martes, 3 de enero de 2017

Coahuila con los hermanos Humberto y Rubén Moreira se convirtió en un archipiélago de infamias de miseria

Coahuila con los hermanos Humberto y Rubén Moreira se convirtió en un archipiélago de infamias de miseria 


Coahuila con los hermanos Humberto y Rubén Moreira se convirtió en un archipiélago de infamias de miseria, de retrocesos sociopolíticos y económicos en donde dos ínsulas sobresalen por su disparidad, y otras tres* por su miserabilidad implícita y su crueldad 

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO     Dossier ahpd 1184   Noviembre 6 del 2016

Desde Ciudad Acuña a Monclova y en La Laguna de Coahuila, se lucha por el cambio. La meta es sacar a los Moreira del gobierno y todo aquello que huela a ellos –por fétido-, 2017 es el año en que probablemente los coahuilenses puedan sacudirse de sus lomos esta saca de alacranes que representan el PRI y sus partidos cómplices. Ya es una necesidad, una ilusión y un sueño. 
Me refiero a dos dispares ínsulas, las de los municipios de Saltillo y de Torreón, dos entidades que en nada se parecen y que en todo caso quienes las habitan no quieren que se parezca la una con la otra y ellos nada quieren saber los unos de los otros. Esa es la realidad y esta ha permanecido por más de un siglo. La gente de Torreón se caracteriza por ser impulsora de la lucha, ya sea en el campo, en la industria y el comercio, en cambio la gente de saltillo –generalizando como factor de estadística e historia- se ha dedicado a la burocracia. Sus industrias por las que se hizo famoso Saltillo, han menguado a la casi nada, me refiero a la del zarape, los ates y cajetas de membrillo, perones y el pan de pulque. Lo que se da mucho en Saltillo es la gente como Flores Tapia y como Enrique Martínez, y como otros que no son de ahí pero que al sentarse en la silla del gobernador, actúan como saltillenses natos, muestra de ello son Rogelio Montemayor y los hermanitos Moreira Valdés, los que como premisa se han dedicado al delito “institucionalizado” amparados desde la presidencia de la república y en la cofradía del batidillo en la que lo mismo caben legisladores, jueces y magistrados, que el propio ejecutivo estatal. 
Leyendo las biografías de Ramos Arizpe y las historias de Coahuila y Tejas de Vito Alessio Robles podemos ver que los saltilleros –como les decía F. S. Teresa de Mier- son como los rastrillos, los azadones y los serruchos –jalan solo para el lado de ellos y devastan y joden de ida y de venida-, y desde el siglo 16 tuvieron pugnas con Monterrey y posteriormente con Monclova, todo por mantener el poder político, esa lucha ancestral les dio el suficiente carácter y les formó tal talante, que por nada permitirán que La Laguna y los laguneros los superen como lo hizo durante un ciento de años. Fue con la llegada de industrias como ZincaMex con capital belga y las automotrices de EEUU, que Saltillo se transformó y no por los saltilleros o saltillenses. Después de las empresas armadoras de autos y las plantas de motores automotrices, muchas más empresas de Monterrey y de México se vinieron a servir a las armadoras de coches y surtir los insumos necesarios. Y se asentaron en Saltillo y en Ramos Arizpe. 
Esta historia que plasmo tan vez equivocadamente o influido de ciertos sentimientos agraces, viene a cuento porque ya empezó la lucha electoral para substituir a estos infames y cínicos, los Moreira, y aunque para nadie es un secreto que una inmensa cantidad de ciudadanos los repudia, y a todo aquello que huela a ellos –por fétidos-no es improbable que ellos –los Moreira- de la mano de Rogelio Montemayor, Carlos Salinas y Peña Nieto, puedan seguir gobernando a través de sus esbirros que no son pocos. La bendición de Peña Nieto y de Salinas la tienen. 
Las instituciones del Estado, federales y estatales y algunas municipales, imprimen todos sus esfuerzos en sacar adelante –en las elecciones de junio próximo- a cualquiera que designe el PRI, esas instituciones no laboran para servir a los ciudadanos como es su obligación sino para servirse del pueblo, del erario y de lo que escurra del tráfico de influencias. Para eso roban, para apartar un quinto o un diezmo para el partido, destinado a la compra del sufragioel grueso es para sus haciendas particulares. Para eso tienen en los colegios electorales a magistrados a modo para servir al sistema pérfido seudopolítico. Para eso tienen comprados a los medios –MILENIO, TELEVISA, TV AZTECA, MEGA CABLE, Radiodifusoras y Periódicos-, para engañar al pueblo, al ciudadano, el que por ser mayoría y por habitar en la pobreza y miseria, se tragan el cuento que le cuentan los medios respecto a los políticos y la política 
Sin embargo y a pesar de este galimatías planteado y esgrimido por los Moreira y su banda, existe una manifiesta voluntad ciudadana en mandarlos al carajo y, darle paso a otro gobierno, ya no importando si este es bueno o malo, la premisa es sacar a los Moreira del gobierno y punto. Y, si Peña Nieto en realidad los estima, que se los lleve a alguna institución federal para que sigan engañando y robando que es lo único que ellos saben hacen, y por cierto no lo hacen tan bien porque hay pruebas que autoridades de EEUU, de España y algunas de México, los tienen en la mira para encarcelarlos y que devuelvan lo que se han robado. Bueno, este escenario probable no es una clara posibilidad pero si un sueño, una ilusión. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?    
*Las tres ínsulas que se destacan por su crueldad y miserabilidad –gracias a Los Moreira- son Allende, Piedras Negras y el ejido Patrocinio en San Pedro. 
Atenta y respetuosamente 
Augusto Hugo Peña D. 

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