Todo mundo se aprovecha para llevar agua a su molino
Todo mundo se aprovecha para llevar agua a su molino con el caso de las agresiones que Trump nos propina a México y a los mexicanos. Quien no tuvo madre fue el embajador de Israel, aprovechando de Foro el Senado de la República en donde se recordaba ante diplomáticos extranjeros, el 72 aniversario de las víctimas judías en el Holocausto.
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1269 Enero 29 del 2017
Los dirigentes de Tribuna Israelita en México y del Comité Central de la Comunidad Judía en México, en connivencia con su embajador en México y el gobierno de Israel, se deslindaron de las declaraciones de Benjamín Netanyahu, un racista y déspota carnicero que funge como Primer Ministro de la judería israelita con el fin de lavarle la cara y las manos a la comunidad judía.
Dicho embajador de nombre Jonathan Paled pronunció las siguientes palabras: “El racismo, el terrorismo, el odio y la guerra siguen vigentes. No hemos hecho lo suficiente para entender y enseñar que el odio empieza con la intolerancia”. Es increíble tanto como inaceptable es, que el embajador en México del país más racista e intolerante del planeta venga a darnos un discurso hipócrita y falsario. Todo el mundo lo sabe e incluso la ONU ha condenado cientos de veces a Israel con más de 198 votos a favor de las condenas y solo dos en contra, el de EEUU y el del propio Israel, por ser una nación de nuevo cuño que se ha distinguido por racista, intolerante y criminal, desde su creación arbitraria, rapaz y abusiva desde hace casi 70 años.
Israel ha asesinado arteramente a decenas de miles de palestinos y ha ido ocupando ilegalmente a Palestina amparado solo en que cuenta con el apoyo de EEUU. Al cierre de su campaña Donald Trump aseguró que pugnará porque la capital de Israel sea Jerusalén, precisamente la capital de Palestina. Con ese maridaje enfermizo entre los judíos y los gobiernos de EEUU, es que se ha formado el más nefasto binomio del mal en el mundo, para hacer la peor atrocidad diplomática que se ha perpetrado en los últimos años de la posguerra. De ahí y de infinidad de crímenes alevosos de los judíos contra Palestina y Líbano, parto para protestar por la vil hipocresía del embajador de Israel en México, Jonathan Paled, quien ha dicho falsariamente en el senado de nuestro país, que: “El racismo, el terrorismo, el odio y la guerra siguen vigentes ya que no hemos hecho lo suficiente para entender y enseñar que el odio empieza con la intolerancia”, ¡pamplinas!
Los judíos de Israel con y la judería internacional bendecidos por EEUU, no solo no han hecho lo suficiente para entender y enseñar que el odio empieza con la intolerancia… Ni siquiera han hecho lo mínimo necesario –humanamente aceptable- para dejar de comportarse como animales de rapiña, y ensañarse cobardemente contra los palestinos y Palestina. Jerusalén no es la capital de los judíos como pretende Trump hacerlo, para mantener a Israel fuerte como el principal aliado de EEUU con el fin de mantener la supremacía en Medio Oriente. En México los EEUU cuentan con la comunidad judía mexicana para socavar la integridad y soberanía nuestra a favor de EEUU, ellos son a quienes los EEUU utilizan, reitero, para someternos a los designios de Washington. El gobierno de México debe de tomar eso en cuenta y cuidar en nuestro interior el peso sociopolítico y económico de la judería mexicana. La embajada de Israel en México es un nido de espías que socaban nuestra soberanía a favor de EEUU, el embajador Jonathan Jaled es quien los coordina.
Prueba irrefutable de lo antes dicho es que Benjamín Netanyahu, primer ministro de los judíos se dijo muy feliz por la construcción del muro entre EEUU y México y, tan pronto como el gobierno envió un extrañamiento a Israel por medio del embajador judío en México, Jonathan Jaled, de inmediato, ordenó a las organizaciones judías de México a decir que “no estaban de acuerdo con las declaraciones” de Benjamín Netanyahu sobre la alegría que mostró por el muro que Trump construye en nuestras fronteras. No dudo que hay muchos judíos sensatos que incluso amen a México, pero los que se pronunciaron solo se lavaron las manos y la cara como lo hiciera antaño Poncio Pilatos, porque estos judíos apoyaron, apoyan y seguirán apoyando a Israel por sobre México. Ellos y yo lo sabemos.
Moisés Romano y Mauricio Luka del Comité Central de la Comunidad Judía de México , como Elías Achar y Renée Dayán de la Tribuna Israelita en México, fueron quienes se deslindaron públicamente en México de los dichos de Netanyahu, pero entre el embajador Jonathan Jaled, Renée Dayán, Mauricio Luka, Moisés Romano y Elías Achar, hubo un arreglo hipócrita para salir a deslindarse, con el único fin de no mortificar a la comunidad judía de México, la que dicho sea de paso, es numerosa y rica, gracias a que México y los mexicanos han sido generosos con ellos. El muro y la actitud de este loco político improvisado no solo afecta a México sino al mundo entero, incluyendo a los norteamericanos, quienes ven a Donald Trump retratado en la figura de Napoleón, el cerdo diabólico que nos plasma en su magnífico Libro 1984 (La Rebelión de la Granja en español) George Orwell, quien en su libro dice que el cerdo Napoléon, usando un estilo amedrentador y canalla -como el de Trump- se adueñó de los bienes y voluntad de la comunidad que representaba. ¡Hay que leerlo! O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, los puedes hacer en: http://eleccionesizquierda.blogspot.mx (El Blog de Augusto Hugo Peña Delgadillo)
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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