EEUU acapara negocios clave mexicanos
Marzo 7 del 2014
México está siendo absorbido por el capital estadunidense; no es integración: es entrega y sumisión* El TLCAN solo sirvió para entregar nuestros bienes y recursos al capital extranjero, no más.
El Tratado de Libre Comercio TLCAN, más que integrar a México al mercado de América del Norte, ha concentrado en manos estadounidenses las empresas más emblemáticas de nuestro país, y sobre todo a las del orden estratégico y prioritarias para nuestro desarrollo, independencia y soberanía. En estos momentos La Casa SABA, surtidora de medicamentos del sector gobierno (IMSS e ISSSTE), ha sido vendida a dos empresas norteamericanas. Aquí en La Laguna, para no ir lejos, podemos ver que el pollo y el huevo se concentraron en la empresa TYSON; empresa que en un santiamén compró los negocios de Rafael Villegas, Arturo Gilio y Jorge Franco; así también el mercado de insumos de esa agroindustria queda bajo control de extranjeros.
El chile jalapeño que se siembra en La Laguna de Coahuila (de 1800 a 2400 hectáreas al año) es vendido en su totalidad a cuatro empresas empacadoras, las que hace apenas unos años eran compañías mexicanas, propiedad de mexicanos; me refiero a La Costeña, Clemente Jacques, Herdez y Del Monte, estas compañías y miles más se encuentran en manos de extranjeros, ¡esa es nuestra soberanía!... ¿esa es nuestra independencia, nuestro desarrollo y progreso?... ¿hacia dónde vamos… a integrarnos al mercado de Norteamérica o al terreno de la sumisión? Los energéticos, los alimentos, el agua, todo está yéndose a manos extranjeras al igual que nuestro sistema financiero. El negocio de los lácteos, comenzando con LALA, ya está absorbido por el capital norteamericano. ¿Ese es el proyecto de nación que ven los de la clase política nacional?
Las minas en México en un 89% y más, son propiedad de extranjeros –canadienses, gringos y ahora de chinos- la generación de energía, más del 50% la producen extranjeros, e incluso el mercado al menudeo de abarrotes y de otros productos básicos, está en manos de trasnacionales: Walmart es la muestra, y las otras empresas –SORIANA, CHEDRAUI, LEY, MERCO, La COMER, etc.- en cualquier momento pasarán a manos de extranjeros; se venderán sin pagar ni un quinto de impuestos porque el sistema de Compra/Fusión, permite intercambiar acciones, así el vendedor lleva a cabo la venta y a la postre vende sus acciones en la bolsa de Nueva York. Así sucedió con BANAMEX, COMEX y cientos de empresas. Esto es una parte de la fragilidad de nuestro país ante el mercado internacional, de ahí nuestra pobreza: la otra parte son los malos gobiernos.
Con lo anterior no quiero decir que México es pobre, no, México es un país rico en bienes, recursos y sobre todo en recursos humanos, la mano de obra del mexicano sobradamente es excelente y prueba de ello es el interés que tienen los inversionistas foráneos en invertir en nuestro país; un “atractivo” para los inversores extranjeros es el costo de la mano de obra, la que fue abaratada artificialmente por nuestros gobiernos entreguistas; la reforma laboral en efecto fue excelente para los patrones y a la vez fue una puñalada a la espalda de los mexicanos asalariados. ¿Hasta cuándo nuestro gobierno entenderá que sumir en la miseria al pueblo no es buen negocio?
Este gris panorama tiende a empeorarse, lo deduzco del discurso de Peña Nieto en el 85º aniversario de la fundación del PRI, en el que se vuelca en elogios por los logros y oculta la realidad; para el presidente todo es Jauja, y no es así, nuestro país está más vulnerable que hace 31 años, cuando programaron y nos metieron con calzador en TLCAN; hoy es tiempo de reflexión y de evaluar los daños, no los logros, porque estos últimos sí han beneficiado a unos miles de empresarios ligados a las trasnacionales, pero mientras esto sucede, más de 100 millones de mexicanos no ven la salida a esta crisis absolutamente programada desde Washington y tolerada por nuestros gobernantes, los que prácticamente se han convertido en servidores del gran capital y han descuidado enormemente a las mayorías. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mailah.pd@hotmail.com
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