Es de dar gusto que un general -Jorge Carrillo Olea- saque la cara por nosotros
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 941 marzo 26 de 2016
Independencia y Democracia, ¿qué son y cómo fue que las perdimos? Hoy, solo nos queda el tiempo de meditar un poco y actuar un mucho, se acabaron los lamentos estériles. Las acciones, son las que hacen falta, salgamos a votar por independientes de los partidos; ellos, todos desde el PRI hasta el Verde, el PAN, el PRD, Panal, etc., están podridos, rescatemos la democracia, salgamos a recuperar a México, seamos de nuevo independientes.
Mientras el general Salvador Cienfuegos, secretario de la defensa hace todo lo que está de su parte para enredar la justicia en México, encubriendo a “sus soldados” de crímenes de lesa humanidad, otro general mucho más inteligente, más patriota y especialista en inteligencia militar y de Estado, fundador de CISEN, Jorge Carrillo Olea, escribe sobre la independencia de México, no sobre esa independencia de 1810, la de Miguel Hidalgo, Morelos, Allende, Guerrero y una pléyade de patriotas que perdieron su vida por hacer de México una nación independiente, sino de la independencia que en la actualidad debemos abrazar y alcanzar para sacudirnos a estos gobiernos, a estos partidos, a estos bandidos, asesinos y corruptos.
Hoy podemos aspirar a una verdadera Independencia Nacional, ganando puestos de sufragio popular o impulsando a candidatos –independientes de los partidos- a alcanzar poco a poco espacios administrativos, políticos y populares, para ir abriendo las puertas a la Independencia Nacional efectiva. Porque si algún día la tuvimos, la perdimos con Álvaro Obregón en 1920 cuando este malhadado se adueñó de un poder que dominó las instituciones nacionales y de la sociedad. Enredó leyes, violó la Constitución con cañonazos de 50 mil pesos, y asesinando a sus opositores.
El general –en retiro- Jorge Carrillo Olea, cree que son muchos los obstáculos que hay que afrontar si uno se convierte en independentista, porque al aspirar a puestos de elección popular que van desde diputaciones locales hasta la de la presidencia de la república, habrá que enfrentarse a fuerzas formidables aceitadas con una inmensa cantidad de dinero sustraído del erario para ese fin, y a mentes perversas que se han convertido en adictos al poder por el poder, y a los bienes ajenos. Enfrentarse a esta canalla, a lo peor, a lo más violento, corrupto y corruptor, es en verdad una tarea formidable que debemos asumir, si es que en verdad queremos la Independencia Nacional, la nueva independencia del México actual y el de nuestros hijos.
Dice el General Carrillo Olea que este sistema político –el que nos tiene secuestrado- “está centralmente representado por el propio presidente de la república, los partidos formales, en lo particular por PRI, PAN y PRD, encabezados por sus comités ejecutivos nacionales, y en lo local por los gobernadores, sin detrimento de la membresía del dinero, la iglesia, ciertos medios de comunicación y corporaciones sindicales. Este es el poder que dominó la política y la sociedad mexicana desde 1920. Esto fue con la elección de Álvaro Obregón.”
“El establishment está impedido de patrocinar ideas atractivas sobre las grandes impaciencias sociales, y de todo aquello que ha colmado su indignación, incredulidad y desesperación.”
Y el general agrega: “Todos los partidos –del establishment- muestran estigmas recientes que los deberían hacer callar sobre seguridad y justicia, honestidad, eficiencia, política exterior o derechos humanos. De hacerlo saltarían Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, Veracruz, Tamaulipas, Coahuila, Guerrero, el tren bala a Querétaro, La Casa Blanca, San Fernando, los moches, Montiel, Moreira y decenas más de personajes alojados en el régimen.” Reitero: Mientras el general Salvador Cienfuegos hace todo lo que está de su parte para enredar la justicia para encubrir a “sus soldados” de crímenes de lesa humanidad, otro general más inteligente y patriota opina que es tiempo de buscar por medio del sufragio, una nueva Independencia Nacional, y ya no de España, sino de la pandilla de connacionales antipatriotas coludidos con la oligarquía y el capital extranjero y que nos tienen prácticamente secuestrados. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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