Mientras en Nayarit, el estado de México, Coahuila y Veracruz más del 60% de los niños viven en extrema pobreza, los políticos viven a la inversa, con una riqueza enorme, que de hecho es inexplicable.
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1377 Abril 18 del 2017
Mientras en Nayarit, el estado de México, Coahuila y Veracruz más del 60% de los niños viven en extrema pobreza, los políticos viven a la inversa, con una riqueza enorme, que de hecho es inexplicable. Esos niños condenados por las ratas que gobiernan, tendrán una juventud delincuencial, y a quienes mejor les irá, trabajarán de payasitos, en los cruceros viales.
Los mexicanos, gracias a los gobernadores rateros y a Peña Nieto claramente cómplice y encubridor, ya vamos de gane, Nayarit, Coahuila y el estado de México los perderá, y Peña Nieto y el PRI se desmoronarán sin duda. El PAN en Coahuila y Nayarit promete meterlos a la cárcel y que devuelvan lo robado, MORENA que ganará el estado de México, no se ha pronunciado aún.
Veracruz tiene más de 8 millones de habitantes, un 68% son jóvenes y niños, más de la mitad de ellos viven en los linderos de la pobreza y la miseria, condenados a un futuro que rondará entre la delincuencia y la indigencia. Nada más para darnos una idea de lo que se robaron Javier Duarte y sus cómplices, con esos 34 mil millones –eso se calcula- arrebatados al erario, más de la mitad de estos niños en miseria, ´podrían tener un hogar, un sustento alimenticio, salud asistida y escuela digna que les proporcione una educación suficiente para sortear su futuro y el de sus familias.
En Coahuila hay menos niños y jóvenes en miseria porque hay menos habitantes –menos de la mitad que en Veracruz- y Humberto Moreira en complicidad con su hermano Rubén y otros funcionarios, -entre los que se encuentra Miguel Riquelme- se robaron más de 32 mil millones de pesos. Esta cifra está perfectamente documentada y se han presentado denuncias ante la Procuraduría General de la República, la que está en manos de uno de los cuates más cercanos de Peña Nieto y del PRI, de quienes ha sido su abogado. Los Moreira no pueden fugarse a Guatemala o Costa Rica porque EEUU los reclama por lavado de dinero robado del erario, por ligas con el narcotráfico y otras linduras como crímenes de lesa humanidad y crimen de Estado, por lo que su única defensa –momentánea- es buscar ingresar al Congreso como diputados o senadores o aspirar –como ya lo están haciendo tres hermanos de Rubén Moreira- a una diputación local.
Se podría pensar que las piedras más filosas en el zapato de Peña Nieto son Javier Duarte, Borge Angulo, Yarrington o César Duarte. No, no es así, crímenes y fraudes al erario perpetrados por Humberto y Rubén Moreira, lo tienen sin dormir, igual que los sobornos que Odebrecht otorgó a Emilio Lozoya –cómplice de Peña Nieto- como director de PEMEX, les otorgó contratos superiores a los 40 mil millones de dólares, sin licitación de por medio, a cambio de muchos miles de millones de dólares, y no de 10.5 como se ha señalado. Por más que Peña Nieto quiera encubrir, con el manto de la impunidad a los Moreira y a Lozoya Austin, a fin de cuentas no lo logrará porque el PRI junto con él, se están desmoronando. Las elecciones en Nayarit, Coahuila, el estado de México y Veracruz las va a perder el PRI y ello será la puntilla contra Peña Nieto y sus cómplices.
El PAN que va a ganar en Nayarit y Coahuila, ha prometido que meterá a la cárcel a los ladrones y hará que regresen lo que se robaron, si lo logran o no, está en veremos, pero lo más seguro es que Peña Nieto se encuentre al igual que los de su banda, al borde de la cárcel. Bueno, esto es lo que los mexicanos –una inmensa mayoría- veríamos con buenos ojos.
El pronóstico más acertado sería que Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco, dadas las circunstancias que prevalecen actualmente, para el 2017, ya fumaron faros, y para el 2018, el PRI dejará por largo tiempo ser quien gobierne el país, o mejor dicho, quien desgobierne y robe a la ciudadanía. Por lo pronto, lo único que hay que hacer de parte de los ciudadanos, es salir a votar el próximo 4 de junio, y le demuestre al PRI y a los partidos cómplices, que el hartazgo llegó para quedarse y, que por ninguna circunstancia se vuelva a confiar en el Revolucionario Institucional. No solo el asunto de los gobernadores rateros serán la causa y puntilla para la deseable debacle del PRI, también inciden los casos de La Casa Blanca que el compadre Hinojosa le regaló a Peña Nieto a cambio de favores corruptivos y corruptores, al igual que lo de Ayotzinapa y Tlatlaya entre otros.
Podemos contemplar, gracias a todos estos fraudes y crímenes de Peña Nieto y su banda de malhechores, otro panorama promisorio para el futuro de México, de sus instituciones y de los mexicanos, solo reitero, hay que salir a votar en junio 4, con ello los ciudadanos cumplirán el sueño de ver al PRI y a los priistas, lejos del dinero del pueblo, de la gente que los ha tenido que soportar y cargar sobre sus lomos, más de 80 años. ¡Ya basta!... Fuera los Moreira, los Duarte, los Borge Angulo, los Riquelme y los Peña Nieto. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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