martes, 3 de enero de 2017

Israel es un país de poca monta humanitaria

 Israel es un país de poca monta humanitaria ...


 Israel es un país de poca monta humanitaria gobernado por despreciables gentes a los que el 23 de diciembre les fue propinada un condena contundente de parte del Consejo de Seguridad de la ONU –resolución 2334- por las flagrantes violaciones de los judíos a las leyes y normas internacionales, y por robo, acoso e intención de exterminio de los palestinos. 
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO      Dossier ahpd 1237       Enero 1 del 2017 
Lo primero que debería hacer México como nación independiente y soberana es, apoyarse en la ONU y colaborar con dicha organización y con Palestina, porque los judíos –de Israel, de EEUU y de México- les resulta, lo menos, desconcertantes por su posición y comportamiento poco ortodoxo. Apoyar a Israel y a los criminales que lo gobiernan es apoyar irrestrictamente a Trump 
No cabe duda que en el mundo todavía hay gente decente, la que a costa de su seguridad se han atrevido a contradecir los dictados de racistas contumaces como Donald Trump –presidente electo de EEUU-y Benjamín Netanyahu, primer ministro de los judíos israelitas. El día 23 El Consejo de Seguridad de la ONU –con el fin de parar de una vez y para siempre los robos y maltratos que los judíos perpetran contra Palestina y los palestinos- acordaron emitir una resolución condenatoria contra Israel y la judería internacional –por supuesto incluyendo a los judíos de México y EEUU- para que cejen en su empeño de continuar robándole el territorio a los palestinos y con el fin de parar a los judíos de continuar asesinando a miles de palestinos, como lo han hecho en los últimos años, incluyendo la muerte de centenas de niños, los que fueron masacrados ex profeso para que el pueblo palestino deje de defenderse y acepte el robo de su país y de su cultura. 
Parece inverosímil que los judíos que aún padecen el trauma y complejo que les causó el régimen de Adolfo Hitler que intentó borrarlos de la faz de la tierra –por nefastos y perjudiciales para la humanidad no aria, como Donald Trump, para no ir tan lejos-, así lo dijeron los nazis en su tiempo, ahora ellos, con menos argumentos que los nazis, pretenden hacer lo mismo con los palestinos. El problema principal de los judíos no es que ciertamente una gran parte de la ciudadanía mundial, les guarde una distancia considerable, debido a la desconfianza que con o sin razón se les tiene sino que el Estado de Israel es el problema. Israel es una nación paria que nació, producto de un aborto de la ambición y la codicia y no de una necesidad básica. ¿Por qué lo digo? Porque Israel es una nación pequeña en tamaño y minúscula es su calidad humanitaria, ello hará -como lo está logrando con éxito inusitado- que día a día los judíos logren acumular más y más odio y desconfianza de los no judíos, los que son una inmensa mayoría en todo el mundo. 
El apoyo irrestricto que Trump pretende darle a Israel, va ser el último clavo en el ataúd de la judería, porque les acarreará desprecio y odio innecesariamente. Las comunidades judías ya gozan –en su mayoría- de las mieles del modernismo económico mundial, pero quieren más y Donald Trump los está haciendo más visibles, haciendo con ello que sea mayor la repulsión de los (guyin) -como los judíos llaman a los no judíos- hacia ellos, sus prácticas y sus costumbres. El Consejo de Seguridad de la ONU en su resolución 2334 explica claramente el ´por qué se han tomado esas medidas restrictivas y condenatorias contra un país que no ha respetado ni obedecido jamás a nadie en ningún señalamiento y condena de la ONU que representa a la internacionalidad. 
Texto de la resolución 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU. “Se condena a Israel por su flagrante violación de las leyes internacionales”. Los asentamientos judíos en territorios de Palestina, reiteran la exigencia a Israel de que ponga fin a sus actividades de ocupación del territorio que no le pertenece. Se obtuvo dicha resolución con todos los votos necesarios (14) salvo el de EEUU que fue abstención y no de veto como normalmente lo ha hecho para mantener a los judíos, por sus tropelías, actos de rapiña y crímenes de lesa humanidad, en la impunidad. 
El texto reafirma que El Consejo de Seguridad no aceptará ningún cambio a las fronteras acordadas en 1967, lo que incluye Jerusalén. En otras palabras, que para alcanzar una solución negociada, el Estado judío debe retirarse de toda Cisjordania, de Gaza y de Jerusalén oriental. Todo esto que es justo de suyo, Donald Trump pretende echarlo abajo –eso ha dicho- y con ello socavar cualquier solución pacífica a este conflicto producido por la codicia desmedida de la judería internacional. Cabe aclarar que quienes gobiernan Israel cual bestias hambrientas, ni siquiera son judíos. Son Khazars (Jázaros) convertidos a su conveniencia, principalmente venidos de Rusia, del Báltico y de Europa oriental, los que tienen por idioma la lengua o jerigonza que se denomina Ashkenazi, los que son utilizados por los financieros Rothschild, para hacer negocios pecuniarios con las guerras del Medio Oriente. EEUU lo sabe y lo permite porque le brinda la hegemonía sobre la zona del Cercano Oriente. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?  
Atenta y respetuosamente 
Augusto Hugo Peña D. 

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