Está cocinando la presidencia municipal, probablemente, un fraude cuantioso con la electrificación nueva del servicio público

La electrificación nueva de Torreón

Abril 18 del 2014

Con el cambio en el sistema de alumbrado, probablemente se esté configurando un fraude cuantioso contra el erario municipal de Torreón. Exijamos no privatizar y transparentar el acto

Derivado del escrito que recientemente publiqué, he recibido algunos comentarios de expertos en alumbrado público y proveedores que no licitaron sus productos porque el municipio de Torreón “está contaminado sobremanera” -¿Contaminado de qué y por quién?- Por intermediarios y políticos que buscan los contratos a como dé lugar mientras estos le permitan a esos fulanos, una buena tajada pecuniaria que se llevarán a sus bolsillos y con cargo, por supuesto, al erario público. De ahí desprendo que Miguel Ángel Riquelme tiene que hacer público el contrato de licitación que ha o está llevando a cabo con algún proveedor a modo, el que amén de llevarse decenas de millones de pesos de ganancias a su peculio personal, esté al punto de que el alumbrado público se privatice para hacer que por 15, 20 o más años, el municipio se vea afectado por un acto absolutamente corrupto, perpetrado por uno o más funcionarios públicos igualmente corruptos.

Los ciudadanos de Torreón no somos niños chiquitos para que una y otra vez nos vean la cara, nos den atole con el dedo y nos roben, Riquelme tiene la obligación de hacer públicos los tratos que en lo oscurito está llevando a cabo porque si permitimos que privatice el servicio del alumbrado público municipal, las pérdidas del erario serán cuantiosas. Calculo que son superiores a los 100 millones de pesos de inmediato y decenas de millones de pesos anualmente. Uno de estos proveedores que menciono me ha informado que él puede garantizar ese trabajo –sin que se privatice- con una garantía de 25 años por escrito y con fianzas amplias, y que los ahorros en gasto de energía serían del 70% garantizado también; que el costo del cambio de sistema ahorrador LED no rebasaría los 300 millones de pesos, el cual se pagaría con el 80% de ese ahorro, dejando un remanente extra a la presidencia municipal cada año con 20% restante del ahorro, lo que representaría un ingreso de varios millones de pesos mensuales.

La cuestión es que la ciudadanía no tiene por qué pagar el alumbrado público y no se tendría que privatizar dicho servicio, porque con el 75% del ahorro se paga el financiamiento, dejándole al municipio un ingreso extra equivalente a menor egreso del 25% para cubrir esta demanda. También me han informado que el alumbrado en La Colón y la avenida Morelos no es de buena calidad; hay quien ofrezca a menor precio y mejor calidad el producto y el servicio.

Riquelme está trabajando con el cabildo para “legalizar” lo que pudiese ser un gran fraude al erario municipal. ¿Lo vamos a permitir? Exijamos que haga público los tratos que está efectuando y ya, porque el fraude probable, pudiese tornarse una pesadilla constante e irreversible para las arcas municipales tal y como está sucediendo con la privatización de la recolección de la basura. Es probable también que Rubén Moreira esté atrás de este embrollo de privatización del servicio del alumbrado público. ¿Para qué? Para que unos cuantos se lleven a sus bolsillos algunas sumas de dinero y otro tanto se iría al PRI para la compra de votos. ¿Vamos a permitir que esto suceda?

Si así fuera, las culpas y responsabilidades de Riquelme serían nuestras porque hemos sido pasivos en la exigencia de transparencia de estas autoridades y de este caso; por todo esto y mucho más, invito a mis conciudadanos a exigirle a Riquelme que trasparente y haga pública esta operación. Hagámoslo ahora, en poco tiempo pudiese ser demasiado tarde y le vamos a dejar a las siguientes generaciones de torreonenses una carga impagable. Ya tenemos muchas experiencias amargas, que exigimos aún que nos aclaren y corrijan, como la de SIMAS, el descuido garrafal de la autoridad en lo relativo a la contaminación con arsénico del agua “potable” y el endeudamiento desmesurado que dejó Eduardo Olmos sin las aclaraciones pertinentes, tal y como lo hizo Humberto Moreira a nivel estatal. Ya estamos sufriendo las hipermegadeudas estatales como para que encima en casa nos aumenten las cargas. No seamos omisos ni timoratos con nuestros derechos, exijamos a la autoridad que sea apta y decente y que lo muestre trasparentando esta operación. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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