¿Tienen razón los generales, Peña Nieto, Osorio Chong y sus contlapaches, en hacer aspavientos y rasgarse las vestiduras ?

 ¿Tienen razón los generales, Peña Nieto, Osorio Chong y sus contlapaches, en hacer aspavientos y rasgarse las vestiduras ?

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO      Dossier ahpd 1342   Marzo 24 del 2017

 ¿Tienen razón los generales, Peña Nieto, Osorio Chong y sus contlapaches, en hacer aspavientos y rasgarse las vestiduras para defender al ejército de las críticas –las que los militares dicen ser difamaciones- por ser violadores de los derechos humanos? ¡Claro que no! Lo hacen por otras razones por cierto obvias. Son ataques orquestados contra López Obrador.

Creer o no en el gobierno y en las instituciones es nuestro derecho, más si a pesar de las mentiras, engaños y triquiñuelas de los políticos y funcionarios públicos, ligados todos ellos por intereses pecuniarios y de poder a la oligarquía, seguimos creyendo en ellos, el problema ya no es del gobierno ni de las instituciones sino nuestro, por pueriles y pusilánimes.

Desde el día que Calderón sacó al ejército a hacer el papel de policías –por la razón que fuere- hasta el 28 de febrero del 2017, ha habido 10 mil 667 quejas en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) por hechos violatorios de Derechos Humanos, todos ellos de “alto impacto”. Esto nos demuestra que todo el griterío y aspavientos propalados desde la presidencia, de gobernación y desde el mismo ejército, solo son un vocinglero escandalosamente mediático para distraer, o sea engañar, a la opinión pública, apuntado en dirección del Peje, toda la culpa de la crítica mal sana contra nuestro “impecable” ejército.

Del total de las 10 mil 667 quejas contra el ejército, 187 fueron por desaparición forzada o involuntaria de personas; 11 por ejecución sumaria o extrajudicial; 89 por tortura y casi 5 mil por detenciones arbitrarias, además de otro tanto por tratos crueles, inhumanos o degradantes. Esta es la mejor respuesta al gobierno de Peña Nieto y a sus cómplices de otros partidos, de la iniciativa privada y de los medios de comunicación que se han desgañitado gritando estruendosa como falsariamente: “El Peje es un calumniador”. El 70% de las quejas se dieron durante el gobierno de Calderón, pero las más graves han sido durante el mandato de Peña Nieto.

Lo único que me indica este escándalo planeado desde Los Pinos por Peña Nieto es que hay una desesperación del PRI y Peña Nieto ante la inminente pérdida del gobierno del estado de México, porque Delfina Gómez, la candidata de MORENA en ese estado –a dos meses de la contienda- ya tiene una ventaja en preferencias electorales, muy difícil de remontar, cuestión que dejará de forma irremediable al PRI en tercer lugar, ya que el PAN les aventaja a los de Atlacomulco con más de 10 puntos porcentuales, y MORENA está arriba del PAN más de 15 puntos. Este es el quid del escándalo y el griterío, el que de nada les servirá a sus promotores porque les guste o no, la suerte ya está echada, el PRI se va al carajo.

Cuando se encontraba en el zenit el mencionado mitote del ejército y la presidencia este 22 de marzo, los datos más recientes de la Dirección General de Quejas, Orientación y Transparencia de los Derechos Humanos, la CNDH, los hechos reales salen a la luz, e incluso el ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, dijo que las fuerzas armadas sí han violado los derechos humanos, y agrega que: “Existen recomendaciones por tortura y desaparición forzada”: Y, “que no es deseable un marco jurídico para que el ejército y la marina participen en las tareas de seguridad pública”. De tal suerte que no existen dudas de la veracidad de los dichos de López Obrador.  

La procaz intención de provocar una ámpula de encono y descalificación contra una persona o partido, solo ha servido para que una mayoría de los mexicanos afiancen su intención de sacudirse de sus lomos al PRI por el enorme daño que ha afectado sobremanera negativamente a la nación y a la economía de las mayorías, las que han visto decrecer el poder adquisitivo de sus salario, mientras del otro lado, los ricos, se enriquecen más, y casi a la par de ellos, los políticos y funcionarios públicos de alcurnia, quienes en base a sus altos salarios y componendas mil, se han visto favorecidos a costa de los mexicanos más pobres. Y no conformes con ello, se aprestan a comprarles su sufragio a cambio de algunos mendrugos, los que fueron extraídos de manera subrepticia y deshonesta, de las arcas del Estado.

Todos y cada uno de los mexicanos tenemos el derecho de dudar o no de nuestro gobierno, según nuestra idiosincrasia y nuestras percepciones. ¡Ah!... pero seguir creyendo en lo que nos daña y perjudica, ya no es una opción inteligente sino una salida fácil y pendeja a nuestro desconcierto, pobreza o miseria. La fe es cierto que mueve montañas según han dicho filósofos y santones, pero cuando tienes hambre al igual que tus hijos y la justicia no llega, y aun así tienes fe en el gobierno y las instituciones que te llevaron a ese estadio de cosas desagradables y lastimosas, entonces el problema y su solución no están ni en el gobierno ni en ti siquiera, porque te has convertido en presa de una pueril pusilanimidad. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?  

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Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

Ah.pd@hotmail.com