martes, 12 de abril de 2016

Aurelio Nuño se pinta solo como un bruto al servicio de Claudio X. González Jr.

Aurelio Nuño se pinta solo como un bruto al servicio de Claudio X. González Jr.


AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO   Dossier ahpd 945    abril 2 de 2016

Peña Nieto por medio del secretario de educación Aurelio Nuño, intenta imponer un sistema educativo ruin que les permita a los patrones contar con una cantidad enorme de obreros y empleados dúctiles para hacer con ellos lo que les plazca. Quieren acabar con las normales ya que no han podido controlar a los maestros y usarlos para fines electorales, como antaño. 
Lejos de promover una mejor educación, Aurelio Nuño Mayer, un Don Nadie convertido en secretario de educación por su amigo Enrique Peña Nieto, se cree a sí mismo y gracias a sentirse ya un secretario de estado, un Calígula en potencia; de una sola hablada quiere borrar más de 100 años de educación en México. El 22 de marzo anunció que para ejercer la profesión magisterial solo hacía falta tener una licenciatura de lo que fuere, y con un solo examen, aprobándolo, podía –el licenciado en cuestión-  dar clases de educación básica en el sistema público. Esto es, las normales no sirven ya más que para maldita la cosa según este mediocre secretario de educación. 
Con este criterio, el secretario de salud podrá decir que los licenciados en derecho o contadores públicos, al aprobar un examen, podrían sin más ni más, recetar a cualquier enfermo, y operarlo de cualquier padecimiento, o bien, cualquier médico, contador, administrador de empresas o Lic. En ciencias de la comunicación, puede hacer el trabajo de los ingenieros o arquitectos con tan solo pasar un examen. Esta burrada solo se le podría ocurrir a un burro y al parecer eso es lo que es Aurelio Nuño. Lo más grave no es que lo diga porque esté convencido de ello, sino que es lo que le dijeron que diga, ¿quién se lo dijo? No fue Peña Nieto y sí, Claudio X. González Guajardo, quien junto a su padre, Claudio X. Gonzáles Laporte, representante de las trasnacionales radicadas en México, les dictan el que hacer a Peña Nieto y a sus secretarios. 
La educación en México es prioridad absoluta y con este gobierno se está desmoronando porque lo que pretende Peña Nieto es tener el control del magisterio y no para mejorar la educación de los mexicanos sino para recuperar la fortaleza en materia electoral, que el magisterio tenía con la maestra Gordillo al frente del SNTE, y como este pobre diablo convertido en secretario de educación no ha podido imponer a sus anchas la evaluación a los maestros de la Coordinadora, la CNTE, ni tampoco en su totalidad en el sindicato -el SNTE- se sacó de la manga las cartas marcadas que le proporcionó Claudio X. González Guajardo, las que dicen que cualquiera puede ser maestro sin haber estudiado en una normal para tal efecto. 
Este es uno de los más graves problemas que Peña Nieto ha provocado desde antes incluso de tomar la estafeta de la presidencia de manera un tanto espuria, porque la consigna que traía a cuestas era la de acabar con los maestros, atacándolos por dos flancos; uno.- Por medio de una reforma educativa perversa, dictada por el FMI (Fondo Monetario Internacional) para hacer del educando, un trabajador poco pensante que solo sirviese al patrón. Y dos.- Imponiéndoles una evaluación innecesaria para poder cosificarlos y controlarlos con fines ya no educativos sino políticos, y así, sin más ni más, mantener a una mayoría de los maestros, los más dúctiles, como simples acarreadores de votos electorales. 
Peña Nieto y su delfín Nuño Mayer, en materia de educación, no han mostrado más que una incongruencia mayúscula y una supina intención para hacer de las mayorías de los mexicanos, gente poco pensante, manejable al gusto de la clase patronal –a la que pertenecen Claudio X. González Guajardo, y su padre- y un material masivo de una ductilidad suficiente para que tanto líderes sindicales como patrones puedan hacer con ellos lo que se les antoje. Sin embargo y a pesar de todas las intenciones –ruines y malévolas- de Aurelio Nuño por evaluar a los maestros, para ajustarse a la infame reforma educativa, y a intentar que cualquiera que no haya estudiado para maestro, pueda –pasando un examen a modo- dar clases en el sistema educativo básico en el sistema público, las condiciones no están dadas, y tanto Nuño Mayer como Peña Nieto saldrán de esta intentona, con la cola entre las patas, el fracaso está garantizado mientras exista un maestro de pie y un mexicano consiente, y o, mientras Peña Nieto insista cosificar a los maestros utilizando a un bruto –como Aurelio Nuño-, quien como Sócrates, “Solo sabe que nada sabe”. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?   
Atenta y respetuosamente 
Augusto Hugo Peña D. 
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com 

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