La defensa a ultranza que hace el gobierno de Peña Nieto a los gobernadores cómplices
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 1276 Febrero 3 del 2017
La defensa a ultranza que hace el gobierno de Peña Nieto a los gobernadores cómplices del saqueo al erario público, como a los Moreira en Coahuila, a Medina en Nuevo León, a Borge Angulo en Quintana Roo, a Duarte en Veracruz y al ex gobernador Fidel Herrera que se postulará a la presidencia del puerto, y a Duarte en Chihuahua, más las trapacerías de Peña Nieto, evitan que los mexicanos nos unamos a la defensa de Peña Nieto ante Trump.
Los ataques alevosos de Trump a México y a los mexicanos, pinches de suyo, han enardecido nuestro ánimo, pero de algo nos han servido porque Peña Nieto se ha puesto las pilas y el mundo tiene puesta la atención en lo que pasa al interior de México. Por lo pronto Aurelio Nuño ha dejado de jeringar a los maestros con la reforma educativa y el ejército está calladito.
El ejército de empobrecidos debido a los malos gobiernos y sobre todo del actual, mantienen a los mexicanos desunidos ante las agresiones del presidente Trump. Incluso la clase empresarial ya da muestras de estar harta de los desatinos y corruptelas del gobierno. Claudio X. González Guajardo ha sido el encargado de propinarle golpes efectivos de manera directa y mediática a Peña Nieto. Las voces más calificadas reconocen que Trump le ha faltado al respeto al presidente de México y sin embargo y a pesar de ello, culpan al gobierno de tibio, blandengue y hasta de cobarde ante los retos que soezmente le plantea el energúmeno neoyorkino.
Las campañas que ha emprendido Peña Nieto para exaltar nuestros valores no han funcionado ni lo harán mientras la corrupción de la clase política no sea erradicada al igual que la impunidad. Las respuestas de la presidencia han sido escasas, nulas y hasta mentirosas. Hablar de defender nuestros valores es una necedad, ¿por qué de cuales valores hablamos?... ¿De los de los políticos y las cúpulas empresariales que se coluden para joder a los más pobres, o la de los líderes sindicales que siempre, ineludiblemente, trabajan a favor de los patrones? Los únicos valores a la vista de las clases empresarial y política son, los de las ganancias pecuniarias y el de perpetuarse en el poder. Esta realidad palpable lo único que ha logrado es empobrecer a las mayorías, enriquecer a unos cuantos y con ello, hacer que prolifere la delincuencia y el desmembramiento de las familias.
Estas condiciones de vejaciones y empobrecimiento de las mayorías, logró apenas el desprecio de la sociedad a los políticos, y alinear en contra los sentimientos hacia la clase pudiente. Estos factores reales y a la vista son los que evitan que esas mayorías en situación de pobreza y miseria, se unan a la defensa del gobierno y de las instituciones. Para los mexicanos el presidente es un pillo al igual que todos y cada uno de los políticos de cualquier partido, sus pillerías y falta de oficio los ha mantenido en un nicho de bienestar, mientras más de 90 millones de compatriotas están cerca del colapso socioeconómico y muchos de ellos se encuentran al borde de la desesperanza. Así es imposible que nuestro pueblo apoye –para nada- al presidente.
Ciertamente las ofensas de Trump a México y a los mexicanos son deleznables, y a pesar de ello, los mexicanos preferimos culpar a nuestro gobierno, porque si nuestro presidente no hace nada bueno para nosotros, ¿por qué habría de hacerlo el presidente de EEUU? Las ofensas de Trump son molestas pero más lo es el comportamiento y las corruptelas de Peña Nieto
La defensa de México y de los mexicanos solo provendrá de nosotros mismos y no de afuera ni de nadie. Nadie estirará la mano para socorrernos en nuestras desgracias. Nuestra principal defensa es la unión de los mexicanos para el logro de cualquier cometido socioeconómico y político, por ello la prioridad ingente es arreglar nuestra propia casa, ¿si no podemos defendernos del gobierno nuestro, podremos hacerlo del de EEUU? ¡Claro que no! Empecemos por componer la cosa pública y la política, ¿Cómo hacerlo? Sufragando –en Coahuila- este mes de junio, contra el PRI y sus aliados. Votar por el PRI es aceptar nuestras desgracias como un destino vacío de bienestar, tal como el que estamos viviendo bajo el gobierno priísta de los Moreira.
Cualquier opción es mejor o menos peor de la que nos depara con el PRI gobernándonos. ¡Imagínense!, ¿Qué podríamos esperar si en Coahuila siguen gobernando los Moreira y Riquelme? Seis años más del mismo deterioro social y más miseria. Viviríamos otro sexenio gobernados por rateros, hay que tomar en cuenta que si bien los del PRI y sus aliados son sinvergüenzas, no por ello quiere decir que sean tontos. Ellos cuentan con mucho dinero robado del erario y con un cúmulo de conocimientos de todo tipo de fraudes y triquiñuelas electorales, de ahí es que tenemos que aplicarnos inteligentemente a la hora de sufragar, ya que votar por el PRI, sus aliados e independientes como Javier Guerrero entre otros, es abonar para que el voto se divida y le dé más opciones al PRI para ganar. ¡Ojo, mucho ojo! O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
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Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Ah.pd@hotmail.com
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