La inteligencia judía y la de los judíos.
Agosto 9 del 2014
En un mes y un día, la judería internacional (AIPAC) y el estado judío (Israel) han demostrado tan poca inteligencia de Estado y colectiva, que todo lo ganado en 13 lustros, con propaganda cierta o falsa, y sobre el holocausto, y sobre el derecho del estado sionista, lo perdieron en Gaza.
La inteligencia es algo más ligado al sentido común que a los conocimientos, sin embargo el que más sabe menos incurre en actos que brillen por la poca inteligencia aplicada para llevarlos a cabo. Me explico: La inteligencia judía se encuentra en dos parámetros, la del estado judío denominado Israel, que consta de varios departamento de “inteligencia” (Mosad, Shin Bet, etc.,) que le aporten datos suficientes a quienes gobiernan, para llevar a cabo sus tareas de la cosa pública local e internacional. La otra inteligencia es la de cada judío y la colectiva de la judería internacional; esta inteligencia se concentra en un departamento, el que hoy lleva el nombre de AIPAC, un organismo cúpula de los judíos, que controla –en apariencia- el venir y devenir de actos y consecuencias que afectan a las colectividades judías en los diferentes países en los que se encuentran, tanto en su seguridad colectiva como en su prestigio y buen nombre.
Las dos inteligencia judías se han equivocado rotundamente de un tiempo a la fecha y sobre todo en este sangriento episodio en Gaza, en donde los judíos se han cebado contra un pueblo que jamás les ha hecho ningún mal, sino por el contrario, vienen, de 1919 a la fecha, siendo víctima de los judíos y de la judería, en donde han saciado sus instintos criminales inducidos en base a la educación que reciben desde niños -los judíos en sus hogares y colegios- donde y cuando les enseñan a odiar a quienes les estorben en sus cometido, aunque estos cometidos sean hartos en injusticia y criminalidad, como es el caso de Gaza y de toda Palestina enfrentada a unos judíos que han sabido hacer todo tipo de trabajos sucios para congraciarse con sus amos WASP, los Blancos Anglo Sajones Protestantes.
El primer error de los judíos, como pueblo y colectividad, fue meterse a la cosa pública, la política y las relaciones diplomáticas internacionales. El judío ha demostrado ser ducho para algunos quehaceres sobre negocios, dinero, intriga, usura, tráfico de diamantes, cine, TV y todos los medios de comunicación imaginables (La Mass Media) espionaje y, particularmente altas finanzas. La familia Rothschild y algunos otros judíos asociados a ellos, han hecho grandes fortunas financiando guerras de unos países contra otros; con Luis Carlos, Napoleón III, brillaron como financieros y de cómo lo traicionaron cuando emprendió la guerra de los pasteles contra México y sobre todo al momento de su derrota con la guerra contra Prusia, una guerra diseñada por los Rothschild, para ajustar ciertas cuentas con el régimen prusiano.
El segundo y más grave error es el de la creación del estado de Israel, por motivos variados, pero en el que el principal es, el que no requerían de tener un país propio para seguir haciendo sus fechorías, ellos desde EEUU, Gran Bretaña, Canadá, Francia, Argentina y México, por mencionar a 6 países en donde abundan judíos, pueden seguir laborando en sus “especialidades.”
Entonces, ¿qué caso tenía crear el estado de Israel como una base militar de EEUU disfrazada de hogar nacional de los judíos y gobernada por estúpidos y sanguinarios que en lo único que no piensan es en política, diplomacia, humanismo, justicia o equidad? Luego… por la falta de inteligencia judía –institucional y colectiva- han quedado al descubierto ante el mundo no judío, que es el que verdaderamente cuenta, como un país (me refiero a Israel) en donde la bestialidad y la desmesura, son los factores determinantes de su política, y a la judería, -como un conglomerado de pueblos unidos en una sola voluntad mesiánica, que con esto que acontece en Gaza pero que deriva de todos los crímenes de Israel y la judería desde 1982, en Líbano-, que ha perdido todo prestigio si es que algún día lo tuvo, y toda credibilidad ante el mundo que no es judío. Lo siento por aquellos tontos que creen que porque hay muchos judíos con premios Nobel, son más inteligentes. ¡Pamplinas! O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com
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