Por fin tenemos otra oportunidad de sacar a patadas al PRI de la presidencia y de los estados que están disputando electoralmente.

Por fin tenemos otra oportunidad de sacar a patadas al PRI de la presidencia y de los estados que están disputando electoralmente.

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1378   Abril 20 del 2017  

Si los mexicanos no sacamos al PRI de los gobiernos en los tres niveles, la corrupción seguirá minando los cimientos del Estado mexicano. En Nayarit, el gobernador coludido con su fiscal en asuntos de drogas; en Coahuila, Moreira y Riquelme coludido y demandados por robo al erario; en el estado de México, Alfredo del Mazo dice que ni es amigo de Javier Duarte, cuando el ladrón de Veracruz le mandó a Toluca 40 millones de dólares.

Otra oportunidad como la del año 2 mil en que con Fox se logró expulsarlos de la presidencia. Lástima que Fox y su señora solo se dedicaron a robar y a imponer al espurio de Calderón. Ojalá que ahora si logremos echarlos para siempre.

Ya no podemos seguir engañándonos, el PRI y los priistas no tienen remedio; estos son los actores principales en el saqueo del erario y la entrega de nuestros recursos a la oligarquía y a las empresas trasnacionales, trastocando la viabilidad del país, tanto en seguridad nacional como en soberanía. Peña Nieto está en entredicho por el espinoso asunto de La Casa Blanca en Las Lomas que le obsequió su compadre Hinojosa, lo mismo que en otros asuntos más graves como lo son el de los sobornos de Odebrecht por 10.5 millones de dólares en PEMEX dirigido por su cuate, Emilio Lozoya, quien también se dice inocente cuando las pruebas lo condenan, y por sus ligas cercanas a gobernadores que están en la cárcel y de otros que andan en la fuga.

Peña Nieto al defender a Humberto Moreira encarcelado en España, no solo se embarró él personalmente sino que puso a nuestro gobierno en confrontación con el gobierno de EEUU que había sido el que pidió su detención y su extradición hacia EEUU, acusado de lavado de dinero, de robo al erario de Coahuila y a ligas con la delincuencia organizada, los Zetas. Todavía en nuestros días –abril del 2017- lo defiende y le permite que contienda por una diputación local para mantenerlo inmune a la ley, otros tres años. ¿Estará consciente Peña Nieto del daño que él mismo se hace y le hace a nuestras instituciones, otorgándole impunidad a Humberto Moreira? ¡Claro que lo sabe! Y no solo eso, pues con ello demuestra que existe cierto contubernio entre Humberto Moreira y él. Cuando menos eso es lo que nos deja ver.

¿Le seguirá apostando Peña Nieto a que los mexicanos todos son una sarta de pendejos, omisos de nuestros derechos y pusilánimes? Si así es, está muy equivocado. Los mexicanos hemos ido despertando de la modorra y dejadez que nos caracterizaban, hoy gracias a La Casa Blanca, a lo de Odebrecht, a lo de Ayotzinapa y Tlatlaya entre otros casos, nos hemos percatado de que en él no hay ni una brizna de bonhomía ni decencia, y que se le ha perdido toda la confianza y respeto. Estoy en lo cierto si digo que los mexicanos estamos seguros que existe un grado enorme de colusión entre Peña Nieto y Javier Duarte; entre Peña Nieto y Beto Borge Angulo; entre Peña Nieto y los hermanos Moreira y entre Peña Nieto y César Duarte, y esto independientemente de que somos sabedores a ciencia cierta que nos ha engañado con las reformas a la Constitución que ha intentado llevar a cabo, tanto en la laboral como en la educativa, la energética, la fiscal y otras. Sus intenciones son avisas y pérfidas, y por lo mismo no ha podido concretar ninguna de las reformas.

Ahora y por medio de un discurso que da lástima por falso y rastrero, Peña Nieto nos sale con el cuento de que con dos ex gobernadores en la cárcel, el mensaje a México es que se está acabando la impunidad. ¡Miente!... Si Peña no ha sido encarcelado por lo de Odebrecht y La Casa Blanca es que lo que le sobra a este régimen es la impunidad. Si Humberto y Rubén Moreira aún no han pisado la cárcel es porque la impunidad sigue imperando en México. Si Beto Borge y César Duarte andan libres disfrutando de lo que se robaron, es porque Peña Nieto los cubre con la impunidad y, si sigue insistiendo en sus reformas –todas ellas anticonstitucionales-, y se enterca en su nueva ley para mantener al ejército en las calles, es porque piensa que con el ejército puede alargar el lapso de impunidad y con ello perpetuar al PRI dentro del poder gubernamental.

No nos engañemos, el PRI y sus cómplices son la personificación de la impunidad, por lo mismo y otras cosas más graves, los ciudadanos tenemos que aplicarnos en sacar al PRI del gobierno en todos los niveles. Es difícil no lo niego, pero es posible, de ahí que tenemos por lo pronto en este año 2017, la oportunidad de sacar a patadas al PRI de Nayarit, Coahuila y el estado de México de los gobiernos estatales, y en Veracruz de todos los municipios. Solo hay que esperar al 4 de junio para votar en su contra y ya por la noche de ese día, gozar del hecho que hayamos podido sacarlos de estos gobiernos y, en el 2018, expulsarlos de la presidencia de la república, desde donde Peña Nieto ha hundido a México y a los mexicanos en la miseria. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?  

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Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

Ah.pd@hotmail.com