El racismo patológico sionista supera el de los nazis
Dossier ahpd 489 Julio 22 del 2014
Un académico judío ha hecho pública la idea de que hay que hacerles saber a los luchadores palestinos, que si logran aprehender a sus madres, hermanas o esposas, estas serán violadas. No cabe duda que el judío, otrora la víctima, hoy se tambalea al filo de la indecencia y bestialidad.
El mundo actual ya no se conmueve con las historias del holocausto en el que murieron cientos de miles de judíos –millones dicen ellos- a manos de los nazis, porque la barbarie de las huestes de la SS nazis han sido superadas y con creces por la bestialidad de la judería sionista israelí, la que es azuzada por el gobierno de EEUU como si se tratase de perros de presa, para mantener a raya a un pueblo, el palestino, que solo ha cometido el pecado de haber nacido en ese espacio geográfico que la judería reclama, y no para formar ahí un hogar nacional judío, sino para conformarlo en un sicariato destinado a hacer todos los trabajos sucios habidos y por haber, que el imperio yanki les ordene, y no lo hacen gratis, los gringos pagan bien a Israel por sus atroces fechorías.
Históricamente el judío proviene de la Mesopotamia, de Ur, de Caldea y de los contorno del Mar Negro sudorientales, sin embargo el hambre o la seguridad, los llevó en tribus hacia la tierra de Canán y a Egipto; de este último lugar, lo dice su historia, la Biblia, retornaron, huyendo hacia Palestina sin poder albergarse en Jerusalen, pero se asentaron en la parte externa de la ciudad, en espacios rocosos denominados Sion, de ahí proviene la palabra sionista, de todos aquellos que anhelan retornar a sus orígenes. Siempre han sido un conglomerado tribal muy complicado que no se entiende más que en negocios pecuniarios con los no judíos, y tienen como premisa, respetar dentro de su imaginario un arca, el arca de la alianza, la que supuestamente guarda el convenio de Dios con el pueblo judío. Toda esta mitología se la meten a la cabeza a sus crías, y además les inculcan odios ancestrales con otros pueblos, como los árabes, cuando ellos en realidad, son árabes, árabes renegados, por decir lo menos.
Este ataque despiadado en Gaza no es el primero que perpetran contra gente desarmada afectando y truncando la vida de niños y mujeres. De eso se trata este escrito, de mujeres, de madres, esposas y hermanas de jóvenes palestinos, a los que un “intelectual y académico” judío israelita, sugiere que se les haga saber que si se inmolan por una causa patriótica y afectan los intereses o a las personas judías, sus esposas, hermanas o madres van a ser violadas. Esta es una sugerencia pública que este animal de nombre Mordechai Kedar –Anexo fotografía- dijo ante la prensa israelí en un programa de radio: “Lo único que pararía un ataque suicida de estos palestinos es que sepan que si atrapamos a su madre, esposa o hermana, van a ser violadas”. No cabe duda que la inteligencia, la bonhomía y la hombría de los judíos, ha dado de sí tanto, que ya se confunden con las bestias medievales que irrumpieron en el Cercano Oriente para rescatar el Santo Grial y el leño que quedó de la Cruz del Señor.
Esta actitud me pinta a una generalidad de judíos enfermos de racismo, de odio, rencor y hambre de desquite, no con quien les hizo el mal, sino con el débil, el inerme, sea este, quien sea.
La cobardía de los judíos, sionistas o no, israelíes o no, es patente; el caso de Mordechai Kedar, un académico de la Universidad de Bar- Llan en Israel, lo afirma, además no es un retrasado mental, sirvió 25 años en el servicio de inteligencia judía, y se especializó en estudios de gente musulmana; no le bastaron esos 25 años para aprender que el musulmán sí respeta a las mujeres y protege a los niños, aunque estos sean cristianos o judíos, pero en fin, animales como Mordechai Kedar fueron cortados con la misma tijera con la que Goebels diseñó y encaminó la supremacía nazi, con el mismo denuedo que Hollywood y La Mass Media lo hace con la mente de los judíos, solo que los alemanes se sobrepusieron a esa patología y los judíos, por su condición tribal, jamás podrán recuperar el arquetipo mundano de la normalidad. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com
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