Los mexicanos todos debemos ser participativos en la construcción de un proyecto nacional
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1287 Febrero 12 del 2017
Los mexicanos todos debemos ser participativos en la construcción de un proyecto nacional sin un líder personal y ni siquiera partidos; las marchas de hoy domingo 12 de febrero en Paseo de la Reforma, no apuntan a una unión nacional porque está promovida por uno de los enemigos del pueblo, Claudio X. González G., y apuntan a fortalecer a Peña Nieto.
Mientras unos marchan en contra de Trump para posicionar a Peña Nieto, nosotros solo vemos languidecer nuestra seguridad y economía, y otros, judíos mexicanos e israelitas, de la empresa Magal Security System de Israel, diseñan y construyen el muro en nuestra frontera Norte, y proyectan de la mano del canciller Luis Videgaray la construcción de otro muro con Guatemala.
Para empezar, a estas alturas y según las condiciones de nuestras crisis, ya nada puede fortalecer a Peña Nieto por lo que es ocioso manifestarse a su favor, además los organizadores son cómplices de Peña Nieto y de la runfla de ineptos y maleantes que nos mal gobiernan. Los que se manifiestan son cómplices del PRI y de Peña Nieto, por ende, enemigos del pueblo, por ello hay que considerar que la solución no está en el poder de una persona o un candidato, la solución está en un proyecto, resultado del debate, de la participación de todos los sectores del país, del diálogo abierto, es por eso que la unidad a la que hay que convocar sería para trabajar con y por la gente en torno a un proyecto de nación.
Estamos obligados a demostrar que todos unidos podemos ser la herramienta al servicio de la gente, no la de apoyar a un partido o a una persona. Es menester y nuestro deber impulsar la participación de todos y cada uno de los que vivimos en este país, y convocar más allá de un líder y de los partidos, a un gran diálogo y debate de lo que debiera ser el rumbo correcto para nuestro país. Apoyar a Peña Nieto es hacerlo a favor de la ineptitud y corrupción, y marchar al lado de sus cómplices encabezados por Claudio X. González Guajardo, es ponernos en manos de sus cómplices oligarcas, los que junto al gobierno, son irrefutablemente, nuestros enemigos. Ellos son los causantes principales de la miseria en la que deambulan más de 70 millones de mexicanos.
Tenemos que participar todo el espectro nacional, ciudadanos de a pie, empresarios, partidos, organizaciones civiles e intelectuales, en los temas con los, que en serio, podríamos lograr la transformación de México. No es Trump ni sus políticas ramplonas y racistas, las que a tontas y locas, en base a tuits, pretende imponer su voluntad amenazando y azuzando a los medios de comunicación, atiborrándolos de imágenes en las que muestra sus Órdenes Ejecutivas, todas ellas de manera atropelladora, nuestro no único pero sí el más grande problema, el mayor, lo tenemos aquí en México, y provocado por mexicanos. Trump abusa de nuestra vulnerabilidad y nuestra vulnerabilidad proviene de los malos gobiernos nuestros por sus corruptelas e ineptitud, sumado a ello el cinismo y mala fe con los que se manejan nuestros políticos, los que coludidos con la oligarquía, han provocado miseria y desigualdad, favoreciendo a pocos y no a las mayorías.
Peña Nieto debe entender que no puede haber unidad nacional mientras haya desigualdad social; que no habrá un apoyo general a su persona porque el pueblo está agraviado con y por él, y eso él lo debe saber, sin embargo y a pesar de ello, convoca a todos a una unidad general por la patria.
¿De qué patria nos habla Peña Nieto?... ¿De la de los que tienen todo y no carecen de nada, o la de los que nada tienen y carecen de todo? Jamás y de ninguna manera, mientras dentro de México siga existiendo esta guerra soterrada de clases, en la que los de arriba coludidos con las clases políticas ignoran que es la política y la justicia, que es la equidad y la buena gobernanza, pues si lo supieran y practicaran todo eso que ignoran, México y la mayoría de los mexicanos tuvieran trabajos dignos y retributivos según su esfuerzo, con ello no habría miseria y sí justicia, con ello, nuestro país y los mexicanos no seríamos vulnerables por los dictados y políticas del extranjero y nadie, ni pobres y ricos ni el gobierno estuviéramos en esta problemática agonía que nos atolondra y agobia.
Primero, es menester, solucionar los problemas internos, de tal suerte que si así fuera, habría unidad nacional en torno al gobierno y a nuestras instituciones y no tendrían que recurrir, tanto la oligarquía como el gobierno, a marchas patrioteras como las de este domingo 12 de febrero, las que son a iniciativa de uno de los peores mexicanos –Claudio X. González Guajardo- y de un gobierno considerado el peor –por infinidad de razones y causas- de los últimos 90 años. Seamos sensatos y realistas, para que haya una unión general en torno al presidente, primero este, debería ser diferente en lo relativo a la honestidad, justicia, y al reparto equitativo de bienes y servicios, entre y para todos los mexicanos por igual. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis escritos anteriores, puedes hacerlo entrando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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