La obtusa insistencia de Peña Nieto en hablar de “sus grandes logros”
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1386 Abril 25 del 2017
La obtusa insistencia de Peña Nieto en hablar de “sus grandes logros” cuando México se desmorona ante la corrupción emanada de su gobierno y su mendaz actitud que niega todas las realidades, empezando con el hecho que el Estado mexicano es el responsable de la desaparición de los 43 de Ayotzinapa, nos dejan ver a este gobierno en su plena decadencia.
EL PRI no siempre fue un cúmulo de excremento y una cueva de bandidos como hoy lo es. Tuvo tiempos de gloria durante 56 años, desde Lázaro Cárdenas hasta López Portillo. Claro que sí robaban pero con cierta moderación, pero sabían gobernar, prueba de ellos es que México creció durante ese lapso a más del 6% anual del PIB. Hoy lo hace entre el 1.7% y el 1.9%.
Nadie en su sano juicio podría negar, que México se revuelca en el miasma de un gobierno y una clase política mendaces que niegan en todo discurso la realidad en que viven 122 millones de mexicanos mal gobernados por procaces pandillas de malhechores que se dicen políticos, los que a todas luces tratan de desviar la percepción de los mexicanos hacia otros puntos adornados con oropel, con el fin de ocultar a la verdadera delincuencia organizada que es la que está mandando al traste todas las posibilidades de desarrollo y progreso del país. Me refiero a la delincuencia organizada desde el seno de este gobierno presidido por el más obtuso y mendaz de los de su clase, un Peña Nieto que enarbola un plañir “institucional” porque la ciudadanía le niega toda brizna de credibilidad. Cuestionémonos, ¿Cómo podremos creer en este presidente que un día sí y otro también, solo engaña, roba, miente, y con ello hunde a México en la miseria?
Podríamos hablar de Javier Duarte, de Borge Angulo, de César Duarte, de La Casa Blanca que le regaló su compadre Hinojosa, de los 10.5 millones de dólares que le dieron de soborno a Emilio Lozoya, el director de PEMEX por otorgarle contratos a ODEBRECHT, la empresa brasileña de Marcelo Odebrecht quien ya está condenado en Brasil por sobornar con miles de millones de dólares a políticos de otras tantas naciones, entre ellas, México. La ley en México se torció por el propio Peña Nieto, pero hoy hablaremos de la relación de Humberto y Rubén Moreira con Peña Nieto y su partido, el PRI, partido que se ha convertido en una cueva de bandidos y en un cúmulo de mierda. De esa relación procaz nos ocuparemos.
Peña Nieto quien ya estaba designado por el dedo de Carlos Salinas para ocupar la presidencia, recurrió a varios gobernadores, entre ellos a Humberto Moreira, para que se hicieran de dinero en cantidades enormes, cuasi fabulosas, mediante fraudes cuantiosos al erario de sus estados, con el fin de apuntalar con dinero para la compra de votos y voluntades de la gente más jodida para lograr alcanzar el triunfo en el 2012. Humberto Moreira, es uno de los que mejor se aplicó para robar dinero del erario de Coahuila y por ello se le premió con la presidencia del PRI, del que pronto tuvo que renunciar porque se le descubrieron sus cuantiosas raterías, las que según una denuncia presentada ante la PGR, suman poco más de 34 mil millones de pesos, de los que envió a Toluca a las manos de Peña Nieto, sumas que rondan entre los 13 y 14 mil millones de pesos, dejando a Coahuila con una deuda impagable en más de 50 años. De ahí deriva que Peña Nieto lo haya defendido para rescatarlo de las leyes de España y EEUU, cobijándolo con la impunidad.
Peña Nieto sabe que si Coahuila cae en manos de otro gobierno que no sea el PRI en estas elecciones del 4 de junio, Humberto Moreira y su hermano Rubén, su cómplice y encubridor, ambos hermanitos rateros, podrían parar en la cárcel. Lo sabe porque les envió a uno de sus confianzas para apurarlos a que se dejen de pleitos entre sí, diciéndole a ambos, que si se pierde Coahuila ante el candidato del PAN, Guillermo Anaya, van a ir contra ambos –con todo- y podrían parar en la cárcel. Este dicho sobre ese recado que les manda Peña Nieto al par de rateros de los Moreira, no es un mito, es una realidad hecha pública, mostrándonos con ello que hay los elementos suficientes para dudar de la probidad de Peña Nieto y para negarle todo respeto y credibilidad. De el contubernio entre Peña Nieto y de los Moreira es de lo que hay que hablar.
El PRI no siempre fue un cúmulo de mierda como hoy lo es, y tampoco una cueva de bandidos, tuvo sus años de gloria. No quiero decir que no robaban, lo hacían con cierta moderación pero sabían gobernar, prueba de ello es que lograron hacer crecer a México a más del 6% anual en el (PIB) Producto Interno Bruto, durante 56 años, desde el gobierno de Lázaro Cárdenas, hasta el de José López Portillo, 8 sexenios en que México se desarrolló y progresó como nunca, en los que la pobreza se abatió más del 50% y el analfabetismo disminuyó del 67% al 16%, y fue hasta el arribo de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas, cuando nuestro país empezó a hundirse hasta hoy en donde se encuentra, gobernado por Peña Nieto, el peor de todos, quien tornó la democracia en la kakistocracia (el gobierno de los peores) y peor aún, en una cleptocracia (el gobierno de los rateros, los ruines y los cínicos). La colusión entre Peña Nieto y Humberto y Rubén Moreira no me puede desmentir. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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