El que logremos sacar a los Moreira de la cosa pública y hacer lo necesario para que paguen con cárcel...
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1425 Mayo 26 del 2017
Ya es un hecho que Jorge Zermeño va a ser nuestro próximo alcalde, con lo que se pondrá fin a estos últimos 8 años en que nos han gobernado los peores alcalde que jamás hubiésemos tenido, con un Eduardo Olmos tan inepto y corrupto como Miguel Riquelme. Ambos, viles sirvientes de los Moreira, y para la elección a la gubernatura, todo apunta que Riquelme no va a ser el próximo gobernador, cosa que a los Moreira los tiene en ascuas.
El que logremos sacar a los Moreira de la cosa pública y hacer lo necesario para que paguen con cárcel sus fechorías y que regresen a las arcas del estado lo que se robaron, no es todo porque la tarea para recomponer lo que ellos pudrieron en el estado y los municipios es enorme, pero no hay que desanimarse, lograremos el desarrollo y el progreso. El Primer paso lo estamos dando.
A 10 días de las elecciones y a pesar del enjambre de triquiñuelas del PRI y de los miles de millones de pesos que está derrochando con la compra de votos, repartiendo despensas, tinacos, cemento y otras chucherías, la suerte del PRI y de los Moreira por añadidura, ya está echada. Por fin estamos a un paso de deshacernos de esta pandilla de maleantes que llevan doce años saqueando al estado y gobernando de la peor manera. Así como en el 2000 Vicente Fox llegó a la presidencia no por sus capacidades, propuestas o simpatía sino por el enorme repudio que el PRI acumuló por sus malas artes, crímenes y raterías, así sucederá este año en Coahuila, Veracruz, Nayarit y el estado de México, cuatro entidades en donde habrá comicios el próximo 4 de junio.
Es el odio al PRI, es el repudio a Peña Nieto y a los gobernadores del tricolor, es el hartazgo de los mexicanos que ya estamos hasta la madre de ver como roban y abusan del erario y de la gente los priistas. Estos son los factores que lograrán el cambio, el que no necesariamente será tan bueno como lo desearíamos, pero en fin es el cambio que merecemos, tanto a más que la abundancia que decía merecer la esposa de Javier Duarte. Cantar la victoria anticipada no es siempre lo mejor, porque todavía falta que la gente salga a votar para garantizar un triunfo holgado por sobre quienes han demostrado no servir más que para enriquecerse a nuestra costa y para maldita la cosa. Las condiciones están dadas, ahora como nunca podemos ver un postigo abierto para lograr lo que tanto deseamos, expulsar de la cosa pública a los malhechores que nos gobiernan.
Las leyes electorales marcan que es hasta el 31 de mayo que se puede publicitar cualquier cosa electoral; después de esa fecha es ilegal, por lo que quienes exhibimos a quienes dañan el tejido social del país, debemos de abstenernos de hacer cualquier tipo de propaganda en contra o a favor de cualquier partido o candidato. Durante esos días de veda propagandística, no se a que me voy a dedicar porque a mis años ya no se hacer otra cosa. Bueno, retornando al chisme sobre Jorge Zermeño, hace unos meses, algunas personas que solemos reunirnos semanalmente para hablar de política y otras cosas peores, invitamos Jorge Zermeño a platicar y animarlo a que se lanzara de candidato a la alcaldía, a sabiendas que ese lapso de gobierno es solo por un año por razones de logística, y el hecho de que se atreviese a contender, nos dio enorme satisfacción.
Por lo pronto solo nos queda esperar que el 4 de junio por la noche, las cosas resulten como lo esperamos y deseamos, porque la verdad, ya estamos hartos de los Moreira de sus malas artes.
Quienes por azares del destino o por nuestro muy particular gusto o interés nos dedicamos a hacer política –escribiendo abierta, gratuita y públicamente para quien te quiera leer- a nuestra manera, y sin esperar un aplauso o premio pecuniario, sabemos que esta tarea no es fácil más sí riesgosa porque exponemos algo de nuestra integridad física e incluso de nuestra tranquilidad, pero algún precio hay que pagar por hacer lo que nos gusta, sabiendo que la recompensa es que somos sabedores que hemos aportado un granito de arena para la construcción de un México mejor y una sociedad más igualitaria. Lenin dijo alguna vez, por cierto muy justo y atinado, que: “quienes exhiben a los políticos que dañan por sus ineptitudes y corruptelas el tejido social, corren el riesgo de una vendetta de quienes se ven afectados con nuestras críticas agraces”, y ese es –reitero- el precio que aunque alto, alguien nos puede cobrar.
De nuevo reitero que hay que esperar al 4 de junio por la noche para cantar victoria, si no fuese así, ¡imagínense que clase de alcalde sería Mery Ayup! Si el único trabajo que ha hecho es ser sirviente de los Moreira y de Riquelme, ¿o acaso creen que en el cabildo hacía otra cosa? Por otro lado no me imagino a Coahuila gobernada por Riquelme, quien amén de hacer lo mismo que Mery Ayup, se enriqueció a nuestra costa, y sus patrones los Moreira, le han dejado de principal tarea, encubrir todos sus fraudes e ineptitudes. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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