martes, 21 de marzo de 2017

Osorio Chong y Peña Nieto se vuelcan en elogios hacia el Ejército y la Policía Federal

 Osorio Chong y Peña Nieto se vuelcan en elogios hacia el Ejército y la Policía Federal


AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO      Dossier ahpd 1334   Marzo 18 del 2017
 Osorio Chong y Peña Nieto se vuelcan en elogios hacia el Ejército y la Policía Federal. En pocas palabras se desgañitan innecesariamente en criticar a “los detractores” de las actuaciones de éstos, porque ello es negar que tanto soldados como policías, se han pasado de la raya en sus acciones, a partir de la guerra –inventada por EEUU- contra la delincuencia organizada que comenzó Calderón y que ha continuado erráticamente Peña Nieto.
Mientras Peña Nieto, Osorio Chong y el general Salvador Cienfuegos engañan a la opinión pública para llevarnos a un Estado de Excepción militarizando al país, otro general, Guillermo Almazán Bertotto en Zacatecas, ha dicho que: “La seguridad interior del país no es responsabilidad de las fuerzas armadas”. ¡Dios mío!... ¿A quién hay que hacerle caso?
Hablar tan bien del ejército y de la policía federal como lo hacen el secretario de gobernación y el presidente, muestra la desesperación de este gobierno debido a las condenas –justificadas todas ellas- que tanto la población como analistas y expertos en la materia, le espetan al comandante supremo del ejército, que es Peña Nieto, y a su gobierno por las acciones fuera de cordura con la que han actuado la PGR y su policía federal, la que también depende del ejecutivo. Son muchas las denuncias con sustento que han recibido ambas instituciones –la castrense y la policiaca- y pocas o ninguna las respuestas aclaratorias, que la sociedad reclama, descalifica y condena.
Se ofenden y molestan por las críticas a las milicias y a la PFP, pero dejan sin aclarar crímenes perpetrados por ambas. Los casos de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, lo de Tlatlaya, Apatzingán, Tanhuato y otros cientos de casos y denuncias, no son aclaradas porque no tienen justificación alguna. Por ello prefieren guardar silencio y tergiversar maliciosamente los hechos, esperando que el tiempo los difumine y, aguardar a que los mexicanos, cansados de reclamar las aclaraciones, se olviden de ellas. En eso precisamente radica el enojo y la molestia social por lo que no hay un detractor de esas instituciones sino miles y decenas de miles, de ahí desprendo lo errático de la propaganda mediática emprendida por Peña Nieto y Osorio Chong. La sociedad espera del gobierno claridad y trasparencia en sus actos, cosa inexistente.
Una de las causas –aunque hay cientos- del enojo popular y la desconfianza hacia este gobierno es la negativa del ejército en aceptar su participación en el caso de Iguala, y por el contrario siguen con el intento de convencer que hay “Una Verdad Histórica” totalmente inventada, que han tratado de “enriquecerla” con muestras sembradas por Tomás Zerón, y con la negativa del general Cienfuegos en permitir que los soldados que participaron en Iguala, comparezcan para darle claridad a la investigación. Obstruyendo la justicia, el gobierno de Peña Nieto no abona nada nuevo ni bueno para que se le tenga confianza a su gobierno, por el contrario, esa actitud prepotente de Peña Nieto de recolocar en Gobernación a Tomás Zerón y de intentar legalizar la permanencia del ejército en las calles, a pesar que desde que sacaron fuera de sus cuarteles a los militares, la delincuencia y los delincuentes se han multiplicado, por una sencilla razón.
¿Y qué razón es esa? Que en todas las bandas delictivas, policías y militares se han involucrado y vistos como cómplices. Eso y otras cosas hacen que se desconfíe de Peña justificadamente.
Para hacer válidos estos reclamos del secretario Osorio Chong y del presidente Peña Nieto, hay que acompañarlos con el esclarecimiento de los casos que han dejado a Peña Nieto y a su gobierno –por mera terquedad y creer que los mexicanos somos párvulos y sin un ápice de memoria  e inteligencia- es lo que ha generado que la credibilidad en el gobierno y en particular del ejército y la PGR, sea tan baja como jamás había sucedido con otros gobiernos en más de ochenta años. ¿No sería mejor que Peña Nieto reconozca que estas reclamaciones, los que él y Osorio Chong, tildan de “detracciones”, son culpa de ellos precisamente? Y sin embargo el general Guillermo Almazán dijo en Zacatecas que: “La seguridad interior del país no es responsabilidad de las fuerzas armadas”… Entonces… ¿A quién hay que hacerle caso para entender la militarización?
El gobierno tiene más de 10 años que salió dizque a combatir a la delincuencia organizada, y con ello dicha delincuencia se ha triplicado, de ahí se torna necesario que para evitar descalificaciones y críticas de la sociedad, hacia el ejército y la PFP, dichas instituciones, –dependientes absolutamente del propio Peña Nieto- primero tienen que aclarar los casos pendientes y muy graves por cierto, después, actuar con mayor transparencia y moderación. Ya suman más de 160 mil ejecuciones extra judiciales, lo mismo que más de 38 mil desapariciones, ambas cosas inhumanas y violatorias de los derechos humanos. Eso es lo que hay que detener, no las críticas y las descalificaciones. O ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com

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