Hoy la moda en las noticias son los huachicoleros –ladrones de combustible- ordeñando los ductos.
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1407 Mayo 11 del 2017
Hoy la moda en las noticias son los huachicoleros –ladrones de combustible- ordeñando los ductos. Se hacen nuevas leyes para combatirlos –cosa inútil e innecesaria- porque desde hace 70 años, robar a PEMEX o causar un daño a sus instalaciones ya era un daño a la nación tipificada como delito grave. Este delito creció en 17 años más de 10 mil por ciento.
El escándalo mediático que surge desde el gobierno por los huachicoleros, es a propósito para ocultar los verdaderos y graves daños que desde la dirección de PEMEX y el mismo gobierno se hicieron, se hacen y se pretende seguir haciendo a la empresa. Es probable que por cada litro que roban o riegan los huachicoleros, desde las entrañas de PEMEX y el gobierno, se roben 100.
La palabra huachicol de la que deriva huachicolero y se aplica a aquellos que “Dan Gato por Liebre”, si al origen de este vocablo nos atenemos, los verdaderos huachicoleros son quienes están dentro del gobierno, los que prometen mucho y no cumplen nada, que es lo mismo que dar “Gato por Liebre”. Los responsables de PEMEX y de la seguridad de sus instalaciones son: el director de PEMEX, el secretario de Energía, la PGR, la secretaría de Gobernación, el propio presidente, el ejército y la marina, y otros funcionarios encargados del buen funcionamiento de nuestras instituciones, ¿y qué ha pasado? Qué nadie de ellos se ha comportado responsablemente y que en muchos casos, algunos de ellos son cómplices de este flagelo que le cuesta a la nación, miles de millones de dólares anualmente.
Los líderes del sindicato de PEMEX, sus directores y no pocos empleados de “confianza”, se han enriquecido robando todo tipo de combustibles y no solo ordeñando ductos, pues de forma más descarada se hacía y se sigue haciendo. Carlos Hank González el Profe, siendo uno de los cocesionarios del transporte de gasolinas y diesel, ha sido a la vista el mayor huachicolero, pues según cifras reales, acumuló en su particular hacienda, más de 5 mil millones de dólares, los que ahora gozan sus hijos y sus nietos que son dueños de bancos, financieras y casas de juego entre otros pingües negocios. ¿Quién actuó contra Hank González legalmente? Nadie, por el contrario, lo hicieron político y de ahí es como se fortaleció el Grupo Atlacomulco, con dinero robado de PEMEX y de otras instituciones. ¿Y la ley? Bueno, esas, estos, se la pasan por los güevos.
Cada que surge un flagelo como el feminicidio, el de los huachicoleros, el asesinato de periodistas, el crimen organizado u otros relevantes, el presidente, en este caso Peña Nieto, se dice indignado y promete meter freno decretando nuevas leyes, cuando estas ya existen y han existido dentro de nuestra Constitución, por lo que todo resulta solo demagogia pura para darle a los ciudadanos atole con el dedo o bien “Gato por Liebre”, convirtiendo a quienes conforman el aparato gubernamental y burocrático, en los verdaderos y más dañinos huachicoleros. Por ejemplo, si Peña Nieto en realidad quiere acabar con las ordeñas de ductos de PEMEX, con la mitad de los soldados y marinos que andan en las calles haciendo un trabajo que no les corresponde, podrían poner a un militar cada tres o cuatro kilómetros a lo largo de dichos ductos, y punto y final al problema.
¿Cómo es posible que no se le ocurra a nadie dentro del gobierno, empezar por meter a la cárcel a los ladrones que roban dentro de PEMEX? Con ello los huachicoleros no existirían.
También existen instrumentos electrónico dentro y sobre los ductos que detectan de inmediato cualquier fuga de combustible –gas, gasolinas y diesel- en el lugar preciso para ocurrir de forma inmediata a revisar y corregir la fuga, sin embargo esto no se hace porque a ALGUIEN le es conveniente no hacerlo, así que no nos vengan con cuentos, este problema existe y ha existido y empieza en las instalaciones de PEMEX y en la administración de la empresa. La ordeña de ductos les permite a los que administran la distribución de los combustibles, ocultar los millones de litros que se roban y acarrean en las pipas de camiones y en tanques de ferrocarril, de esa forma se fugan de PEMEX las mayores cantidades que se roban de PEMEX, ocultándolas echando culpas a los huachicoleros. Peña Nieto, Romero de Deschamps, Pedro Joaquín Codwell, el ejército y el secretario de Hacienda y otros más lo saben. Además, ahora que PEMEX se ha desmantelado, el robo de petróleo crudo, seguramente, es otra forma de robar a PEMEX y a la nación.
Los huachicoleros son unos cientos y nuestro ejército y las policías son cientos de miles, ¿cómo es posible que este delito se convierta en noticia prominente? Es posible y factible porque con esta noticia se encubren otros males mayores que al gobierno de Peña Nieto le conviene ocultar, para seguir con sus reformas fallidas y que todo siga igual. Esta es una práctica conocida por todo mundo como El Gatopardismo, una manera ingeniosa y perversa para ocultar la verdad sobre lo que realmente sucede en nuestro país. Un ejemplo diáfano de esto es La Casa Blanca que ya casi nadie habla de este robo al erario perpetrado por Peña Nieto o, como lo que se intenta hacer –infructuosamente hasta ahora- con el caso de los 43 de Ayotzinapa, al que el gobierno ya no haya la forma de ocultarlo, más que inflamando noticias falsas como la de los huachicoleros. El crimen de la Noche de Iguala no se ha resuelto porque a Peña Nieto no le conviene sacar a la luz la verdad, ya que es un crimen de Estado la mar de perverso. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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