Jesús Murillo Karam, un procurador de pacotilla, nos salió con una aseveración estúpida

El Tráfico de “órganos humanos no es tan grave” Con copia al presidente Enrique Peña Nieto

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 Marzo 21 del 2014

Jesús Murillo Karam, titular de la PGR dice que el tráfico de órganos humanos no es tan grave *Considerar que este delito de lesa humanidad no es grave, pinta de cuerpo presente al procurador como truhán.

Como buen descendiente de libaneses, el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, más dedicado a enriquecerse que a hacer política, lo que se llama política, luego que se ha descubierto una decena de niños muertos, vacíos de sus órganos internos para exportarlos a otros países, Israel entre ellos, ha declarado puntual y estúpidamente, que el tráfico de órganos no es tan grave. No sé qué sea grave para este procurador de pacotilla, pero para traficar órganos humanos, primero, acto perverso en sumo grado, hay que asesinar al ser humano, además cuidadosamente, ¿es o no grave este asunto? Este tráfico de órganos fue descubierto recientemente en Michoacán y se le achacan estos crímenes de lesa humanidad a los templarios. Para la ONU este caso es gravísimo.

Como podemos ver, en México la cosa pública no está funcionando bien, de hecho funciona muy mal y no solo en la Procuraduría General de la República sino en todas y cada una de las instituciones del gobierno, sea este federal, estatales o municipales. Y mientras todo este desgarriate se nos presenta cotidianamente, Peña Nieto y el PRI han mayoriteado en la cámara de diputados una ley para conformar el seguro del desempleo usando el dinero del fondo de la vivienda, indicándonos que este gobierno, el de Peña Nieto, no se inmuta ni se avergüenza de tal fechoría, por el contrario, usa toda la fuerza del Estado para sumir al país en un estadio harto de ignominia; usar el dinero de los trabajadores para el seguro del desempleo, 3% aporte del trabajador y 0.5% del gobierno federal, es más que una fechoría de Peña Nieto, PRI y PAN.

Pienso que la declaración del procurador en el sentido de “que no es tan grave el tráfico de órganos humanos” es suficiente para pedirle al presidente que lo remueva del cargo, porque si un procurador de justicia no procura la misma, está de más en el cargo. Y si a pesar de esta petición, el presidente Peña Nieto no hace lo pertinente –retirar de este cargo al procurador Murillo Karam- nos daremos por enterados que tampoco el presidente es nuestro presidente, sino el presidente de unos cuantos beneficiarios de este sistema político decadente y perverso; lo digo seriamente, porque Peña Nieto está muy abajo en la aceptación popular. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

 Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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