El Cardenal Norberto Rivera tontamente se confronta con el Papa Francisco
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 933 marzo 11 de 2016
Norberto Rivera Carrera, arzobispo de la Cd. De México y un grupo obispos y arzobispos, desde el semanario “Desde la Fe” confrontan al Papa Francisco, tildando sus observaciones como “Palabras improvisadas que corresponden a malos consejos de gente cercana a él” Esta falta de respeto al Papa y el historial de encubridor de pederastas, le dejan solo la renuncia a Rivera.
Lo único cierto es que el cardenal y arzobispo primado de México Norberto Rivera Carrera no es muy inteligente, lo ha demostrado infinidad de veces a lo largo de su azarosa carrera en la que hasta Guillermo Schulemburg quien negó la existencia de Juan Diego habiendo vivido más de 30 años como príncipe a costa de las limosnas de la basílica de Guadalupe, también se pitorreó de él, fue correligionario de Norberto Rivera y muy allegado, igual que otro vivales de la iglesia católica mexicana; el obispo Onésimo Cepeda, de la diócesis de Ecatepec, lo mismo que Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Guadalajara y cardenal, más otros obispos y arzobispos que solaparon curas pederastas. Luis Morales Reyes, arzobispo de San Luis entre ellos, fue cómplice y activo en esta aberración. Muy probablemente muchos de estos obispos incurrieron en este tipo de degenere, afectando la vida, síquica y moralmente, de infinidad de niños, de jóvenes y de sus familias.
A través del medio informativo de la arquidiócesis “Desde la Fe” de la Cd. De México -aunque lo niegue- el cardenal Rivera se pronunció contra el Papa descalificando sus dichos en los que presionó a los obispos de México, conminándolos a pelear como hombres y a dejar de vivir como príncipes. Esto lo dijo en la catedral metropolitana frente a Rivera y decenas de obispos. Posteriormente, en el avión de regreso, el Papa Francisco dijo “que los obispos que hubiesen solapado a los curas pederastas, los que luego de ser acusados, solo los cambiaron de parroquia, deberían renunciar.” Los que deberían renunciar son muchos, uno de ellos quien más ha incurrido en tapadera de curas pederastas es el propio Rivera Carrera. En complicidad con el cardenal Mahony de California, encubrió a Nicolás Aguilar y a otros muchos curas pederastas. A cambio de algo de dinero se hizo de la vista gorda, encubrió a Marcial Maciel, demostrando que la autoridad de la iglesia se vende por componendas como si fuese entre agentes de vialidad e infractores.
La confrontación y reproche al Papa fue así: el cura Hugo Valdemar es el director del semanal “Desde la Fe” y en su editorial fue duro contra el Papa, por supuesto que Rivera Carrera no solo le autorizó sino que lo indujo a escribir contra Francisco, veamos: Argumentando cuestiones por demás sesgadas, el artículo dice, “(…) ¿Por qué tratar de demeritar el trabajo de los obispos mexicanos (…)? ¿O será que las palabras improvisadas del Santo Padre responderían a un mal consejo de alguien cercano a él? ¿Quién mal aconsejó al Papa?”.
Dos cosas son ciertas. Una.- Qué el Papa Francisco está bien informado, si no, preguntémosle al obispo de Saltillo Don Raúl Vera. Y dos.- Que el arzobispo primado de México y cardenal, Norberto Rivera Carrera y una docena –cuando menos- de obispos y arzobispos, mexicanos, deben de renunciar y para ello, deben de pelear como hombres –se los dijo el Papa- contra su propia conciencia, con ética, decencia y sentido común, la iglesia no es cueva de maleantes.
Norberto Rivera Carrera y su vocero Hugo Valdemar se han convertido en un lastre muy pesado que la iglesia debe expulsar para que no sigan dañando la imagen de la institución. Hace 35 años, según la iglesia, un 94% de los mexicanos eran católicos, hoy según expertos, solo el 69% lo son. Esta pérdida de fieles ante otras iglesias y ante el consumismo brutal que es una fábrica de descreídos, solo se remediará si las autoridades eclesiásticas hacen uso de filtros de ética, entrega total de amor al prójimo y absoluto respeto, humildad y obediencia a la iglesia tanto como a sus designios de parte de obispos y sacerdotes. Pero antes… reitero, debe de echar por la borda ese lastre –Rivera Carrera, decenas de obispos y centenas de sacerdotes pederastas- que han hecho tambalearse a la iglesia católica peligrosamente como la casa de Dios. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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