martes, 3 de enero de 2017

José Antonio Meade Kuri-Breña como buen fenicio

José Antonio Meade Kuri-Breña como buen fenicio


 José Antonio Meade Kuri-Breña como buen fenicio, atribuye el alza de la gasolina al hecho de encontrarse en la disyuntiva de más deuda, mayor recorte al gasto público o mayores impuestos; el imbécil optó por lo último. El alza a la gasolina tiene dos vertientes. Una.- privilegiar la ganancia de distribuidores y Dos.- Aumentar el ingreso vía impuestos 

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO       Dossier ahpd 1238   Diciembre 31 del 2016

Con este aumento desmesurado al precio de las gasolinas, Peña Nieto demostró ser No el Comandante Supremo de las Fuerzas Militares de México, sino el Comandante Supremo de las Fuerzas de Delincuentes Nacionales y de los corruptos consuetudinarios de México. Peña Nieto y su gabinete en pleno más el PRI, se han convertido de facto en los enemigos de los mexicanos 
Es un hecho que el aumento al precio de la gasolina le permitirá a la Secretaría de Hacienda hacerse de 400 mil millones de pesos más al año, como también lo es que ese dinero saldrá del bolsillo de los mexicanos. La gasolina que a partir de mañana valdrá 15.99 pesos, tiene un precio de 7 pesos, el resto son impuestos que recauda el gobierno de México para mal administrarlo. Si es tanta la urgencia que tiene el gobierno de dinero, porque no recorta el salario a los magistrados de la Suprema Corte, a los legisladores, a los secretarios de Estado y al propio presidente para empezar. ¡Ah, no! Lo primero que se les ocurre a los imbéciles de José Antonio Meade y a Peña Nieto es cargarle la mano a la gente, sobre todo a la más jodida. 
El alza estúpida del precio de la gasolina nos demuestra otra forma de ver la inutilidad del gobierno, la ineptitud de quienes gobiernan y la mala fe que quienes usan el sistema política mexicano para resolver los problemas globales, los nacionales y los suyos particulares, en base a joder al segmento de la población más pobre y a las clases medias, y no a los ricos ni a los políticos, lo que hace que estos dos –políticos y oligarcas- se conviertan en verdugos del pueblo porque de ellos –depende en base a esta teoría de la imbecilidad- el nulo bienestar de las masas o su ínfima calidad de vida, con un fin específico: Mantener el estatus de privilegio de los oligarcas y la clase gobernante, reiterando ante nuestro entendimiento que ni son políticos aptos ni negociantes inteligentes. ¿Por qué lo digo? 
Uno.- Un negociante inteligente –sea este comerciante, industrial, financiero o prestador de servicios- para extender el éxito de su negocio –en el tiempo- no debe de apretar demasiado al cliente, ya que si su cometido es a corto plazo, demuestra ser un voraz estúpido o codicioso imbécil. En tanto que un político con la mínima traza de estadista sabrá que de las mayorías no se debe abusar ni mucho ni por largo tiempo porque ello provocará irremediablemente un levantamiento, una revolución que haría que las cosas cambien, ¿por qué? Porque esa es la naturaleza del hombre y así es como lo ha demostrado en el transcurso de su historia. 
Peña Nieto como José Antonio Meade con esta alza desmesurada de las gasolinas, solo, lo reitero, nos muestran su imbecilidad, la que de alguna manera se sustenta en el talante y la historia de ambos, quienes llegaron a la Secretaría de Hacienda el uno como a la Presidencia de la República el otro, por distintos impulsos y factores. Peña Nieto es un producto mal acabado de la podredumbre política nacional, mientras Meade Kuri-Breña lo es de una mediocridad centavera. 
Dos.- Durante 34 años –desde que Carlos Salinas llegó al gobierno e inventó el departamento de Programación y Presupuesto para contener en él el poder- la constante ha sido la de privatizar los bienes de la nación y entregársela a los oligarcas nacionales y a las trasnacionales. A partir de esas fechas nos fueron llegando en cascada los problemas –productos del mal gobierno- pidiendo dinero prestado al Fondo Monetario Internacional, al Banco Mundial y a otras instancias crediticias. Hoy, incluso en nuestras reservas en dólares, hay una deuda de 88 mil millones de dólares disfrazada de Fondo para las Contingencias, y, seguramente los acreedores ya no sueltan el dinero y obligan a gobierno a sacar fondos con nuevos créditos. 
Y, como nuestro gobierno se compone de canallas ineptos y de ladrones procaces y no de políticos y estadistas, en lugar de recortar el gasto de lo suntuoso y de ciertas obras públicas que benefician solo a los grandes capitalistas, han optado –el par de imbéciles- Peña Nieto y José Antonio Meade Kuri-Breña, aplicar una sangría a los sectores más sufridos de nuestra sociedad, aun sabiendo que una sangría servirá de paliativo momentáneo, y sin considerar que están provocando con ello, el principio de un clamor de disidencia que lleva como meta el término de este sistema político harto de ineptos, ladrones y sinvergüenzas. Si no quieres creer esto que digo estimado lector, observa cuidadosamente los discursos de Peña Nieto y de Meade Kuri-Breña –sobre el alza de las gasolinas-, y sin duda te percatarás que el clamor general por todos los medios, es de un rechazo absoluto hacia este gobierno de cínicos. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?  
Atenta y respetuosamente 
Augusto Hugo Peña D. 

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