Partidos políticos como el PAN, PRD, VERDE, PANAL y otros más pequeños solo quieren sobrevivir, y sus dirigentes “Ya no quieren ganar elecciones sino continuar gozando de las prerrogativas que les corresponden” por ELLO se alían al PRI AUNQUE ESTÉ PODRIDO
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 996 mayo 19 de 2016
El PRI y sus aliados, durante 33 años y 5 meses han logrado convertir al gobierno de México en un Padrote Institucional y nada Revolucionario. Han hecho de la economía del pueblo y del Estado Mexicano, el Gólgota. Un Calvario en el que cada sexenio –para que sobreviva el sistema político podrido- hay que crucificar a las mayorías en las cruces de la miseria y el hambre
Para lograr apropiarse de los bienes nacionales y anular los deseos y anhelos de los mexicanos, el PRI y el PAN acordaron llevar a cabo dos movimientos. Uno.- la desaparición del IFE para encubrir el fraude electoral del 2012 y establecer un nuevo mecanismo de fraudes electorales y dilapidación de bienes nacionales, eufemísticamente denominado INE. Con este nuevo “bodrio democrático” pudieron garantizar las prerrogativas pecuniarias enormes para sus cómplices del PRD, PANAL, Verde y algunos otros partidos de vividores. Y dos.- Conformar un PACTO POR MÉXICO con un solo fin, adueñarse de los bienes nacionales mediante ese procaz acuerdo entre ladrones, y alargar en el tiempo el poder políticos que ostentan, en base a reformas anticonstitucionales, como lo son la educativa, la energética, la laboral, la fiscal y otras más.
Estas reformas son ilegales, dañan sobremanera el tejido socioeconómico y político de México, de los mexicanos. Se fincaron inconstitucionalmente en leyes secundarias tramposas, para garantizar –se dijo mentirosamente- el desarrollo, el progreso nacional y la soberanía. Sin embargo, todos estos cambios han resultado contrarios a los que el gobierno, durante 33 años y 5 meses- prometió, promete y seguirá prometiendo sin ninguna base ni probabilidad de cumplimiento.
La reforma educativa –se dijo- pretendía hacer de la educación un pináculo de mejorías para que tanto alumnos como maestros abrevaran las mieles de la sabiduría y así impulsar a México hacia el progreso y desarrollo. La realidad es otra; la evaluación magisterial lo que trata es de someter a los maestros a una suerte de servidumbre ante el gobierno en turno, el que tendrá las herramientas suficientes para controlarlos, obligándolos a impartir una educación mediocre para hacer de los estudiandos un ejército sumiso a sus patrones. Por eso está en la cárcel la maestra Gordillo y no por ladrona. Ella no aceptó de Peña Nieto “la sugerencia” de impulsar la reforma y la evaluación magisterial por ser perjudicial para maestros, alumnos y para México en su soberanía. Porque por si ladrones hay que ir a la cárcel como lo hicieron con Elba Ester Gordillo, las cárceles en México serían insuficientes para albergar a los pillos y ladronzuelos de los que se compone solo el PRI.
La reforma energética –se pregonó- sería para hacer de México un país autosuficiente en la materia de energía de todos los rubros. A pesar de haberlo dicho Peña Nieto y sus cómplices del PACTO POR MÉXICO, que la energía era de los mexicanos –Comisión Federal de Electricidad y PEMEX- que el petróleo era nuestro, del pueblo de México, ahora resulta que lo único que es nuestro de PEMEX y de la CFE, son sus deudas superiores a dos billones de pesos, y la pensión de sus trabajadores, las que suman otro billón de pesos más.
La reforma laboral ha sido una entrega cobarde del derecho de los trabajadores a los patrones. Todo ello por órdenes del Fondo Monetario Internacional para poder seguir aceptando a este gobierno y a su sistema político corrompido, como interlocutor legítimo sin serlo, obligándolo a garantizar sus intereses radicados en México a través de empresas trasnacionales y de sus cómplices, los miembros más connotados de la oligarquía nacional. De hecho y para culminar este escrito; la reforma educativa es una reforma laboral. La reforma laboral es una tonelada de mierda sobre el artículo 123 constitucional, y la reforma energética, es una entrega de los bienes nacionales al extranjero y con ello nuestra soberanía. Por ende, es una traición a la patria, la que puede quedar tipificada en cualquiera de sus aristas.
Veamos qué opina al respecto el analista político vivo más sabio del mundo, Noam Chomsky. “La educación no consiste en aprobar exámenes; se trata de generar o facilitar la capacidad de pensar, crear, explorar. Pero esto no sucederá con las reformas, estas están basadas en un modelo que entrena a los niños para que pasen pruebas. Eso no es educación, eso es ser entrenado para la disciplina, el control y la obediencia de los niños a un sistema político entregado a las manos del gran capital, las trasnacionales y el poder hegemónico en turno, el que hoy está en manos de multinacionales a través del gobierno de Washington. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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