Ley estúpida de Moreira y el combate al hambre
Dossier ahpd 504 Julio 31 de 2014
La ley Moreira (la de Herodes) es el último clavo en el ataúd de los coahuilenses. ¿Dónde tendrán la cabeza el gobernador y los diputados para hacer tamaña tontería? En otro panorama, Rosario Robles y Peña Nieto se burlan del hambre de los mexicanos.
Lo que nos faltaba a los laguneros. Resulta que desde mayo, nació una ley en Coahuila, demandada por Rubén Moreira para “compensar” a los familiares de los desaparecidos con el ingreso durante tres años, de parte del patrón, en caso de que el desaparecido haya tenido un empleo. Esta ley es lo más estúpido que ha hecho Moreira, no lo único, porque ha hecho tantas sandeces que no terminaríamos nunca de enumerarlas. Imagínese usted: Mandó al congreso para su aprobación, una ley en donde se obliga a los patrones a pagar a las familias de los desaparecidos, hasta tres años de sus salarios y prestaciones. En pocas palabras la ley de Herodes le viene guanga a Moreira y pretende que alguien pague los platos rotos, los que las mismas incapacidades del gobierno y la mala fe de quienes gobiernan, rompieron.
Los patrones de la Laguna ya se pronunciaron en contra de esta ley que estúpidamente fue enviada al congreso de Saltillo y que idiotamente fue aprobada por los sirvientes de Moreira, los diputadetes locales coahuilenses. Tratando de encontrar los motivos que tuvo Moreira para hacer de una imbecilidad una ley, y de esclarecer que es lo que pasaba por la cabeza de los imbéciles legisladores que la aprobaron, llegué a una conclusión. Que Moreira, por el cargo que inmerecidamente ostenta, se cree –como dicen los niños- el muy muy, -o como dirían los adultos- el dueño de nuestro destino. No niego que sus tonterías incidan en parte en nuestro destino, el deterioro socioeconómico de los laguneros se lo debemos en parte a la mala fe y las incapacidades de Rubén Moreira, quien se hizo cargo de la gerencia del estado de Coahuila, con el principal fin, de tapar las trapacerías de su hermano Humberto y sus cómplices.
En otro panorama, a nivel nacional, el gobierno federal dice que: “México ha cumplido la meta de tener ´solamente´ 28 millones de habitantes con déficit alimenticio”, en pocas palabras, la meta era tener solo 28 millones de hambrientos. Todo es una mentira, una farsa, un cuento para hacer boruca y que la gente crea que el gobierno está trabajando para resolver los problemas del hambre. La realidad es que el INEGI y otros indicadores de la pobreza en México, reportaban en el 2012, a finales del año, que en México había 22 millones de personas con niveles de pobreza extrema y que ello los convertía en entes con déficit alimenticio, o sea en hambrientos. Ahora, después de 19 meses de gobierno de Peña Nieto y del programa del combate al hambre dirigido por Rosario Robles, ya hay 28 millones de hambrientos y que esa cifra era nuestra meta. ¡Mentira! Todo es una mentira para encubrir a este gobierno de ineptos y mal intencionados.
La Secretaría de Desarrollo Social con su inepta y deshonesta directora, la señor Rosario Robles Berlanga, tiene como meta, según las propias declaraciones de la secretaria, terminar con el hambre en México, y no solo no la ha combatido sino que la han acrecentado.
Al paso que vamos va a haber en México –al término del gobierno de Peña Nieto- 35 millones de hambrientos y 38 millones de mexicanos trabajando en la informalidad. ¿A quién podemos culpar de este panorama de un futuro desastroso?... ¿a los pobres, a los informales que no encuentran un trabajo digno y decente, o a este gobierno que no tiene la capacidad de llevar a nuestro país a un mejor puerto y destino? Según se percibe, hay dos responsables: la clase empresarial que se ha convertido en una clase parasitaria especuladora, y la clase gobernante que solo ha encontrado la forma de enriquecerse a costa de la gente, del pueblo, del que menos tiene y del que carece de todo. Estas y no otras son nuestras cuitas. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com
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