Se les hizo bolas el engrudo a Peña Nieto y sus cómplices de Los Mexicanos Primero, de Claudio X. González; del Consejo Mexicano de Negocios, de Televisa y del Consejo Coordinador Empresarial.
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1289 Febrero 13 del 2017
Se les hizo bolas el engrudo a Peña Nieto y sus cómplices de Los Mexicanos Primero, de Claudio X. González; del Consejo Mexicano de Negocios, de Televisa y del Consejo Coordinador Empresarial. Intentaron con sus marchas fallidas este domingo, alinear a los mexicanos a favor de Peña Nieto, y todo se revirtió en contra de Peña Nieto, porque los mexicanos –mayoritariamente- sí repudian a Trump, pero más repudian a Peña Nieto.
Hoy más que nunca, los mexicanos tenemos que señalar a Peña Nieto como el principal mal que nos aqueja. Nadie como él ha sido más inepto y procaz ante México y sus compatriotas, por ello, por necesidad, debemos repudiar sí, las actitudes bruscas y avasalladoras contra nosotros por Trump, sin olvidar que nuestra vulnerabilidad se debe a Peña Nieto y sus reformas ilegales.
Los asistentes a las marchas demostraron la poca convocatoria de la cúpula empresarial y de la presidencia de la república y sus cómplices en el desmantelamiento de nuestra nación. Al propinar a Peña Nieto un no rotundo y un “Fuera Peña Nieto” como un “Tenga para que se entretenga y aprenda”, y para demostrar primero el repudio a Peña Nieto por obvias y múltiples razones, sin dejar de lado el repudio a Trump, un energúmeno que padece entre otros desórdenes mentales, turbulencias hormonales para satisfacer su onanismo, quien ha tomado a México y a los mexicanos como Conejillos de Indias, haciéndonos el Chivo Expiatorio de los males que siente que los EEUU padecen.
Echemos un vistazo a lo que dice en su columna de La Jornada de hoy, Carlos Fazio: “En los últimos días asistimos a una vasta campaña de intoxicación ideológica y propagandística a través de los más importantes medios de comunicación, bajo control monopólico privado, que pusieron en práctica técnicas para la fabricación del consentimiento y todo un sistema de adoctrinamiento clasista, para forzar a una marcha “patriótica” y una falsa unidad nacional entre los vendepatrias y saqueadores de México y de sus víctimas, las mayorías empobrecidas.”
“La amplia operación de manipulación de emociones y sentimientos y manufacturación de un consenso de masas (del rebaño desconcertado, diría Noam Chomsky), con eje en un patrioterismo reaccionario, tuvo como “fuente” a los responsables de los poderes formales y fácticos del país: Los presidentes de la república y de la suprema corte de justicia; los mandos de las fuerzas armadas y representantes del gran capital agrupados en El Consejo Mexicano de Negocios y el Consejo Coordinador Empresarial hermanados todos, -por acción, omisión o vínculos de complicidad- con crímenes de lesa humanidad y millonarios actos de corrupción que amparados por el binomio Impunidad/Simulación, permean la imposición del actual modelo económico capitalista salvaje.”
Carlos Fazio y todos los analistas lúcidos y decentes, coinciden en lo mismo, que el grueso de los mexicanos, en que Peña Nieto y su gobierno son los principales culpables de nuestros problemas, y no por ello desdeñan la procacidad y abusos de Trump, quien se ha ensañado contra México y los mexicanos, reventando la cuerda de unión México/EEUU porque México es la parte más delgada-famélica digo yo- en nuestras relaciones con el vecino del Norte.
De estos comentarios inteligentes y certeros debemos partir para exigir a Peña Nieto a que enderece el rumbo que ha tomado con sus reformas estúpidas y sus actos hartos en corruptelas. Es mucho pedir que Peña Nieto pueda hacer algo contrario de lo que infelizmente ha provocado, precisamente por su ineptitud, falta de amor a la patria y a sus compatriotas, los que han visto en estos cuatro nefastos años de gobierno, esfumarse toda esperanza de salir delante de una forma que se antoja necesaria y justa, porque Peña Nieto fue colocado en la presidencia por los poderes fácticos, en la misma inercia del rumbo que tomaron sus antecesores –De la Madrid, Salinas, Cedillo, Fox y Calderón- los que unos más y otros menos, han saqueado a México y empobrecido a más de 70 millones de mexicanos.
Peña Nieto, luego de esos dos intentos de embaucar a los mexicanos con esas dos marchas fallidas en las que se les hizo bolas el engrudo a sus organizadores, debe entender que tiene poco espacio para seguir maniobrando pérfidamente como lo ha venido haciendo, lo que le dejan dos caminos: el uno, renunciar e irse a gastar el dineral que nos ha robado, o bien, recomponer el rumbo de manera inteligente y patriota. Lo lógico y eso es lo que habría que esperar de él, es que ni se largue ni recomponga el rumbo, por dos razones obvias: No es patriota y carece de dignidad y de vergüenza para reconocer, con su retiro, su fracaso, reitero, producto de su ineptitud, su corrupción congénita, su cinismo y desvergüenza, pero sobre todo su indecencia, su desamor y falta de respeto por y para nuestra patria. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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