LA NOCHE DE IGUALA y el mando único: Ejército, Federal, Estatal y Municipal
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 959 abril 15 de 2016
Amén de que todos los índices de progreso y desarrollo se han derrumbado, el caso de La Casa Blanca en Las Lomas, y sobre todo de manera contundente, la aceptación de Peña Nieto dentro de México se ha deteriorado al máximo por los hechos de LA NOCHE DE IGUALA, la que de forma imbécil, Murillo Karam trató de difuminar con una “Verdad Histórica” francamente idiota.
Peña Nieto insta a los gobernadores a que apresuren la organización del MANDO ÚNICO policial. Dice… Porque es la mejor forma de mantener la paz social. Sin embargo no dijo que es para mantener cautiva a la población y asegurarse que no habrá alzamientos y levantamientos de ciudadanos inconformes o grupos disidentes que le causen problemas a este régimen totalitario. LA NOCHE DE IGUALA, la del 26 de septiembre del 2014 y la madrugada del día 27, nos muestra lo terrible que resulta el mando único policial y lo implacable que puede ser un gobierno que no para en mientes para llevar a cabo sus cometidos, aunque estos se encuentren en las antípodas de los requerimientos y anhelos del pueblo, y de México como nación y Estado.
En LA NOCHE DE IGUALA pasaron muchas cosas más de las que se han dicho en la prensa, radio y TV; hubo policías federales, militares y agentes del CISEN por todos lados. Unos atestiguando lo que sucedía y otros interviniendo. Los policías disparaban y no por cuenta propia ni personal, recibían órdenes y las cumplían; asesinaron a 6 jóvenes, le arrancaron la cara a otro entre ellos y se llevaron a 43 no sin antes dejar decenas de heridos regados por aquí y por allá. El normalista Edgar Vargas fue herido de bala en la cara, el proyectil le voló la nariz, los labios y los dientes superiores. Sangraba profusamente y un grupo de compañeros y un maestro buscaron una clínica. Dieron con la clínica “Cristina”, donde dos enfermeras los recibieron condicionándolos a guardar silencio y a apagar las luces mientras llamaban a un doctor.
Antes de la llegada del doctor llegó un convoy militar al mando del oficial de apellido Martínez Crespo. En todo momento se les estuvo apuntando con los fusiles, y el comandante del convoy –Martínez Crespo- no dejó de insultarlos con frases como: “Ya cállense ustedes son delincuentes” y “Ahorita se los va a cargar la chingada”, “Tengan güevos, si les gusta andar con chingaderas, ahora aguántense, atórenle”. Les levantaron las playeras y les quitaron los celulares, ordenándoles que si timbraban, contestaran con respuestas normales sin decir en donde o con quien estaban. Les tomó fotos a todos, incluido al herido, anotó sus nombres reales y dijo que enviaría a gente de la Cruz Roja para asistirlo. Un testigo entre ellos dijo que lo que Martínez Crespo les dijo al retirarse fue: “Nosotros ya nos vamos pero ahorita les vamos a echar a los municipales.”
Funcionó a las mil maravillas el Mando Único en LA NOCHE DE IGUALA, se coordinaron policías federales, agentes del CISEN y militares dando órdenes a la policía municipal de Iguala para seguir haciendo lo que hizo LA NOCHE DE IGUALA, una de las muchas cosas que no concuerda con la PGR y con la Verdad Histórica es que se deslinde a militares y a policías federales del crimen de Estado perpetrado con una saña inaudita, inconcebible y cruel. Militares participaron, policías federales y del estado participaron, agentes del CISEN también, los peones fueron los policías municipales.
¿En medio de ese enjambre de soldados y policías de toda laya, es posible que se les haya sumado un grupo de delincuentes a los que la policía municipal les entregó a los 43 normalistas para que hiciesen lo que quisieran con ellos? ¡Absolutamente no! Tan es así que la PGR con Jesús Murillo Karam, inventó una “Verdad Histórica” para cerrar el caso, sin embargo, los padres de los 43 desaparecidos, el Grupo Interdisciplinario de Expertos y algunos otros grupos de Derechos Humanos, no han permitido que “La Verdad Histórica” prevalezca y han logrado que el caso de los 43 de Ayotzinapa ya sea un asunto internacional.
Ayer en Dinamarca, el Primer Ministro fue cuestionado debido a que ¿Por qué hacer tratos y acuerdos con un país en el que el gobierno está señalado como un violador consuetudinario de los derechos humanos? Dos días antes la canciller de Alemania le ofreció ayuda a Peña Nieto para dilucidar el caso de los 43 de Iguala, y Peña Nieto, tanto en Alemania como en Dinamarca, ofreció en respuesta unos discursos absolutamente ridículos en los que mencionó que el día 30 vence el plazo que su gobierno dio a los del Grupo Interdisciplinario de Expertos y que ni un día más. Por esto y otras cosas como lo de La Casa Blanca, a Peña Nieto ya no se le tiene respeto ni aceptación. En estos momentos su aceptación no rebasa el 17%. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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