miércoles, 9 de marzo de 2016

Desde hace 35 años y desde la presidencia se conspira contra el Estado

Desde hace 35 años y desde la presidencia se conspira contra el Estado


AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO    Dossier ahpd 919   febrero 28 de 2016

Desde el 1º de diciembre de 1982 hasta hoy 28 de febrero del 2016, cinco sexenios y medio, los presidentes han y siguen conspirando contra el soberano –el pueblo de México- para adueñarse de su voluntad y sus bienes; lo hacen de la mano de la oligarquía nacional y las trasnacionales, y el Quid es: ¿Seguiremos los mexicanos permitiéndoselos?... ¿Y, hasta cuándo? 
Es un hecho que desde la presidencia de la república y en principio desde la secretaría de Programación y Presupuesto y hoy desde la Secretaría de Hacienda, se conspira contra el soberano (el pueblo) y contra el Estado Mexicano, sin embargo el soberano (los mexicanos) no hacen nada ni siquiera lo mínimo necesaria para evitar que el Estado Mexicano se convierta en una entidad dependiente de los designios de Washington, de sus trasnacionales y de la oligarquía mexicana, y el gobierno –desde del de Miguel de La Madrid hasta el de Enrique Peña Nieto- opera, sin serlo, como si fuese el Estado Mexicano y como si viese por los intereses del soberano, el pueblo de México, de usted y yo, de todos nosotros los mexicanos, cuando no es así precisamente. 
Conspiración es una palabra fuerte, e indica que es la unión de fuerzas múltiples o de una solitaria para derrocar a la autoridad legal de un Estado, el gobierno, sin embargo en este caso aquí en México y ahora, la conspiración implica que fuerzas múltiples –gobernantes, políticos de partidos, funcionarios públicos, plutócratas y oligarcas, medios de comunicación, etc.- conspiran contra el soberano, el pueblo, o sea, contra usted, contra mí y contra los demás connacionales que conformamos la medula del Estado Mexicano y del por qué, México es o debiera ser una nación y un país soberano. En suma, esta conspiración que lleva a cabo el gobierno de Peña Nieto está en vías de concretarse y poco hemos hecho para impedirlo. 
Muestras fehacientes de que esta conspiración es cierta, son la reforma educativa y la evaluación de maestros que no llevan a ninguna parte que mejore la calidad de estudios ni al beneficio educativo de alumnos y maestros sino al control del magisterio y del alumnado con fines aviesos para eternizar el estado de cosas que sin pausa, paulatinamente, están deteriorando el Estado Mexicano. Y, las reformas fiscales que solo favorecen al segmento de más poder económico del país y va contra los intereses de los que menos tienen. Y, la reforma energética que no ha sido más que la entrega inmisericorde del renglón más estratégico con el que México contaba, a oligarcas nacionales y a trasnacionales. Y, la reforma política que no es más que un galimatías que exprofeso fue armado en los hechos y en los discursos para engañar a los mexicanos, robarle su bien más preciado y entregárselo a unos cuantos privilegiados del sistema político empresarial nacional y a empresas extrajeras. 
Si la actitud del gobierno de Peña Nieto no fuese conspirativa, ¿por qué ocultar la responsabilidad del gobierno, que no del ESTADO, en la matanza y desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero?... ¿Para qué evitar que sean interrogados los militares que fueron testigos de dicho crimen?... ¿No es acaso también conspirativo que el gobierno de Peña Nieto defienda ante tribunales españoles al pillo consuetudinario que es Humberto Moreira? 
También es una acción conspirativa que Peña Nieto se coluda con empresarios para ser beneficiado con premios de 7 millones de dólares como lo fue La Casa Blanca de Las Lomas que le fue obsequiada por el señor Hinojosa, dueño de la constructora Higa, y más aún que el propio Peña Nieto conspire contra el Estado y contra el erario (La Hacienda Pública) nombrando a un secretario de una institución ya desaparecida (Secretaría de La Función Pública) a uno de sus amigos –Virgilio Andrade- para que precisamente sea él quien lo exonere de toda culpabilidad 
Más aun es de hecho una conspiración por consumar que por órdenes de Peña Nieto, Rubén Moreira y el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme, intenten por enésima vez privatizar el servicio del agua potable de La Laguna de Coahuila (SIMAS) a una empresa, Aguas de Barcelona que es de una asociación de judíos israelitas, David Korenfeld y Carlos Salinas de Gortari, con fines clarísimos, expoliar financieramente al erario de los municipios laguneros y del estado de Coahuila y mantener el control de la población con varios fines, dos de ellos el hegemónico y el electoral.  
Para finalizar pregunto: ¿Si uno o varios mexicanos conspiran contra el Estado Mexicano y contra el soberano que es el pueblo, podríamos tipificar este delito o ilícito como traición a la patria, o simple y llanamente como un peculado? O, ¿usted qué opina, apreciable lector? 
Bernard Shaw dijo: “Los pañales sucios como las políticas, los políticos y los sistemas políticos podridos, hay que cambiarlos, y cuanto antes mejor”  
Atenta y respetuosamente 
Augusto Hugo Peña D. 
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Se acabaron las precampañas y sigue una cuarentena. El saldo fue como se esperaba, las encuestas marcaron las preferencias para cada una de las coaliciones.

Se acabaron las precampañas y sigue una cuarentena. El saldo fue como se esperaba, las encuestas marcaron las preferencias para cada una de...