martes, 3 de enero de 2017

¿Por qué los mexicanos no tenemos que preocuparnos demasiado por la llegada de Donald Trump?

¿Por qué los mexicanos no tenemos que preocuparnos demasiado por la llegada de Donald Trump?


 ¿Por qué los mexicanos no tenemos que preocuparnos demasiado por la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos? 
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO       Dossier ahpd 1188   Noviembre 10 del 2016 
En vez de preocuparnos por los daños que nos puede causar Donald Trump. Debemos ocuparnos de los daños que nos hacen, el alcalde Riquelme, el gobernador Moreira y el presidente Peña Nieto; ellos son quienes más daño nos hacen. Trump solo dice lo que los gringos frustrados quieren oír y nos molesta, pero Peña Nieto y Moreira hace todo para jodernos día a día. 
Partamos de la realidad, Donald Trump vino a México no por iniciativa de Peña Nieto o de Videgaray, vino porque quiso usar el episodio que el mismo construyó para venir a México y restregarnos en la cara que somos los mexicanos una carga para EEUU; Rudolph Giuliani, ex gobernador de Nueva York y miembro de la campaña de Trump, acudió por conducto de un empresario mexicano –el cual no he podido identificar si se trata de Alberto Bailleres o de Germán Larrea, y muy probablemente de Claudio X. González- con Luis Videgaray para que convenciera a Peña Nieto de que una invitación a Trump sería conveniente para México, para Trump y para Peña Nieto, ya que ambos –Peña Nieto y Donald Trump- tenían una aceptación ´popular muy en contra y esa sería una forma de mejorar respecto a la buena percepción hacia ellos. Tanto de los mexicanos sobre Peña Nieto como los ciudadanos de EEUU hacia Trump. 
La realidad ya la vivimos y ciertamente nos decepcionó la actitud de Peña Nieto, quien para limpiar la mugre que le ocasionó la invitación a México de Trump, invocó la renuncia de Videgaray, tratando de limpiar el desastre. Otra realidad es que Trump tiene asesores políticos de mucha experiencia y en sus discursos no necesariamente dice lo que le viene en gana sino lo que la gente en su mayoría quiere escuchar. Sabemos –porque se notó en medio de esta campaña- que los norteamericanos están hartos de su gobierno por la corrupción implícita, y del sistema político que les impone cada 4 años u ocho si se da el caso de reelección, a un presidente impuesto por el Stablishment, o sea por los poderes fácticos que son quienes quitan y ponen presidentes, gobernadores, senadores y representantes. Una de las promesas de Trump es acabar con la corrupción en la política, cuestión absolutamente imposible, pero el gringo mediocre y frustrado se la cree, lo mismo lo del Muro en nuestra frontera, del cobro de aranceles a los industriales como Ford Motor Co., y de expulsar a 5 millones de mexicanos ilegales en los EEUU. 
Todo lo que diga Trump sobre México y los mexicanos ciertamente nos molesta, pero… ¿Qué es más molesto que un gringo hable mal de nosotros en EEUU o que nos roben, engañen y mientan en México, los mexicanos que están al frente del gobierno? Hagamos personal este ejemplo para poder entenderlo: (a.- Cuando alguna tercera persona o alguien allegado habla mal de mí, me molesta y me afecta en el ánimo, pero… (b.- Si quien debe servirme me roba, me miente, me engaña, me veja, se apropia de los bienes de mi patria y atenta contra la soberanía de mi nación, ¿en qué me afecta? En todo, me afecta en todo, en mi patrimonio, en mi felicidad, mi ánimo, mi seguridad y la de mi familia, en mi futuro y en el porvenir de mi patria. Con él es con quien debo molestarme y por él debo mortificarme, y ¿acaso es Trump y no Peña Nieto el que nos afecta?  
Como Lagunero y Mexicano siento que tenemos enemigos malvados y peligrosos que saquean las arcas de nuestro municipio y de nuestro estado, el jefe de esa pandilla de truhanes que nos afectan en todo es Rubén Moreira, Riquelme es solo uno de sus esbirros. A estos tipos los tenemos cerca y sentimos que nos afectan más que Peña Nieto y los de su gabinete, pero todos nos afectan por igual, son nuestros enemigos porque administran mal y deshonestamente al erario, licitan obras públicas, compras, adquisiciones y servicios por medio de empresas fantasmas para robarse un 30 o 40% mínimo del erario, se enriquecen y en lugar de servirnos se sirven de nosotros y de nuestros bienes, y aunque hay algunos ciudadanos que denuncian estos hechos, hace falta que todos y cada uno de los laguneros –por lo pronto- estemos enterados y hagamos lo mínimo necesario para evitar que nos sigan robando, vejando y empobreciendo.  
Algunos de esos pocos que se mortifican por lo de nuestros malos y corruptos gobiernos y lo hacen público, son los miembros de Participación Ciudadana 29. Sigamos su ejemplo y en lugar de mortificarnos por Trump, ocupémonos de que nuestros gobernantes no nos roben ni nos vejen. Todos podemos hacer algo por La Laguna, Coahuila y México, ¡hagámoslo! Porque Peña Nieto va a seguir haciendo tonterías y lo que le venga en gana. ¡Imagínese! En lugar de llamar a Trump solo para felicitarlo por su triunfo, volvió de cometer la barrabasada de pedirle –o aceptar si es que es iniciativa de Trump- reencontrarse con él. ¿Para qué… para que de nuevo lo trate cual títere, lo ofenda, nos ofenda y hasta lo pendejee? Peña Nieto debe saber que la presidencia de la república es una institución que tiene que respetarse porque es la imagen de México y los mexicanos, y al invitarlo de nuevo a otro encuentro -después que Giuliani dijo que el Muro va en serio- está denigrando a México y exponiendo a los mexicanos a otras groserías y más daños de parte de ese pelafustán, tan bocón como Vicente Fox. O, ¿usted qué opina, apreciable lector? 
Atenta y respetuosamente 
Augusto Hugo Peña D. 

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