Donald Trump se ve frustrado ante su derrota en el congreso

Donald Trump se ve frustrado ante su derrota en el congreso

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO     Dossier ahpd 1346   Marzo 26 del 2017

Donald Trump se ve frustrado ante su derrota en el congreso sobre sustituir la Ley de Salud OBAMACARE por otro propuesto por él, con lo que perjudicaría a más de 30 millones de norteamericanos, sobre todo a los más pobres. Y por otro lado, en México, Peña Nieto reconoce el talento de la comunidad libanesa asentada en México desde el año 1880

Aclaro que estos dos temas que toco son exclusivamente de mi propia experiencia y personal apreciación, salvo cualquier otra respetable opinión, la que pudiese ser más menos cuestionable y más acertada que la mía, pero la cuestión era hablar de dos puntos en los que me he enfocado. Uno el de los libaneses desde hace más de 50 años, y el de EEUU en una más reciente data.

Por supuesto –hablando de los libaneses- nadie puede negar sus talentos, tanto por ser muy trabajadores como emprendedores en todo tipo de negocios. Su talento radica en el amor al trabajo, a su familia y al desarrollo de su descendencia en base al trabajo honesto, y más específicamente en el amor a su familia, la que es el núcleo y esencia de lo exitosos que son en infinidad de tareas, salvo, según mi muy personal apreciación, en el negocio de la cosa pública, en donde han demostrado su susceptibilidad a corromperse, igualando y en veces superando a los políticos autóctonos, los –que dicho sea de paso- son sumamente ineptos y corruptos.

Son el portador de genes comerciales y del ahorro, no invierten en lo superfluo sino hasta que se han corrompido dentro del poder político. Ahí descubrieron que había otra forma de enriquecerse sin trabajar, con solo imitar a los políticos en los embustes y triquiñuelas, y no solo en México sino a todo lo largo de Latinoamérica, en Estados Unidos y en otras naciones en donde han emigrado, incluyendo en el propio Líbano, donde el sinónimo de político es de sinvergüenza al igual que en México. No saben gobernar y pierden el sentido de la justicia como los demás políticos y funcionarios públicos. En EEUU son muy pocos los que se han destacado como pillos dentro de la política, debido a que el sistema de gobierno en Norteamérica tiene muchos candados y ello no les ha permitido coludirse con la clase política. Uno de esos pocos casos es el de John Sununo, jefe de la Casa Blanca con George Bush Jr., llegando al extremo de usar para su servicio personal, aviones y pilotos de las fuerzas armadas para asistir a eventos de remates de piezas filatélicas.

En cambio en México son muchos porque el sistema político está podrido hasta la médula, Pedro Joaquín Coldwell es uno de ellos, seguido por Jesús Murillo Karam, Emilio Chuayffet, José Antonio Meade Kuri-Breña, Ernesto Nemer, la doctora Juan López, y una centena de ellos enclavados en las instituciones nacionales, medrando con el erario y con la ciudadanía, tal y como lo hacen los de la clase autóctona. Este es según mi apreciación. Es el pero que nunca falta en las cosas y personas. Y en América Latina sobran este tipo de sujetos, como muestra solamente mencionaré a dos, a Carlos Saúl Menem en Argentina y a Michel Temer en Brasil, pero hay más, muchos más.

Regresando a Donald Trump, hoy recibió otra derrota tremenda sobre una de las principales promesas que hizo en su campaña; acabar con el OBAMACARE, el sistema médico que está beneficiando a muchos millones de estadounidense que antes carecían de los servicios médicos adecuados. El pretexto de Trump es que era demasiado caro. ¿Caro para quien o para quienes?

Ante una inminente derrota en el Congreso, Trump decidió retirar su propuesta, aceptando la Pérdida y demostrando que de Gran Negociador nada tiene y sí de bocón y amedrentador de tontos. Lo he dicho y lo reitero, Trump es heredero de un capital que proviene del maltrato y venta de mujeres, su abuelo compró un Burdel en Seattle, Washington, convirtiéndose en un padrote. Ahí empezó a amasar una fortuna considerable, lo que le permitió mudarse al negocios de los bienes raíces, el que acrecentó en Nueva York, donde había radicado antes de irse a Seattle. Este señor heredó su negocio a su hijo, para que luego éste hiciera lo propio heredándoselo a Donald Trump, el que enfermo de codicia incursionó en la política, primero en el partido demócrata y luego en el republicano, donde se relacionó ampliamente con un grupo de Illuminatis, racistas, los que planearon el asalto al poder, arrebatándoselo a otro grupo.

Ese otro grupo, también de pillos, ostentaba el poder desde que Lyndon B. Johnson, mediante el asesinato de John F. Kennedy se hizo del poder. Este grupo que perdió el poder ante Trump y sus aliados Illuminatis, tiene el núcleo de su poder en Wall Street, pero ¡cuidado!, ellos aún son poderosos y muestra de ello es que ya le han provocado cuando menos cuatro descalabros, en los primeros 63 días de su gobierno, ¿Qué nos indican estas derrotas de Trump? Que el gobierno de Peña Nieto demostró poca visión al inmiscuirse en la política de EEUU. Ellos se mueven por medio de otros parámetros, mientras en México la política radica, en cuentos, supercherías y en mostrar el músculo –igual que lo hace Trump- solo ante los débiles, abusando de quienes por desidia o pusilanimidad, no saben ser oposición, haciéndoseles más fácil el coludirse, los sectores dominantes de la sociedad con las fuerzas políticas, dejando en el desamparo a las mayorías, los pobres, los desheredados. Bueno, eso es lo que percibo, tanto sobre los libaneses en México como lo que acontece en Estados Unidos. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?     

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Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D,

Ah.pd@hotmail.com