La Zanahoria y el garrote según Guajardo

La Zanahoria y el garrote según Guajardo

Julio 5 del 2014

Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, amenazó con aplicar las políticas de EEUU, la de la zanahoria y el garrote, con el fin de someter a los 36 millones de informales que pululan por nuestro país, sin un trabajo decente ni remunerativo para solventar sus necesidades mínimas.

Primeramente, ¿Qué significa la expresión “la zanahoria y el garrote”? En la política y sobre todo en la de EEUU hacia países como el nuestro, los de América Latina en principio y ahora hacia todas las naciones del mundo, aplica la tesis de la zanahoria como “premio” a los pueblos y países que se someten a sus designios y que permiten que tanto su política como sus bienes y riquezas naturales, se alineen a los intereses y conveniencias de Washington. El garrote, por el contrario, se lo aplican a las naciones que se oponen a los intereses de EEUU y a los designios de Washington. Esta ha sido la constante en 200 años de las políticas aplicadas hacia el exterior por el gobierno estadounidense. Lo sabemos y nos guste o no, esa es la práctica política que aplican a gobiernos y pueblos como el nuestro, nuestra historia ligada a EEUU está plagada de zanahoria y garrote, aplicada por Washington a nuestros gobiernos y pueblo, según el caso, la época y las circunstancias.

Entonces si EEUU durante 200 años ha aplicado esa política de “premios y castigos”, nada debe extrañarnos viniendo de Washington, pero resulta que un pelafustán que trabaja de Secretario de Economía, de nombre Ildefonso Guajardo, en el gabinete de Peña Nieto, se ha pronunciado así refiriéndose a los que coloquialmente se denominan “informales” por no estar registrados ante la Secretaría de Hacienda, o sea, que la política de la zanahoria y el garrote que Estados Unidos aplica en su política exterior, ahora este gobierno piensa aplicarla contra los propios ciudadanos mexicanos, porque no reportan sus actividades, ganancias e ingresos a Hacienda.

Durante mi larga vida he visto infinidad de estupideces e ilegalidades cometidas por nuestros políticos y funcionarios públicos, y he leído un sinnúmero de declaraciones hartas en procaz imbecilidad, pero este pronunciamiento de Ildefonso Guajardo, secretario de economía en el gobierno de Peña Nieto, no tiene desperdicio, nos pinta a un gobierno, amén de ilegítimo, muy alineado a las prácticas del imperialismo y al fascismo. Así como me tomé el tiempo de explicar que es “la zanahoria y el garrote”, lo haré sobre qué y quienes son los denominados informales: 1.- El informal es aquél individuo que por no encontrar un empleo justo y remunerativo que le dé lo necesarios para sostener a su familia, ha optado por trabajar por su cuenta, en cualquier tarea, desde vendedor de chicles y franelero, hasta el de taquero, guarura, vendedor de gorditas, hot dogs, tamales, buñuelos y hamburguesas.

2.- Hay informales con títulos de arquitecto, doctor, ingeniero, contador, abogado, etc., y los hay que son herreros, soldadores, plomeros, albañiles, mozos, mucamas y de una gama inmensa de actividades, ¿y a esos les van a aplicarles la ley de garrote o la zanahoria? Bonita tarugada y estúpido pronunciamiento de otro secretario de Peña Nieto sin luces ni comedimiento.

A Peña Nieto le urge recaudar más para pagar intereses y dilapidar el dinero en sueldos y prestaciones para la burocracia; acaban de aumentar el salario a los empleados del gobierno un 5.6% mientras al salario mínimo le aumentaron un 3.9%. Además, ¿Cuánto es lo que se recaudaría si logran, con garrote o zanahoria, formalizar a 36 millones de informales?... ¿10 mil pesos per cápita? Eso sumaría 360 mil millones más que entrarían a Hacienda, cuando en el rubro de las devoluciones de impuestos, cada año se le reingresan a los ricos empresarios, nacionales y extranjeros, más de 750 mil millones de pesos. ¿No sería más lógico cobrar impuestos a los ricos que no los pagan y crear empleos para que la informalidad termine? Bueno… lo lógico y lo deseable es una cosa y lo que pretende este gobierno con secretarios ineptos y corruptos, es absolutamente lo indeseable y lo ilógico. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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