Ahora resulta que Donald Trump quiere emular a Douglas McArthur y a Dwight D. Eisenhower

Ahora resulta que Donald Trump quiere emular a Douglas McArthur y a Dwight D. Eisenhower

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGDILLO Dossier ahpd 1312   Marzo 1º del 2017

Ahora resulta que Donald Trump quiere emular a Douglas McArthur y a Dwight D. Eisenhower y quiere hacer guerras para ganarlas, porque según él, EEUU tiene mucho sin ganar una sola. Que yo sepa solo se perdió la de Vietnam porque la de Corea fue un empate (armisticio), pero todas las que han emprendido las han ganado, como las de Panamá, Grenada, Yugoeslavia, Irak, Afganistán, Libia y tantas otras en las que destruyeron a todas esas naciones.

Las guerras emprendidas por EEUU, todas, han sido para obtener la hegemonía sobre los pueblos pero primordialmente para robar, para expoliar sus riquezas. La democracia y libertad esgrimida por los gringos son los pretextos como ahora utilizan la del combate al terrorismo, cuando ellos, precisamente ellos, son los terroristas y los ladrones más connotados del mundo.

Hay otras guerras en ciernes como la de Siria en la que EEUU invirtió miles de millones de dólares para desestabilizar el régimen de Bashar El-Assad, pero se le atravesó Putin y probablemente sea la segunda guerra que EEUU pierde. Pero Trump se quiere hacer el patriota para ocultar sus planes bélicos. Mintiendo ha dicho que los gobiernos que le antecedieron bajaron el presupuesto militar y debilitaron a su país. Miente, todos ellos incluido el de Obama, aumentaron los presupuestos de Defensa. Trump miente porque es mitómano y ya lo han diagnosticado algunos médicos expertos en salud mental. Tres destacados profesores de siquiatría, ya diagnosticaron la enfermedad que padece, me refiero a los doctores Judith Herman, de la escuela de medicina de Harvard, y Nanette Graltell y Dee Mosbacher de la Universidad de California en San Francisco.

Intentaron alertar a Obama sobre sus preocupaciones de la salud mental de Trump, ya como presidente electo. Indicaron que los síntomas de algo llamado “Desorden de personalidad narcisista”, “incluyen un sentido grandioso de la propia importancia, preocupación con fantasías de éxito, inteligencia y poder ilimitado, y creer que eres especial”, que requiere ser admirado excesivamente, y envidiar a otros que cree que le envidian, y por ello demuestra un arrogante comportamiento con los demás. Afirman que alguien en estas condiciones es muy peligroso, y por lo tanto en el puesto que ostenta como presidente, representa una amenaza latente para Estados Unidos y el mundo. ¿Está loco o no lo está? Esa es una cuestión ineludible.

Por lo pronto su excentricidad lo ha llevado a pelearse con todo el mundo, incluyendo los servicios de Inteligencia (La CIA), con el FBI, con los medios de comunicación que no lo alaban ni ensalzan, y con los artistas e intelectuales, pero empezó contra los migrantes, contra México y los mexicanos, contra las empresas que tienen plantas industriales en México o en otras naciones, y con empresas de otras naciones que también tienen sus industrias en México. Las ha amenazado con gravar sus productos con impuestos fiscales, fuera de las normas internacionales, como a la TOYOTA y a la BMW, y otras muchas, haciendo con esto su primer guerra, la que ha emprendido contra México y los mexicanos, abusando de nuestras debilidades, vicios y dependencias hacia EEUU, en granos alimenticios, gasolina, tecnología y gas natural, etc., sabiendo que la electricidad que se genera en México, depende en un 55% del gas natural de EEUU.

Si está loco o cuerdo, a los mexicanos, por lo pronto, ya nos pasó a cuchillo con su brutalidad.

México, aún tiene como defenderse, aunque reconociendo que nos hará un inmenso daño. De ahí hay que partir, primero, en acabar con estos gobiernos entreguistas y antipatriotas. Vamos a empezar de menos cero, pero saldremos adelante si hacemos conciencia de esta realidad y nos unimos con nuestros esfuerzos y voluntades. Unirnos entre todos los sectores menos el que representa Peña Nieto, porque él y los cinco presidente anteriores, son los responsables -culpables diría yo- de todos los males que nos aquejan.

Habrá que industrializar al país en la medida de nuestras fuerzas y capacidades, debemos echar a andar el campo y la agroindustria para dejar de depender de EEUU y sus trasnacionales, ya que esas empresas controlan la siembra, la cosecha y la comercialización de los granos alimenticios. Tienen en su poder la industria de la carne de pollo y de bovinos, las minas, la producción de la electricidad. Depender en forma abrumadoramente de EEUU ha sido un error garrafal, debemos diversificar nuestras exportaciones e importaciones hacia otros mercados, pero primero, tenemos que echar a andar el mercado interno para no depender del exterior y con ello se podrán generar millones de nuevos empleos, pero sobre todo, iremos paso a paso recuperando la independencia nacional perdida por estos nefandos gobiernos. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

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Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

Ah.pd@hotmail.com