajuste el gusto y las conveniencias del régimen en función; hoy Peña Nieto, mañana otro igual o peor, dependiente de los poderes fácticos.
¿Por qué el ejército en las calles?... ¿Por qué las policías todas unificadas en un mando único o como en Coahuila y Durango en donde ese mando único se ha disfrazado de una policía ESPECIAL? Primeramente –en Coahuila y Durango- para garantizar –al PRI- los comicios de este año en Durango y los del año próximo en Coahuila, y de paso mantener en un puño a la población pretextando el proseguir con la lucha contra la delincuencia organizada, cuando lo primero que debería hacerse es combatir la delincuencia dentro del gobierno. Rubén Moreira ni tardo ni perezoso aceptó el mando único y con él, sin duda, se le garantizará por las buenas o por las malas, que seguirá en su cargo hasta el final de su mandato y, también se garantizará que ya nadie haga olas respecto a los fraudes perpetrados por Humberto Moreira, hermano del gobernador. De tal suerte que todos ellos ganan y el único que pierde es el de siempre, el pueblo.
¿Con quién llegaron los zetas a Coahuila? Con Humberto Moreira, ¿y con quién se han ido? No se fueron, trabajan para esa policía denominada ESPECIAL, la que es un mando único, al gusto y conveniencias del presidente Peña Nieto y de gobernadores como Rubén Moreira.
Mientras México está en llamas con tanta corrupción, infinidad de crímenes que el gobierno no quiere o no puede resolver, mientras la impunidad ampare a los delincuentes de afuera y a los de dentro del gobierno, mientras todos los índices de desarrollo y progreso van a la baja, mientras la pobreza crece y la brecha entre ricos y pobres se ensancha, y el mundo se da por enterado que en México se está configurando un estado totalitario –según Fernando del Paso y miles de personas mexicanas y extranjeras que avalan su dicho-, ¿qué creen? Ese día, en el que Fernando del Paso recibe la presea literaria en la Universidad de Alcalá y declara que le avergüenza hablar mal de México pero que le avergonzaría más no hacerlo, La portada de “HOLA” publica la fotografía de la esposa de Peña Nieto en su viaje a Alemania y Dinamarca, y más aún, en 13 páginas interiores no se habla más que de Peña Nieto, de su esposa y de la linda vestimenta que lució en Berlín y Copenhage. Esa es la sensibilidad del matrimonio del mandatario, los que privilegian la vanidad y la arrogancia, a la buena imagen de México. Y muestra el tamaño despectivo de Peña Nieto y familia hacia México y los mexicanos. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com