Los judíos tienen un país chiquito en el que no caben, se llama ISRAEL
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd Mil 03 Julio 18 del 2016
Las utilidades del agua potable de Saltillo, de Veracruz y Puebla entre otras ciudades de México, serán utilizadas por los judíos asociados a las concesiones para hacer de Israel un país viable como nación y auto sustentable económicamente. Pero hay que decirlo: Israel vive de limosnas de los judíos de la diáspora y del erario de EEUU. Esto hará casi imposible que los judíos israelitas acepten cambiar de régimen económico. Se han acostumbrado a ser mantenidos.
Es Israel un país chiquito, tanto por quienes lo habitan como por el monto de sus aspiraciones. Los judíos –en su inmensa mayoría- a más de 96 años en que llegaron a Palestina forrados con uniformes del ejército de Gran Bretaña, no han entendido que Inglaterra los inventó para dejar una base militar y un puerto de piratas para resguardar todos los capitales mal habidos de judíos y no judíos que ostentan riquezas y poder, y que se alinean –en un principio- a los designios del imperio británico, y hoy, a los de EEUU.
El judío no ha podido hacer auto sustentable a Israel, ni política y menos socioeconómicamente. Muestran al mundo que lo único que saben es alinearse al más fuerte, servir de esquirol de otros pueblos y de sicarios al servicio de quien ostente el poder hegemónico. En pocas palabras, Israel no se mantiene solo y tiene que recurrir a óbolos o limosnas de los judíos de la diáspora y de su patrón, el gobierno de EEUU, quien año con año le obsequia “por sus servicios”, decenas de miles de millones de dólares en todo tipo de insumos, dinero, armas, alimentos, respaldo político, bélico y económico. Para Washington –lo saben infinidad de políticos gringos- sostener a Israel es lo mismo que para un padre, sostener a un hijo retrasado mental en la Universidad de Harvard.
Sin embargo y a pesar del fracaso rotundo de la judería por conformar esa nación medianamente democrática y un tanto decente como lo son la mayoría de los países que conforman el universo de las naciones pertenecientes a la ONU, Washington aún ve en los judíos y en Israel algo redituable para los intereses imperiales. El judío es el clásico espía y el lógico caballo de Troya dentro de las naciones en donde habita, porque sin lugar a dudas siempre estará del lado de la potencia hegemónica en turno y no de la nación en donde mora. Este es el quid del por qué sigue considerando EEUU a los judíos como un remanente de haberes para su beneficio, y lo que hace para lograr que los judíos sean autosuficientes, es asociar a los judíos de la diáspora con empresas de todas y cada una de las naciones en donde los judíos tengan alguna reputación de rica, y gente de empresa, para adquirir el agua potable de las naciones como un Commodity, tal como es el agua potable, para que Israel logre tener ingresos extras y así, hacerlo un país autosuficiente.
Muchas naciones sometidas a los designios de Washington, ya han vendido el agua potable de algunas ciudades importantes. En México, Saltillo, Veracruz, Puebla y otras seis ciudades, ya han privatizado el servicio completo de la extracción potabilización, distribución y cobro del agua potable. Llámese como se llame la empresa compradora de la concesión, las utilidades se van a repartir en 3 partes. Una es para el socio mexicano que se prestó a invertir en el negocio. Otra para los políticos que lograron con sus influencias privatizar el agua potable.
En este caso ese grupo político al que me refiero es el PRI, Carlos Salinas, Peña Nieto y los de Atlacomulco. Ellos permiten que el capital extranjero incida en algo tan vital para la vida de los mexicanos como es el agua potable. A estos… ¡El pueblo mexicano les vale sorbete!
La otra tercera parte será para los socios judíos agrupados en torno a David Korenfeld. De esta tercera porción de utilidades, en infinidad de naciones que tienen políticos corruptos y sumisos a los designios de EEUU, como México y el gobierno de Peña Nieto para no ir tan lejos, esa parte que es superior a la mitad, será para apoyar a Israel a que logre sus sustentabilidad como nación independiente y soberana. De dos cosas estoy seguro: Una.- Que el agua de Saltillo, de Veracruz, de Puebla y otras ciudades de México, darán utilidades a los judíos para que logren salvar ese remedo de nación que se llama Israel, aunque México siga hundiéndose en la miseria. Y dos.- Que Carlos Salinas, los hermanos Moreira, Rogelio Montemayor Seguy y algunos socios, todos ellos alineados al Grupo Atlacomulco, son algunos de los beneficiarios de la venta de los servicios de agua potable nacional, considerando que el agua potable es el Commodity estrella del futuro. ¿Por qué? Por qué el agua potable es la mejor inversión a largo plazo. Cualquier economista o financiero lo sabe. Sin embargo, nuestro gobierno –Peña Nieto, Salinas, Moreira, Montemayor y cómplices- no miran hacia abajo, solo les interesa el poder por el poder y el dinero, de preferencia si es mal habido. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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