Los mayores haberes con los que cuenta el PRI son la compra de votos y el contubernio que sostiene con el INE
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1356 Abril 1º del 2017
Mientras el contumaz priista y secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong les dice a los integrantes de la Asociación de Tribunales y Salas Regionales Electorales de México que hay que consolidar la democracia en nuestro país a partir del estricto cumplimiento de las leyes electorales, los priistas en Coahuila, estado de México, Nayarit y Veracruz, andan como locos repartiendo tarjetas de débito, despensas y demás chucherías, y comprando votos.
Los mayores haberes con los que cuenta el PRI son la compra de votos y el contubernio que sostiene con el INE, y en su contra tiene a dos buenos opositores, el PAN y MORENA, más el inmenso odio y repudio que les dispensan los ciudadanos. En eso ciframos la esperanza de poder sacudirnos de esta caterva de vividores. Esperemos a ver que nos dicen las elecciones en junio 4
Así se las gasta Osorio Chong, de ese tamaño es su contumacia, y lo grave es que no solo él dentro del PRI se dedique a desnaturalizar la legalidad electoral sino que todos los miembros del gabinete lo hacen e incluso la esposa de Peña Nieto ya le entró a la campaña de dar regalitos a la gente jodida para ganar las simpatías de los hambrientos a favor del PRI. Más grave aún es que los miles de millones de pesos que cuestan esos regalitos, provienen en parte de los programas para combatir la pobreza y el hambre, y en mayor proporción, devienen de dinero abiertamente robado del erario federal y de los estados en donde el PRI gobierna.
Esta euforia mostrada por el PRI contraviniendo las reglas electorales, muestran el tamaño del miedo que les embarga por el riesgo que corren si pierden en las elecciones de este año, porque si resultan vencidos por la oposición y la voluntad ciudadana este año 2017, en el 2018, les será arrebatada –y con justa razón- la presidencia de la república. El problema que enfrenta el PRI es enorme porque han acumulado en solo cuatro años de gobierno de Peña Nieto tanto odio y repudio de los ciudadanos, que la lógica habla por sí sola. Solo los priistas que son beneficiarios de este sistema procaz de un gobierno inepto y corrupto, sus cómplices dentro del sector empresarial y los pobres miserables que están listas a vender su sufragio, empujados por la desesperanza que el hambre les ocasiona, son quienes votarán por el PRI.
El PRI de Peña Nieto ya no cuenta como antaño con oradores brillantes que envolvía con sus discursos, a sus escuchas, en nubes que los transportaban al país de las maravillas aunque de hambre estuviesen muriéndose, hoy el priista por regla es majadero y lerdo y si en algo ha superado a los priistas de antaño es en robar, en engañar, en mentir, en su ineptitud y contumacia y solo hay que echarle un ojo al discurso reciente del presidente del PRI actual, Enrique Ochoa Reza, quien sin nada sustancioso que decir, se aventó la puntada de decir que en Veracruz el PRI no perdió sino que Javier Duarte es el único perdedor. ¿Qué acaso el PAN no se hizo del gobierno de Veracruz? Y no solo eso, sino que el PAN aliado con el PRD le arrebataron al PRI siete gobiernos el pasado mes de junio, y este próximo junio las cosas les pintan muy mal. Por ello están tan temerosos y han perdido la serenidad –como se los espeta a la cara López Obrador- y en lugar de hacer propuestas y enderezar el rumbo equívoco, se han dedicado de tiempo completo a denostar a sus opositores políticos y a comprar votos a lo loco, a lo pendejo y con dinero robado.
Cuando Julio César dijo al cruzar el río Rubicón para irse contra Roma e imponer una dictadura: “La suerte está echada”, sabía que no había manera de hacerse para atrás, y que el triunfo, a cualquier precio y de cualquier forma y manera, tenía que llevarse a cabo, el PRI en estos momentos de desesperación, puede ser que ya haya cruzado el Rubicón y esté presto a instaurar a cualquier precio y de cualquier forma, una dictadura para continuar mamando de la ubre del poder que está a punto de perder. Militarizar “legalmente” por medio de una Ley de Seguridad Interior, y eso es lo que desesperadamente está haciendo, urgiendo al Congreso para que se la apruebe, de tal suerte que si lo logra, la suerte estaría echada, porque Peña Nieto “legalmente” con dicha ley y el ejército a su servicio, haría lo que se le pegue a su regalada gana.
Esta Ley, la de la Seguridad Interior, me parece que es el único camino viable que le queda al PRI para seguir gobernándonos. Ese es el riesgo que corremos los ciudadanos por tener un gobierno de tan ínfima catadura que destaca por albergar en su seno a los peores mexicanos, quienes no tienen límites en su voracidad por hacerse de lo ajeno, sabiendo que hay más de 70 millones que viven en la pobreza y que 28 millones de ellos, incluso, tienen déficit alimentario, condenando con ello a México y a los mexicanos a un subdesarrollo socioeconómico y político, mientras unos cuantos de ellos, –Peña Nieto entre estos en su Casa Blanca de más de 7 millones de dólares- viven como marajás y a costa de los más pobres. No comamos ansias, esperemos a ver que nos dicen los comicios la noche del 4 de junio próximo. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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