miércoles, 9 de marzo de 2016

¿Callarse y agacharse cuando abusan de nosotros no es acaso autodresprecio?

¿Callarse y agacharse cuando abusan de nosotros no es acaso autodresprecio? 


AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO    Dossier ahpd  928      marzo 8 de 2016

Todo México se encuentra inmerso en una maraña de corrupción gubernamental derivada de la ineptitud y mala fe de quienes se dicen gobernantes, pero no me equivoco ni un ápice si aseguro que La Laguna está peor en todos los sentidos de la administración y la cosa pública. Nos gobierna una verdadera pandilla, la de Montemayor, los Moreira y Miguel Ángel Riquelme. 
El estudios sobre el arsénico en el agua y la leche en La Laguna que mandó hacer Humberto Moreira –te decía en la primera parte de este escrito- no fue hecho público con el fin de ayudar a su amigo Eduardo Tricio Haro, CEO de LALA y principal accionista, y para darse el tiempo de solucionar el problema de la contaminación del agua potable distribuida por SIMAS bajo la responsabilidad del municipio tanto como del estado. Después de dicho estudio se estableció en privado entre Moreira y sus allegados, colocar en cada pozo que surte de agua potable a La Laguna de Coahuila los filtros en número y calidad suficiente para que el líquido vital potable llegase a los hogares con 8 o menos microgramos del mineral no metálico-el arsénico- por litro, cosa que a 7 años de ese estudio el problema sigue igual y probablemente peor. 
Como veo las cosas con los Moreira y con Miguel Ángel Riquelme, –ya no con Eduardo Olmos en la alcaldía- de los 75 filtros que se requerían colocar y verificar su buen funcionamiento, aún no se han instalado ni 20 siquiera. ¿Qué nos dice esto? Que a Riquelme y a Moreira, la salud de los laguneros les vale un cacahuate. Desvían sumas enormes de dinero hacia el PRI y hacia sus bolsillos y los de sus cómplices; nos iluminan a medias con las nuevas luminarias facturadas en más del doble de su costo real; gastan una millonada en comprar a los medios de comunicación y en jaladas como las de Moreleando y el Teleférico que no sirven más que para dos cosas, para nada y para maldita la cosa. 
Riquelme ya se siente gobernador y Rubén Moreira duerme tranquilo pensando que en Riquelme tiene una tapadera igual qué él que sirvió de encubridor de todas las trapacerías de su hermano Humberto. Respecto al desvío de dinero público en que puedan incurrir Moreira tanto como Riquelme, los diputados locales ya están debidamente maiceados al igual que los jueces y magistrados, y pienso que también los secretarios de salud, el de Coahuila y el de Torreón, tienen tantos compromisos o componendas con Moreira y Riquelme que difícilmente los ciudadano podemos defendernos de ellos, pero tenemos el recurso de no callar, de hacer públicos todos los abusos de esta caterva de seudo políticos acostumbrados a hacerse de lo ajeno. 
Para finalizar te pregunto, ¿tienes miedo de lo que te pudiese suceder si señalas con tu voz o tu pluma todas y cada una de las anomalías que has detectado de este gobierno? Yo temo y espero que tú también estés temeroso, pero no guardes silencio. En efecto, hay riesgos pero eso es lo mínimo que podemos y debemos hacer por las futuras generaciones de laguneros y por nuestra comarca. Los medios de comunicación tradicionales vendidos ya están rebasados por la web. 
Analiza lo que han hecho los medios independientes que no se han vendido a los gobiernos y los jóvenes que han llenado las redes del internet de hechos reales que avergonzarían hasta el más cara dura de los políticos. Los asuntos de Tlatlaya, de Ayotzinapa, Apatzingán, San Fernando, Tamaulipas y de Allende, Coahuila, sumados al caso de la Casa Blanca de Las Lomas de Chapultepec adquirida por Peña Nieto de forma por demás opaca, y las acusaciones de muchos grupos de derechos humanos nacionales y extranjeros en contra de este gobierno, es la muestra de que sí se puede soñar con generar un cambio del sistema político nacional, de corrompido hasta la médula, a otro más humano, más justo y ético. Estoy cierto que el dinero público que se han robado es muy difícil de recuperar pero la justicia y la soberanía nacional aún las podemos rescatar si no permanecemos callados. Y amén de lo anterior, tenemos que recuperar La Laguna para los laguneros. ¡Ya basta! O, ¿usted qué opina, apreciable lector?   
Atenta y respetuosamente 
Augusto Hugo Peña D. 

Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com 

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