Lo sucedido el 4 de junio nos muestra a un PRI desmoronado
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1441 Junio 7 del 2017
Lo sucedido el 4 de junio nos muestra a un PRI desmoronado, a unos priistas ratas y cínicos y a un pueblo burlado, robado y vejado. Guardar silencio de lo acontecido en el estado de México y en Coahuila es una tácita complicidad con el sistema político podrido. El PAN ganó en Coahuila, en Veracruz y Nayarit, y MORENA en el estado de México. Observadores de México e internacionales fueron testigos de los fraudes. Esto es una vergüenza descomunal.
Así como el PAN está mostrando firmeza para no dejarse robar la candidatura en Coahuila, lo debería hacer también para defender la legalidad de la elección en el estado de México, ya que si se sigue coludiéndo con el PRI para cerrarle el paso a MORENA, más temprano que tarde será víctima de lo mismo y de los mismos. Congruencia, equidad y justicia es lo que hace falta.
Los mexicanos tenemos que mantenernos firmes ante un gobierno inepto y corrupto, pues el dar muestras de debilidad y abandono nos seguirán robando y vejando. Es irrefutable que el PRI ha perdido todo menos el cinismo y la desvergüenza. Hemos visto con Peña Nieto en poco más de 4 años de gobierno, que su partido se convirtió en la nada, en una suerte de cueva de bandidos inútiles e ineptos los que hasta para robar elecciones perdieron la magia con la que antes se enseñoreaban sus siglas y su escudo tricolor. El nuevo PRI que presumió Peña Nieto en el 2012 no solo no es nuevo sino que retrocedió en sus prácticas deleznables, los fraudes que pretende hacer en Coahuila y en el estado de México, nos ilustran que hasta para robar elecciones son lerdos.
Los mexicanos tenemos de nuestra parte la legalidad y justicia que el gobierno priista nos niega, debemos asirnos a la ley para expulsar a este partido de la cosa pública. En el estado de México de cada 100 votos posibles lograron sumar a favor de su candidato Del Mazo solo 17 y de estos, la mitad cuando menos, son votos adquiridos por medio de la compra ilegal y de una serie de actos trapaces como rapaces. Demostrándonos con ello que no valen ni un cacahuate las ratas del PRI. Dilapidaron más de dos mil millones de pesos –por supuestos robados del erario- en la campaña del EDOMEX y ni así lograron ganar y tuvieron que recurrir a lo único que saben hacer, trampear y corromper, Vamos, ni siquiera “el ratón loco”, “el carrusel”, la compra de votos, la intimidación y el uso indiscriminado del Instituto Estatal Electoral a su servicio y otras múltiples formas de trapacería, les fue suficiente, mostrando que el odio y repudio que les dispensa la ciudadanía fue de tal dimensión que deja en claro que ya no son nada, que sirven para maldita la cosa y que el nuevo PRI es más mierdero que el de antaño.
Rubén Moreira en Coahuila trató de sacar con puras malas artes, adelante la campaña del impresentable Miguel Riquelme y no lo logró. Son tan pendejos que no supieron aprender de los priistas de otros tiempos, fueron tan lerdos que se hicieron bolas y dejaron al descubierto todas sus trampas. De Rubén Moreira no se podía esperar otra cosa porque es ajeno a la política y solo sabe robar, mentir, trampear, vejar, intimidar y humillar a los ciudadanos para lograr sus metas y cometidos. No supo hacerlo como tampoco supieron hacerlo en Nayarit, en el estado de México y en Veracruz en donde fueron arrollados por una oposición ciertamente mediocre pero firme en sus propósitos. Este panorama de desolación para ellos es una gran cosa para los mexicanos.
El mar de irregularidades perpetrados por Rubén Moreira se llevó entre las patas a su propio hermano Humberto, quien no logró ni un 3% para hacerse de una diputación en el Congreso del estado; esto provocó que el propio Humberto que es tan rata e inepto como Rubén, sacara un audio público en el que se duele de las canalladas de su hermano Rubén al que tilda de puto, tramposo, traicionero y cobarde entre otras linduras que le espeta a los 4 vientos. ¿Qué esperan Peña Nieto, Gobernación, la PGR y la secretaría de Hacienda para aplicarle la ley y retacarlo en la cárcel? No lo hacen porque de los 32 mil millones de pesos que se robó del erario de Coahuila, entre 13 y 14 mil millones de pesos fueron a dar a las manos de Peña Nieto para su campaña del 2012 y para meterse a sus bolsillos una buena suma de dinero, el que seguramente le servirá para comprarse seis o siete Casas Blancas como la que le obsequió su compadre el señor Hinojosa, dueño de la Constructora HIGA a cambio de contratos multimillonarios.
¿Está en el aire el destino del PRI y de Peña Nieto? No, ni siquiera eso, están en el suelo y llenos de mierda y lodo hasta el cuello, que fue lo único que pudieron sumar a su haber el PRI y Peña Nieto. Peña Nieto en esta elección se convirtió en un zombi, en un cadáver viviente que deambulará por Palacio Nacional y Los Pinos, meditando que hacer para no ir a parar a la cárcel como Javier Duarte y una docena de gobernadores priistas, de los que unos ya disfrutan de una celda y los otros están en vías de ser entambados en ergástulas especiales en donde moran los cínicos y ladrones que se dieron a una lucha por robar, sintiéndose “merecedores de la abundancia”, a la que hizo alusión la esposa de Javier Duarte. O, ¿usted qué opina al respecto, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario