La usura es la herramienta de la política demagógica para mantener a raya a los gobernados. Mientras estemos endeudados somos inhábiles y el círculo de acción se cierra.
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 960 abril 16 de 2016
La usura es la herramienta que ahora la banca está apuntándola contra 90 millones de mexicanos que deambulan entre la pobreza y la miseria. La idea es endeudar a los mexicanos para mantener por tiempo indefinido, sumisa a la población. Este es el último clavo sobre el ataúd de nuestro país para alinearlo directamente en los designios de EEUU y del gran capital
El capital, la derecha, los grandes empresarios, los financieros y los gobiernos demagógicos –como el nuestro aquí y ahora- conforman un equipo equiparable a una Wolf gang (manada de lobos) que siempre está presta a ir por su presa. Hay naciones en que los políticos controlan a los grandes empresarios, financieros y a los dueños del capital, México era uno de esos hasta el 1º de diciembre de 1982, ya que con la llegada de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas –enviados del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, la relación Gobierno/Capital Privado, o (IP) Iniciativa Privada como suele decírsele en México, empezó a cambiar el centro del eje del poder, pero en la docena trágica –los doce años que gobernó el PAN- la Iniciativa Privada asumió el liderazgo general de la política y por ende del poder en México.
Que no nos quepa duda, el poder en México radica en el dinero y no en los políticos y el gobierno. Me refiero al dinero de los grandes empresarios nacionales ligados a las trasnacionales y a los grupos financieros internacionales, y si consideramos que la banca nacional no es nacional porque solo el 16% y un poco menos está en manos de mexicanos y la demás banca, el 84.3% es de extranjeros. Todas las reformas a la constitución y las leyes impulsadas por Peña Nieto, son "sugeridas" por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para mantener el control de México y de los mexicanos a través de un gobierno títere como lo es el de Peña Nieto y los cinco anteriores. Este poder ya está casi consolidado, se privatizaron los energéticos, ya se está haciendo con la salud y la educación y, la seguridad social se encuentra en estos momentos en el ejecutivo que impulsa el mando único policial y mantiene al ejército en las calles, y no precisamente para combatir a la delincuencia organizada sino para mantener el control de México.
A este esquema de desmantelamiento de México y de sus instituciones solo le faltan algunos puntos finos para completar la desnacionalización del país. Uno de esos puntos finos es el de la deuda de la población, porque al tener endeudado al pueblo –a la clase media y a los de abajo-, la voluntad popular y su fortaleza se pierde y se mantiene dócil a la población. De ahí que la banca de México, la que no es nacional sino extranjera, está pugnando por otorgar más crédito al pueblo. El presidente de la Asociación de Bancos en México, los que claro y reitero, no son nacionales, sino que pertenecen al capital extranjero, Luis Robles Miaja, el que amén de ser Presidente de la Asociación de Bancos en México es Presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, ha dicho que las familias mexicanas –se refería a las pobres y de clase media baja- tienen capacidad para endeudarse más, y por ello los bancos y las empresas les abrirán el crédito hasta por el doble de lo que actualmente deben con el fin de ahogarlos.
Hay 90 millones de gente de abajo y de clase media baja –económicamente hablando-, y esa gente tiene más de 7 millones de pequeñas y micro empresas. Y a esa gente y a sus negocios son a los que la banca y el gran capital –extranjero, reitero- quiere endeudar para completar la posesión de México y de la mayoría de los mexicanos como sus deudores. Los fines son varios: 1.- Tener acceso a las ganancias de esos pequeños y microempresas por medio de intereses leoninos, o sea la usura. 2.- Hacer más dúctil y susceptible a la población para comprarle su sufragio de parte de cualquier partido, porque ahora ya no importa quien gane las elecciones lo que importa es que el pueblo pierda, y 3.- Ese supra poder radicado en el gran capital extranjero y propiedad de extranjeros, siempre va a tener cuidado de mantener bajo sus órdenes a grupos de políticos mexicanos para ´ponerlos de gerentes con nombramiento de presidentes, como Peña Nieto, Calderón, Fox, Zedillo, Salinas y de La Madrid. Para lograr su cometido solo les falta endeudar con el doble de lo actual a los mexicanos, porque al gobierno ya lo endeudaron con 8.9 billones de pesos, suma que es impagable hasta en 100 años. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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