La CIA fue fundada en 1947 por Harry Truman, para prevenir un ataque nuclear
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1325 Marzo 11 del 2017
La CIA fue fundada en 1947 por Harry Truman, para prevenir un ataque nuclear como el que recién el propio Harry Truman hubo perpetrado contra Hiroshima y Nagasaki, ateniéndose a La Regla de Oro que reza: “No hagas a nadie lo que no quieres que te hagan a ti”, La CIA fue un émulo del MI 6 de Inglaterra fundado en 1909 por George Mansfield Smith-Cumming, capitán con nombramiento de Sir. Fue la inteligencia de Estado para ultramar.
No existe una nación e incluso empresa que no requiera de servicios de inteligencia para asegurar su permanencia, su desarrollo y progreso; los de seguridad en México nos han fallado garrafalmente; ya es tiempo que nuestros deterioros cesen; ya es tiempo de empezar de cero e ir en busca de nuevos estadios de seguridad nacional, de desarrollo, progreso y seguridad social.
38 años después del MI 6, el Departamento de Seguridad de EEUU siendo presidente Harry Truman pensó necesario un departamento de inteligencia de Estado para la seguridad de EEUU, suponiendo que a algún país se le ocurriese exponer a Norteamérica a un ataque como el llevado a cabo contra Japón, con bombas atómicas. Por supuesto que los países todos, los más importantes del mundo –hegemónicamente hablando- tienen servicios de inteligencia para el interior y el exterior, y hay naciones que tienen hasta 13 o 14 dependencias de inteligencia, como los tienen EEUU, Rusia, China, Gran Bretaña y Francia, por mencionar a las más connotadas naciones.
México no es la excepción, cuando llegó Carlos Salinas a la presidencia por medio de un fraude electoral, lo primero que se le ocurrió –para defender su régimen espurio- fue sustituir a La Policía Federal de Seguridad, ya muy desprestigiada, por un sistema de inteligencia de Estado, El CISEN (Centro de Investigación sobre Seguridad Nacional) con organigramas varios para la seguridad interior, y después del ataque a las Torres Gemelas del Word Trade Center en Nueva York, por órdenes de EEUU se instituyó un organigrama sobre terrorismo. Fue Carlos Salinas quien lo instituyó, dejando de director al general Jorge Carrillo Olea.
También el ejército y la marina cuentan con un servicio de inteligencia para la seguridad nacional. Saco a cuento estas historias, porque el CISEN y los otros servicios de inteligencia nacional, incluyendo a los de algunos estados que cuentan que estos aparatos de inteligencia, han dedicado sus esfuerzos primordialmente para garantizar la permanencia del régimen en turno y han descuidado irresponsablemente los riesgos y peligros que nos pudiesen venir del exterior, tal y como el que nos ha llegado de golpe y porrazo con las nuevas políticas antimexicanas que el gobierno de Trump ha implementado contra nuestra seguridad interior, nuestra economía y nuestra permanencia como una nación independiente y soberana.
Ningún servicio de inteligencia mexicano previó que el mayor peligro contra México vendría de parte de EEUU, país al que ilusamente creíamos nuestro socio y aliado. Ya hemos visto que no era así, nuestro mayor peligro exterior provino del lado del que jamás se pensó que llegaría y llegó, ¿por qué? Porque tampoco se detectó que nuestro mayor peligro interior estaba representado por nuestro propio gobierno, el que poco a poco se fue sometiendo a los designios de Washington, y a la vez, nuestro mismo gobierno deterioró sumariamente nuestras propias instituciones.
¿Por qué no se detectaron a tiempo los peligros exteriores e interiores que tienen arrodillada nuestra nación ante esos peligros?... ¿No se dieron cuenta acaso que todas y cada una de nuestras instituciones –la misma presidencia de la república, relaciones exteriores, hacienda, educación, energía, educación y economía entre otras- estaban siendo presas de un deterioro paulatino y que ello nos iba arrastrando hacia un punto de inflexión irreversible? Peña Nieto y los del su círculo cercano lo sabían, veían venir los problemas, y mejor optaron por invertir sus fortalezas en atacar a los propios mexicanos y a los partidos políticos no afines al régimen, de ahí que el general Salvador Cienfuegos insista neciamente en militarizar al país, agrediendo agrazmente lo que debería defender por todos los medios, nuestra Carta Magna.
Ya es tiempo de: cambiar de régimen, de empezar de nuevo, de cero propiamente; es tiempo de restaurar nuestras instituciones; es tiempo de darles justicia y seguridad a más de 70 millones de mexicanos que carecen de ellas; ya es tiempo de someter a la ley y a la justicia a los políticos y sus cómplices, que han deteriorado a México y empobrecido y vejado a los mexicanos; ya es tiempo que los Peña Nieto, los Moreira, los Duarte, los Borge Angulo y tantos otros, paguen sus fechorías y se larguen para jamás volver; ya es tiempo que México y los mexicanos se reencuentren con la seguridad social, con el progreso y desarrollo. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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