Rubén Moreira y EL PRINCIPIO DE PETER (Segunda parte)
Julio 2 del 2014
Con Rubén Moreira EL PRINCIPIO DE PETER solo funciona para evaluar su incompetencia pero no para resolver nuestros problemas, estos, con PETER y sin PETER tenemos que resolverlos nosotros, o en caso contrario, quedémonos como siempre, tragando sapos.
PRINCIPIO DE PETER (parte 2).- “Un caso significativo de incompetencia son las subvenciones a veces financiación total. Se destina dinero público para la contaminación ambiental, para el analfabetismo, para combatir la pobreza y marginación social. Tan pronto se cuenta con el dinero hay que gastarlo. El responsable puede o no resolver el problema, lo importante es que pueda gastar el dinero. También hay que estudiar el tema de la relación del empleado con la gente de arriba, como amistad, parentesco o incondicionalidad. Este tipo de empujón se detesta porque produce aversión entre compañeros de trabajo y porque la envidia desconoce la lógica. De tal suerte que el empleado no se opone a la incompetencia simplemente murmura y enmarca sus sentimientos contra quienes reciben el empujón.”
Estos casos los podemos vislumbrar claramente en el comportamiento del gobernador Moreira porque quienes le rodean son sus amigos, sus familiares o sus incondicionales, de ahí el fracaso de su gestión; no tiene el talento ni el talante para poner en equis puestos a la gente competente, lo que le interesa es mantener el control, el statu quo tal y como siempre ha sido en Coahuila a partir de la llegada de Rogelio Montemayor, quien por ser dedo chiquito de Carlos Salinas, hizo de estas prácticas indeseables, una constante que solo ha servido para retrasar el progreso y desarrollo del estado y la consecuente pobreza de las mayorías. A este tipo de gente no les interesa resolver los problemas, sean estos laborales, ambientales o de pobreza extrema, les interesa, reitero, mantener el control, y de preferencia mantener a un buen número de ciudadanos en el borde de la miseria para que así sean susceptibles de vender su voto al partido que gobierna.
Rogelio Montemayor implantó este sistema de imponer incondicionales, apadrinándolos pero muchos también encuentran la forma de ser apadrinados porque el sistema político, perversamente impuesto, se presta a ello, y los Moreira han seguido a pie juntillas estos preceptos indeseables implantados por Montemayor, de ahí que en Coahuila las cosas no funcionan como debieran. “Las normas básicas del padrinazgo son: Elegir al padrino o a quien sirva a tus intereses, o: Motivar al padrino, haciéndole llegar beneficios, sobre todo pecuniarios, cosa obtenida mediante un mal comportamiento en la función pública.”
“Ningún tonto se recupera de un éxito, y nada entraña tanto fracaso personal como el éxito cuando has sido elevado en tu puesto de trabajo hasta alcanzar tu nivel de incompetencia. Así empieza la insatisfacción en el mundo laboral que repercute en la vida personal. Un empleado no se muestra contento al permanecer en su nivel de competencia, siempre pugna por elevarse a un nivel que está más allá de sus facultades” Esto atañe a los casos de los Moreira y Montemayor.
Me explico: “Hitler, un gran político se convirtió en un pésimo estratega militar, Sócrates, filósofo por antonomasia se convirtió en abogado incompetente, perdió un juicio y fue condenado a muerte, Marco Aurelio, gran filósofo, y pésimo emperador, Platón fue convertido en esclavo por querer meterse a gobernante”… ¿y los Moreira y Rogelio Montemayor, qué? Recordemos que estamos en Coahuila y este estado pertenece a México, y por ello y para ellos, les queda por su incompetencia, disfrutar de por vida el recuerdo del poder que han tenido y el dinero del erario, aunque este lo hayan obtenido a base de maestrías y doctorados en el arte de hacerse de lo ajeno. Esto solo pasa en México porque los mexicanos somos así, y porque EL PRINCIPIO DE PETER no aplica en casos como este, el que nos ocupa. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
Zuloaga 22 c. p. 27140 Torreón, Coahuila. Tel. Cel. 871 211 95 91 – E-mail ah.pd@hotmail.com
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