¿Debemos mortificarnos por cuanta jalada se le ocurre proferir a Trump?
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 929 marzo 10 de 2016
Hace tiempo en un pueblo de Jalisco, Sayula es el lugar, tierra de leyendas, de ánimas y de Apolonia Aguilar, trapero de profesión, se sufría de una crisis de moral, de ética profesional política y socioeconómica y, de una serie de problemas derivados del deterioro de la calidad de vida de sus habitantes, –más o menos como acontece y está sucediendo en todo México hoy, y debido a la clase ínfima y procaz del gobierno, el que para nuestro Mal fario, padecemos- El cura y el alcalde del pueblo se pusieron de acuerdo ingeniosamente y de forma un tanto “obligatoria” para que la ciudadanía, incluyendo políticos, militares y religiosos, no fuesen inmorales. El 1er. intento del cura fue por medio de un sermón en el púlpito, arengando que: “De hoy en adelante a todos los cornudos del pueblo les echará a la laguna para que se ahoguen.”
Uno de los fieles que escuchó el sermón llegó a su casa cavilando y mostrando una preocupación inusual. La esposa le pregunta lo que le sucede. Él le cuenta lo que el cura mencionó en su sermón sobre de que a todos los cornudos los echarían a la laguna para que se ahogaran. La señora se rió para inyectarle confianza, alentándole: Tú por qué te mortificas. ¿No sabes nadar acaso?
Lo mismo que le dijo su esposa a este habitante de Sayula, les digo a mis lectores. ¿Para qué hemos de mortificarnos por lo que Donald Trump diga sobre construir un muro y que además lo vamos a pagar nosotros? Les aseguro que si construye un muro y nos hace pagar por ello, que nos valga madres. Más nos cuesta cada sexenio el gobierno, y en cada sexenio solo agachamos la cabeza. En el café entre los cuates solo despotricamos contra el gobierno porque no tenemos “talentos” y somos pusilánimes. Quienes deben de mortificarse son los sátrapas que dicen que nos gobiernan, que a México lo están moviendo, y que todo marcha de maravilla.
Si Trump llega a La Casa Blanca y construye el muro y además nos regresa a 12 o 14 millones de mexicanos, nos haría un gran favor y también obligaría a los negros que no trabajan a que lo hicieran, y a los blancos viciosos, ignorantes y racistas que son más en número que los mexicanos expulsados, a ocupar los puestos que dejarían vacantes nuestros coterráneos. Para suplir a un mexicano en EEUU, en cualquier puesto de trabajo, más aún en el campo, se requieren dos blancos y un negro, ¿de dónde los van a sacar?... Tendrán que traerlos de Irak, Afganistán, Siria o Libia, de sus bases militares marítimas y terrestres que tienen por todo el mundo. Además no pueden traer a los cientos de miles de mercenarios que andan por todo el mundo jodiendo al próximo para darle sustento al imperio yanqui… Por ello, eso no va a acontecer.
¿Y en México que va a suceder? Lo primero es que el gobierno se va a desmoronar. El PRI y el PAN, Panal, PRD, Verde y otros chiqueros y lupanares que se dicen partidos políticos, van a colapsar. Los muchos millones de mexicanos que retornen a México ya tienen otra idea de cómo se trabaja, de cómo se gobierna, de cómo funcionan las leyes y de cómo sacudirse las lapas y Pthirus pubis que son, ni más ni menos, nuestra clase política. Ellos son los que nos van rescatar y van a rescatar a nuestro país de los sinvergüenzas, ineptos, corrupto y procaces políticos y funcionarios públicos. Y también pasarán por un nuevo aro de razones a los patrones hambreadores.
¿Y luego? Sí, y luego que las aguas retomen su nivel y la calma llegue a los mexicanos, la nueva clase política mexicana tendrá que pactar de nuevo con Washington, nuevas formas de expolio más humanas, porque de algo hay que estar ciertos, de que nos podremos sacudir al gobierno de México sí, pero al de EEUU nunca. Si quieren construir el muro, lo harán, y si nos obligan a pagar el importe de ese muro, lo pagaremos, ¿o acaso tenemos “argumentos” para no hacerlo?
Si un candidato a la presidencia de EEUU habla, y más cuando habla como Trump, la prensa del mundo lo replica. En este caso México y los mexicanos somos exhibidos como lastre para Estados Unidos. El prestigio de México, de nuestro gobierno y probablemente de los mexicanos –por pusilánimes y agachones- quedó por los suelos por los casos de Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán y particularmente por lo de La Casa Blanca de Peña Nieto en Las Lomas, adquirida feamente, pero la campaña política emprendida por Donald Trump amparada en falsedades o verdades, da igual, nos ha exhibido como un pueblo de parásitos que no sabemos valernos por nosotros mismos, y la culpa no solo es del gobierno sino de todos nosotros que hemos soportado por mucho tiempo esta clase de nefandos gobiernos. O… ¿Usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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