El PRI durante su crápula y larga existencia, ha violado las leyes, haciendo de la Constitución un trapo para limpiar las faltas gubernamentales
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1376 Abril 18 del 2017
Para los gobiernos, sobre todos los débiles o debilitados por desgaste del ejercicio del poder, les es cómodo violar las leyes haciendo constitucional la inconstitucionalidad modificando la Carta Magna, a modo de utilizarla ya no como instrumento de legalidad sino como herramienta del poder constituido para no caer, para no ser desbancado o inutilizado.
El PRI durante su crápula y larga existencia, ha violado las leyes, haciendo de la Constitución un trapo para limpiar las faltas gubernamentales o bien para alcanzar logros claramente aviesos y perjudiciales para la salud pública, deteriorando las condiciones de vida de la mayoría ciudadana y poniendo en graves riesgos la seguridad, y deshilachando la soberanía nacionales.
Ha habido infinidad de veces que esto ha sucedido, y para ilustrar las violaciones del presente en el gobierno de Peña Nieto, me remontaré a un ejemplo puntual acaecido en los últimos días del gobierno de José López Portillo. “El 1º de septiembre de 1982, el presidente López Portillo anunció la expropiación de la banca -lo que él llamó “nacionalización” para efectos políticos- cosa de clara inconstitucionalidad. Tras una iniciativa presidencial para modificar la Constitución, su inmediata aprobación del Congreso, y en pocos días su aprobación por la mitad más uno de los Congresos locales. Transformando en inconstitucional lo constitucional. El amparo que los banqueros interpusieron no fue escuchado por la Suprema Corte, ya que el “Constituyente Permanente” ya había avalado la inconstitucionalidad de la constitucionalidad. Así el gobierno con la colaboración del Congreso de la Unión y de los Congresos Locales, avalados por la Suprema Corte, mostro el autoritarismo, y no solo eso, enseñó la debilidad del propio gobierno”.
Ya sabemos cómo es que el capital extranjero pudo hacerse de más del 92% de la banca nacional. López Portillo no tuvo intención de extranjerizar la banca, solo actuó visceralmente, contra los que coludidos con el Gran Capital extranjero, pugnaron contra su gobierno con el fin de hacer cambios que pudiesen hacer llegar cómodamente el neoliberalismo, el que comenzó a afincarse en nuestras instituciones, el 1º de diciembre de 1982, con la llegada de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas al poder, apenas tres meses después de que a López Portillo, por su falta de tino y su afán de venganza contra quienes creía sus enemigos, y por la implícita venalidad de su secretario de hacienda, tomaron la pésima decisión de constitucionalizar lo inconstitucional.
El ejemplo simple de la violación de la ley de parte de quienes nos gobiernan y sus consecuencias, nos debe servir para entender, el por qué Peña Nieto se ha entercado en violar la ley, intentando legalizar la militarización del país –cosa absoluta y cierta como una torpe y mal intencionada acción- cuando todos sabemos, porque nuestra Constitución lo dice en varios de sus apartados, que es un acto inconstitucional y claramente violatorio de nuestra Carta Magna. ¿Por qué quiere Peña Nieto militarizar las calles, cuando hasta el propio secretario de defensa, el general Cienfuegos, reconoce que les incomoda por no ser su trabajo propiamente dicho y por ser violatorio de nuestra Constitución? Porque es un gobierno débil, debilitado por las trapacerías y crímenes de toda laya que se perpetran desde el poder y se resguardan en la impunidad, porque la intención de quienes gobiernan es solo enriquecerse, porque no les importa el futuro de México ni de los mexicanos, porque son ineptos, corruptos y gente sin honor y sin vergüenza.
Todas las reformas que ha llevado a cabo Peña Nieto coludido con el PAN y el PRD, sin lograr hasta ahora concretar ninguna de ellas a cabalidad, se idearon con un fin, el que hasta ahora ha sido fallido, hacerse del control de los mexicanos y de las instituciones del gobierno como en otrora el PRI las gozaba, las movía, las usaba a su antojo y conveniencia. ¡Ah! Pero hay una gran diferencia de los gobiernos emanados del PRI desde Lázaro Cárdenas y hasta López Portillo, ellos sí sabían gobernar e hicieron crecer nuestra economía durante más de 47 años de forma firme y segura. El Producto Interno Bruto Nacional creció en promedio durante estos ocho sexenios, más del 6.4% anualmente, mientras quienes no saben gobernar pero sí robar y violar nuestras leyes, apenas han hecho crecer –de hecho decrecer- el Producto Interno Bruto en 1.9%. Me refiero a los seis últimos gobiernos; el de la Madrid, de Salinas, de Zedillo, Fox, Calderón Y Peña Nieto.
Todas las reformas promulgadas por Peña Nieto son dañinas para la salud del país, pero cuatro de ellas son enormemente perversas; La Energética porque se les ha entregado a los oligarcas y a las trasnacionales, el mayor haber que México poseía; la Laboral porque se han entregado los derechos de los trabajadores a los empresarios nacionales y a las industrias internacionales radicadas en México; la de la Educación, porque la pretensión es mantener el control del magisterio para hacer de nuestros niños y jóvenes, una suerte de entes al servicio del patrón, y la de la Militarización –aun en ciernes-, no para acabar con la delincuencias sino para controlarla en beneficio de unos cuantos ligados al poder y al gobierno y, para intentar perpetuar por largo tiempo al PRI y sus cómplices de otros partidos en el poder. Todo esto –el saqueo a las arcas nacionales, la entrega de los energéticos a la oligarquía, y la pretendida militarización, las está llevando a cabo Peña Nieto, en base de un sistema de gobierno absolutamente podrido como el actual, los hechos no mienten. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.