martes, 28 de febrero de 2017

Los agentes más asiduos del imperialismo yanqui

Los agentes más asiduos del imperialismo yanqui

AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1308   Febrero 27 del 2017
Los agentes más asiduos del imperialismo yanqui, han sido los últimos seis presidentes de la república –incluyendo a Peña Nieto, sin embargo y a pesar de ello, el nuevo inquilino de La Casa Blanca en Washington rompe los vínculos existentes con México, sobre todo por la corrupción de nuestros gobernantes, los que al parecer ya no les sirven para sus fines.
Nos molesta en grado sumo la grosera y fiera actitud de Washington hacia México y los mexicanos radicados en EEUU. Ellos nos tratan como sus sirvientes y nuestro gobierno, se solaza en decir que somos sus socios pero se comporta como lacayo de sus intereses. Peña Nieto ha mostrado sus incapacidades y corruptelas, de ahí que debemos generar un cambio de gobierno.
La tarea más importante para EEUU ya no es solo hacer negocios con gobiernos sumisos como el mexicano, ahora quieren dejar en claro que ellos son el imperio y que las demás naciones les rindan tributos y sumisión, ahora necesitan recomponer su poder ante los desafíos que ven en Rusia y China, el primero por su fortaleza en armamentos nucleares y el otro por su economía avasallante, la que ha crecido exponencialmente, y ha exhibido la vulnerabilidad de la economía norteamericana. Rusia, los sabe EEUU, tiene armamentos de última generación, nucleares y convencionales para no someterse a los designios de Washington, y China con su economía boyante –como ninguna en el mundo- ponen en entredicho el liderazgo de EEUU.
Es lógico entonces es, que haya mostrado Trump sus garras y sus colmillos ante México, para presentarse ante el mundo, intolerante, y como un botón de muestra de que están cambiando el sistema global hegemónico, y que si a uno de sus principales socios, como México –sumiso en lo total a sus designios- lo azota sin piedad ni miramientos, ¿Qué hará con otros los que no se han sometido a sus designios? EEUU siente que Centroamérica ya es de sus dominios, y que en el Sur, Colombia, Perú, Brasil y Argentina, también lo son, ya que sus presidentes fueron impulsados por ellos para que asumieran el mando, hayga sido como hayga sido, según la expresión de Felipe Calderón, cuando asumió la presidencia por medio de un fraude electoral descarado.
Si el gobierno de EEUU ya demostró que está hasta la madre de la ineptitud y corrupción de nuestro gobierno y por ello ha sacado sus garras amenazadoramente contra nuestra integridad, ¿cómo estaremos los mexicanos contra Peña Nieto que se ha cebado contra sus conciudadanos en todos los ámbitos del quehacer político desaseado y ruin? Esto último a Trump no le importa ni en lo más mínimo. Lo que quiere es, en primera instancia solucionar el problema de los migrantes, los que según él, amén de arrebatarles sus empleos a los gringos, son bad mans, que trafican drogas, son ladrones y criminales; por otro lado quiere ajustar el déficit de 65 mil millones de dólares anuales, entre nuestras exportaciones hacia EEUU y sus exportaciones.
La realidad es otra, lo que busca es usarnos de conejillos de Indias ante el mundo y recomponer –como ya lo he dicho- el nuevo Orden Internacional, para acrecentar su poderío, porque así lo consideran necesario sus expertos analistas –los Thing Tanks- quienes han establecido que el axioma “Imperio que se estanca se deteriora y derrumba”, de esto hay que partir para entender siquiera en parte, la fiereza que nos muestran ante los migrantes mexicanos y nuestro gobierno.
Luego, la tarea del nuevo gobierno de EEUU es recomponer sus fuerzas políticas, económicas y bélicas, ante los desafíos que vislumbran y que no son pocos. ¿Y nosotros, los mexicanos de a pie, las mayorías, que tarea debemos llevar a cabo para solucionar primero nuestros problemas en el interior, porque en el exterior –lo estamos viendo con Videgaray y Peña Nieto- nada podemos hacer porque ambos –el presidente y el canciller- no sirven más que para maldita la cosa? Esta realidad es el punto de inflexión del que hay que partir. Si tenemos un gobierno que en el exterior sirve para maldita la cosa y en el interior menos, por su ineptitud, corrupción y mala fe palpables, el camino a seguir es acabar, legal y pacíficamente, con este sistema político que ya pudrió nuestras instituciones y tiene hundidos en la miseria a la mayoría de los mexicanos.
Mientras Trump hace lo que tiene que hacer, según lo estamos viendo; nosotros –los mexicanos y no nuestro gobierno- hagamos lo que es menester hacer; la clave es –ya lo dije- deshacernos de este gobierno y de este sistema político nacional que nos ahoga. La clave, reitero, es hacerlo de la forma pacífica y legal, apegándonos a nuestra Constitución y no a esas leyes secundarias ruines y tramposas que inventaron estos gobiernos malhadados. Para lograr el cambio debemos convencer al sector castrense que se meta de nuevo a sus cuarteles, que no anden por las calles haciendo un trabajo que les es ajeno según nuestra Carta Magna. Hay que convencerlos que la militarización de ninguna manera ni ocasión, fue diseñada para combatir a la delincuencia común interna, y que el gobierno –su comandante supremo, Peña Nieto- los está utilizando para someter al pueblo a sus intereses espurios, prueba de ello es que desde que Calderón saco al ejército a las calles, la delincuencia se multiplico exponencialmente y, que las ejecuciones y desapariciones se han triplicado. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Si deseas leer mis anteriores escritos, puedes hacerlo ingresando a Google en: elnuevoblogdeaugustopena.blogspot.com
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com

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