Mientras la Comisión Internacional sobre Derechos Humanos retira a los expertos ya que en México no hay condiciones porque el gobierno de Peña Nieto se enterca en implantar su Verdad Histórica, el general Salvador Cienfuegos hace un triste y ridículo papelito
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 961 abril 23
Los sucesos en Ajuchitlán, Guerrero en el que dos militares torturaron a una joven, no tiene desperdicio. Nos muestra a un ejército indigno, o digno de una dictadura en que el estado de derecho es inexistente. Los soldados no tienen que interrogar, para eso están los agentes del ministerio público. Por eso y más, el Grupo Interdisciplinario se va y deja un México podrido.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos anunció que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes será retirado de México debido a que el gobierno de Peña Nieto –por una razón basada en el cinismo y la terquedad, haciendo de México un campo minado de faltas a los derechos Humanos, cuestión que no deja condiciones para seguir investigando la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el estadounidense James Cavallaro, lamentó la negativa de Peña Nieto y su camarilla para prorrogar la permanencia del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, tratando de cerrar el caso al negarles dicha permanencia que expira el 30 de abril.
Mientras esto acontece, en el seno de la ONU queda la imagen de México, como nación gobernada por gorilas, el secretario de defensa el general Cienfuegos, ridículamente pide perdón por el episodio en el que dos militares y un policía federal torturaron de forma -animalesca diría yo- a una mujer en Ajuchitlán. Esto lo hizo ante más de 26 mil soldados congregados en la Plaza “Damián Carmona” en el campo militar Número Uno. Esto nos pinta a un secretario de la defensa al que le queda grande el puesto porque su actuación desprestigia clara y enormemente al propio ejército que el comanda y al que le debería dar ejemplo de humanidad y entereza.
El general Cienfuegos como secretario de la defensa no ha hecho su trabajo debido a que se ha plegado a las órdenes de su Comandante Supremo el presidente Peña Nieto, quien se ha entercado torpemente en una “Verdad Histórica” inventada por un Don Nadie al que nombró procurador de justicia de la nación, el imbécil Jesús Murillo Karam, ¿y todo para qué? Para deslindar al ejército, a la policía federal y al Estado mexicano de tantos crímenes que ya han enlutado a miles de familias mexicanas. Crímenes como el de Iguala, el de Tlatlaya, el de Apatzingán y tantos otros que han dejado la imagen de México como la de un país bárbaro, en el que el crimen organizado no está precisamente en las calles y en los tugurios sino en el corazón y el alma del propio gobierno, en todas y cada una de sus instituciones.
Debido a estos horrendos crímenes de Estado, a la inmensa corrupción que reina en el gobierno y a la impunidad que lo cobija, sumados al episodio harto en corruptelas en el que un contratista, compadre de Peña Nieto, le obsequió –a cambio de favores mayores- una casa de más de 7 millones de dólares, equivalentes a $ 126 millones de pesos, mientras, más de 70 millones de mexicanos viven y se ahogan en la inseguridad y la pobreza, y de ellos, 30 millones, habitan en la miseria y son azotados sin piedad por una hambruna que crece inmisericordemente.
México vive en el caos y Peña Nieto lo sabe, de ahí que tenga al ejército en las calles y quiera que las policías se alineen en UN MANDO ÚNICO, y todo para controlar a la gente, a los inconformes y a los que seguramente están pensando en formar grupos disidentes con una sola meta, tumbar por cualquier medio al gobierno rompiendo el sistema político podrido que nos mal gobierna. Yo soy de la idea que en efecto “es menester y necesario romper el sistema político, pero de manera pacífica, por medio precisamente de la política”. Romper el sistema es no votar por el PRI ni por ninguno de sus aliados. Es difícil lo –porque compran el voto- pero no imposible, comencemos por no votar por el PRI y sus aliados, posteriormente, hay que politizar a nuestra juventud para que este desgarriate que han armado los que gobiernan, no vuelva nunca a suceder.
Peña Nieto le teme a la democracia y a la equidad. Se ha acostumbrado a engañar, a mentir, a disfrazar los hechos aduciendo nimiedades, nada menos en estos días, la Cámara de Diputados, a petición de Peña Nieto, ha dado facultades al ejército para allanar cualquier hogar y las oficinas de toda institución gubernamental. ¿Qué es esto? Una dictadura que da facultades discrecionales a un solo hombre, el que por cierto tiene fama de opresor. Atenco no puede mentir y el caso de los 43 de Ayotzinapa, avala ese dicho. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario