Mercedes Renault y Nissan en Aguascalientes.
Junio 30 del 2014
La promoción de La Laguna de parte de Rubén Moreira es un punto menos que miserable; nada ha hecho el gobernador para resolver este problema, de ahí que estemos en tan deplorables condiciones. Malos gobiernos y un medio ambiente poco favorable, son las causas principales.
La promoción de La Laguna de parte de Rubén Moreira está por los suelos; mientras en Aguascalientes las empresas coligadas, Mercedes, Renault y Nissan invertirán en una planta de armado de automóviles para producir anualmente 300 mil unidades y darles empleo a 3,200 obreros, 1,200 millones de dólares, Moreira en su viaje a Oriente acompañado de unos alcaldes trajeron, y no para La Laguna, una inversión de 24 millones de dólares para darle empleo a 100 trabajadores. La Laguna, geográficamente es de mayor estrategia que Aguascalientes y sin embargo nuestro estado y sobre todo nuestra comarca, no están debidamente promocionados para atraer grandes inversiones, de ahí la precariedad en materia de creación de empleos.
Hace años, 12 a lo sumo, la empresa FORD contrató con inversionistas de La Laguna, algunos terrenos, cosa de 1,600 hectáreas en el área de Mieleras, ahí se instalaría y construiría una planta especializada en el ramo automotriz, invirtiendo más de 900 millones de dólares, ¿y qué sucedió? Que nuestro gobierno se durmió y dicho contrato se canceló para llevarse la planta FORD, a Sonora. Las condiciones ofrecidas por el gobierno de Sonora les fueron más favorables y por ello optaron por irse hacia ese estado del Norte del Pacífico, incluso siendo un punto geográfico menos atractivo que La Laguna. Sonora está más lejana de los centros de distribución nacionales e incluso de los mercados estadounidense mayoritarios que están en el Noreste.
Alí Al Sari, vicepresidente de Merrill Lynch en San Diego, California, me comentó que la decisión de FORD se debió a varios factores, uno de ellos es que el gobierno de Sonora les ofreció un terreno en mejores condiciones económicas tanto para su adquisición como para su renta, y otra, que en Sonora no había tanta contaminación ambiental como la que tenemos en La Laguna. Existen otras versiones al respecto y una de ellas es que el gobierno de la república, panista por cierto, pugnó para que la FORD se fuese a Sonora con el fin de favorecer a algunos asociados al PAN y de paso, dejar a Coahuila, estado que siempre ha sido gobernado por el PRI, con un palmo de narices.
La versión que le guste acójala, pero La Laguna no está en condiciones de atraer grandes capitales debido al alto grado de degradación de nuestro medio ambiente. Esto me lleva a dos reflexiones: Una.- que nuestros gobiernos estatales no atienden a La Laguna como debieran porque se han conformado en una mafia, y entiendo que esta comenzó cuando Rogelio Montemayor llegó a la gubernatura, ello ha favorecido a Saltillo y la zona Centro en donde Sabinas se encuentra y en Monclova donde está Altos Hornos. Dos.- En la zona carbonífera tiene Rogelio Montemayor sus intereses, y Monclova, en donde son dueños de Altos Hornos –Ancira y Autrey- socios de Carlos Salinas. Esos factores pesan y cuentan más que nuestras necesidades de desarrollo y progreso.
¿A quién culpar de nuestras cuitas?... ¿al gobierno federal, al estatal o a nuestros empresarios que no exigen con firmeza a nuestros gobiernos, la atención que merecemos? Primero habrá que solucionar el problema del agua, Sonora ya lo resolvió trayéndola hacia Hermosillo desde el Sur; el agua de Sonora, además, está menos contaminada de arsénico que la de La Laguna, el aire y la tierra también; ellos no padecen de las enfermedades que producen el cadmio y el plomo, nosotros sí, y así podríamos irle sumando inconvenientes para entender el por qué no tenemos la suerte de que grandes inversionistas fijen su mirada y sus empresas en La Laguna, pero las causas principales de nuestros problemas, como los que expongo, provienen de los malos gobiernos que hemos tenido que soportar, y de la poca calidad de nuestro medio ambiente, ambos tienen solución pero no la resolverán nuestros gobiernos sino nosotros mismos, ¿Cómo? No lo sé pero alguien encontrará la forma, no lo dude. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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