El delegado de CONAGUA en la comarca se pasa de lanza

31 de Marzo Noticia Conmovedora

Abril 1º del 2014

Por el expolio del agua de La Laguna, las declaraciones de José Armando García Triana me conmovieron hasta las lágrimas –pero de coraje- porque considera que el ciudadano es estúpido

El 31 de marzo una noticia en la prensa casi me hizo llegar a las lágrimas: “Se van a revisar los pozos que no tengan medidor volumétrico y se les sancionará, pero no cuando les caigan robándose el agua, sino a la segunda visita 15 días después, y en caso que sigan incurriendo en el robo del vital líquido”. Palabras más, palabras menos, son las que profirió José Armando García Triana, el delegado de CONAGUA en La Laguna y/o director de Las Cuencas Centrales del Norte. Sabemos que hay miles de pozos en La Laguna y que extraen más del doble del agua con que se recarga el acuífero. No ignoramos que para que esto suceda tiene que haber componendas entre los dueños de los pozos y CONAGUA y, que por ello, un delegado de CONAGUA en La Laguna está condenado a terminar como un vil multimillonario, solamente por decirle a la prensa una que otra sandez, como la que este 31 de marzo publicitó José Armando García Triana, y para colmo con inserción pagada. La factura la pagamos los ciudadanos, mediante CONAGUA.

También agregó, no sin incurrir en errores garrafales o en meditadas falsedades, lo siguiente: “Los agricultores están conscientes, de que si no le paramos, se les acaba el agua en 20 años, es el negocio de ellos”. El negocio –el no ocio- no es de los agricultores, es de las autoridades que se encargan de la “buena” administración del agua nacional para los diferentes usos. Sin olvidar que PRIMERO está el agua para el consumo humano: la salud de los ciudadanos es la salud del país, ¿lo entenderá García Triana? En SEGUNDO término está la sustentabilidad de una zona o comarca como la de CONAGUA Cuenca Central Norte. Para que sea viable, reitero, primero el abastecimiento del agua –potabilizada- para el consumo humano y después la agricultura, la industria y el ramo de los servicios. El director de CONAGUA no tiene que andar haciendo aspavientos diciendo –para el consumo de los lectores estúpidos-  que se va a multar a quien se robe el agua, ¡Ah! pero no cuando se les sorprenda robándola sino después de 15 días para que el inspector regrese y vea que aún persiste en ese delito. Esto me dice que considera el robo del agua un delito menor.

Este tipo de declaraciones nos muestran a un funcionario público acostumbrado a creer que la gente es imbécil o estúpida. Declaran a la prensa pura bazofia de información distractora para hacer creer que “ALGO SE ESTÁ HACIENDO” por preservar en buena forma los mantos freáticos de la comarca, cuando en realidad lo que hacen CONAGUA y su delegado, el señor García Triana, es lo contrario:permiten –mediante componendas seguramente- que los agroindustriales se roben el agua, que PEÑOLES, CEMEX, LALA, Cocacola, Pepsico y Cervecería Modelo también, por mencionar a quienes usan más agua y no la pagan en lo justo. Para entender qué es lo justo y necesario: es que José Armando García Triana haga público el consumo de esas empresas y cuánto es lo que pagan y a quién y además, limite y cobre lo correcto. De no hacerlo, y ya, nos da el derecho de dudar de su integridad moral y de su capacidad para ocupar el puesto que le fue encomendado. Si terminamos con este binomio pervertido, empresario/CONAGUA, mejoraría la calidad de vida de los laguneros y su salud, primordialmente.

Los ciudadanos, si queremos un México desarrollado y progresista, tenemos que hacer muchas cosas. La primera, según mi apreciación, es la de acabar con estos funcionarios que no hacen su trabajo y que ocupan puestos exclusivamente mediante influencias de grupo o familiares, y que no se retiran de la ubre gubernamental –del erario público- hasta que mueren. Este caso de García Triana no es único, hay peores, ¡imagínese! Los líderes obreros (De la CTM) en La Laguna en 1962, hace 52 años, eran: en Coahuila Leobardo Flores y en Durango, Jesús Ibarra Rayas; este último dejó de ser líder de la CTM el día que murió, si no seguiría dirigiendo ese “pilar” del PRI en La Laguna de Durango. Leobardo Flores, luego de 66 años o más de trabajar en la CTM no quiere jubilarse, quiere seguirle haciendo “el bien” a su México querido. ¿No estará pretendiendo esto mismo José Armando García Triana? Ya pasó por PROFECO, por la Recaudación de Rentas y anexas y ahora en CONAGUA. En fin, según mi apreciación, esto y que los ciudadanos lo permitamos y hasta les aplaudamos al saludarlos, es lo que tiene podrido al país. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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