miércoles, 21 de junio de 2017

La impugnación de la elección en Coahuila ya fue presentada en tiempo y forma

La impugnación de la elección en Coahuila ya fue presentada en tiempo y forma

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1450   Junio 15 del 2017
El fraude que están perpetrando Peña Nieto y el INE y que está por consumarse, no se lo hacen a Guillermo Anaya, al PAN, a Delfina Gómez y a Morena, sino a todos y cada uno de los mexicanos, que por confiar en las instituciones, hemos sido traicionados y de hecho esta afrenta es una traición a la patria porque ensucian a las instituciones todas.
La impugnación de la elección en Coahuila ya fue presentada en tiempo y forma; en tiempo suficiente para que Peña Nieto reaccione si no quiere ver a la presidencia envuelta en un lodazal, y en forma amplia, y con pruebas fehacientes para que el INE se comporte como un árbitro y no como una parte más del deterioro nacional que hemos visto crecer día a día.
Cierto es que el fraude electoral está por consumarse y ello nos pinta a Peña Nieto como una bazofia de la cosa pública y al INE como un laberinto plagado de trampas –por cierto muy burdas- para robarnos nuestra voluntad. Si quienes están al frente de la presidencia y son árbitros de cosa tan sagrada como es el sufragio y la voluntad del pueblo nos roban, nos invitan a obrar de la misma manera en caso que persistan en esta actuación tan ruin y reprobable. Peña Nieto juró servir al pueblo, a la patria y a las instituciones y, ¿Qué hace? Traicionar a México. Estos cuatro años que lleva gobernando solo muestran sus liviandades y rapacerías. Es sabido que pertenece a un grupo político nefando que habita en Atlacomulco que daña con sus malas artes a la nación entera, ¿vamos a permitir que siga actuando como un vil sinvergüenza sin honor y ajeno a la justicia y equidad? Todo tiene un límite y Peña Nieto ya lo rebasó y con creces.
Coahuila está en un momento crucial no en una encrucijada porque el rumbo es claro, queremos que la voluntad de los ciudadanos se cumpla; el PRI, el INE y Peña Nieto sí están en una encrucijada porque tienen que mostrar su legitimidad en los comicios, cosa que no ha sucedido y que incluso violaron de Pe a Pá, todos y cada uno de los lineamientos constitucionales en la elección aún antes de esta comenzara. Estamos ciertos que se trató de un fraude electoral descomunal en donde lo único que se vio de parte del PRI y del INE, fueron ocultamientos y colusiones, violatorias todas ellas de nuestra Carta Magna. Por lo mismo quienes se encuentran en una encrucijada son el PRI, Peña Nieto y el INE; estos tres actores principalísimos del fraude electoral tiene que someterse a la legalidad so pena de ser desconocidos por la ciudadanía, los unos como partido políticos, el otro como poder ejecutivo y otro más como árbitro electoral.
La impugnación ya fue presentada en tiempo y forma ahora le toca al ejecutivo, a su partido y al INE reconocer que todo en esta elección fue un cochinero llevado a cabo por Rubén Moreira y sus esbirros del Instituto Electoral del Estado, los que no tuvieron empacho en regresar a un México en donde las elecciones eran una utopía, en el que ganaba el PRI y solamente el PRI. Esto ya no es aceptable por ningún motivo, y si Peña Nieto quiere –aunque lo dudo que lo haga- mostrarse como el presidente de los mexicanos, lo primero que tiene que hacer es reconocer que esta fue una elección de Estado burdamente elaborada por macuarros como Rubén Moreira y Riquelme.
No hay que olvidar que hace meses Peña Nieto le hizo llegar a Rubén Moreira un recado un tanto sui géneris: “O ganas las elecciones en Coahuila o puedes ir a para a la cárcel”.
Este mismo contenido de dicho “recadito” seguramente se lo dijo al gobernador del estado de México, y tanto Eruviel Ávila como Rubén Moreira lo tomaron como una Carta Blanca para hacer los cochineros que hicieron en sendas elecciones, las que con todo y eso, perdieron y fue entonces que el INE salió a su defensa desestimando los justos reclamos. En Coahuila por lo pronto ya se presentó la impugnación con pruebas fehacientes, las que en tiempo y forma son bases suficientes para repetir dicha elección, de no lograrse el éxito de la impugnación caerá la culpa absoluta en la figura del presidente Peña Nieto, el que ya está absolutamente descalificado por la ciudadanía en toda la república, por su ineptitud y la corrupción con la que ha actuado en toda su vida dentro de la cosa pública. Si no actúa en consecuencia peor para él y para el PRI.
El PRI, los pristas y el propio Peña Nieto, saben lo que la ciudadanía sabe, que ese partido está en una etapa terminal como instituto político, ¿por qué? Porque olvidaron, y desde hace años, que la política es una ciencia y un arte para gobernar y gobernar es hacerlo para todos los sectores y no solo para favorecer a unos cuantos como lo han venido haciendo en los últimos 35 años. Todos, ellos y los 122 millones de mexicanos nos hemos ido dado cuenta como el PRI se fue pudriendo y a la vez fueron pudriendo a todas y cada una de nuestras instituciones, de ahí que es imperativo que Peña Nieto reaccione ante los reclamos justos y legales, de no hacerlo, reitero, peor para él y para su partido, porque amén de perder la presidencia en el 2018, perderá su registro, debido a que se trata no de un partido sino de una cofradía de ladrones, los que han hecho uso de los puestos públicos para su propio beneficio y, eso no es un partido político y menos revolucionario, y mucho menos institucional. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.

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