El problema de Gaza y Cisjordania (Palestina) son los judíos

El problema de Gaza y Cisjordania (Palestina) son los judíos

Dossier ahpd 493                                                                            Julio 26 del 2014

En un programa de la TV, los periodistas Víctor Hugo Hernández y Mario Gálvez me preguntaron sobre lo que acontece en Gaza, Palestina. Mi respuesta es que el problema no tiene resolución, porque el problema de los palestinos son los judíos y el de los judíos son los propios judíos que no entienden porque no pueden o no quieren percatarse que ellos serán los perjudicados al final

Todo mundo, empezando por los expertos de la ONU y siguiendo con los analistas políticos más connotados del mundo, saben, que el problema de Palestina y de los palestinos, son los judíos. Luego, preguntémonos, ¿Cuál es entonces el problema de los judíos? Los judíos, ellos mismos son su principal problema, debido a que se salieron del mercado que ellos dominan ampliamente, el de las finanzas y todo aquello que se relacione con el dinero. Entraron al ámbito de la política y en este rubro, su propio tribalismo ancestral no les permite visualizar un horizonte promisorio para resolver cualquier caso relacionado con la polis, lo político propiamente, dicho.

Los judíos quisieron ser una nación, no lo han logrado ni lo lograrán; quisieron ser una potencia y no son siquiera la cola del ratón en estos menesteres, porque en los conflictos del Medio Oriente, Estados Unidos pone las armas y la estrategia, y los judíos ponen a los asesinos, a los que han convertido en sus seminarios sionistas, en potenciales criminales, en donde la primera materia que aprenden es odiar a los árabes, sobre todo a los palestinos, y verlos como un enemigo al que hay que aniquilar sin miramientos, sin importar siquiera si se trata de mujeres, niños o ancianos.

La dirigencia internacional de los judíos concentrada en AIPAC, el órgano cúpula de la judería, tiene como premisa endurecer –patológicamente- los corazones de los judíos y hacer con ello, unos entes duros y firmes que vean como lo más natural, aniquilar a quien les estorbe en sus cometidos hegemónicos. Prácticamente lo que pretende la dirigencia judía internacional por medio de AIPAC, es hacer de cada judío un ente imperialista de cuerpo y alma, y un ser que no se conmueva con nada y que pierda el sentido de la conmiseración hacia otros cuerpos y otras almas que no sean judíos, y así, con judíos endurecidos en sus sentimientos, creen sus dirigentes, que pueden algún día lograr escalar a las más altas cumbres del poder hegemónico mundial, tal como lo lograron los británicos a base de crímenes, piratería y perfidia, o como EEUU lo logró montado sobre los designios y el capital de los usureros y esclavistas, ya hace 200 años.

Particularmente lo dudo porque sé que los judíos, amén de trabajadores, son personas con un promedio de estudios altos, y por más tribales que sean, a la larga el individualismo los hará recapacitar y ponderar la conveniencia de trocar la vida espléndida que la mayoría de ellos disfruta en la actualidad, por una supuesta mayor fuerza colectiva hegemónica que lo más que les traerá son responsabilidades y más graves problemas de los que ya afrontan – ante la internacionalidad- por el comportamiento altamente criminal de la judería sionista de Israel.

Los judíos no son estúpidos y por lo mismo, cada día hay entre sus filas, más disidentes del sionismo, un anhelo inventado sobre premisas falsas, para retornar a Sion, su lugar de origen.

Los judíos comunes, la inmensa mayoría dentro de sus filas, no se percató que el sionismo y la creación de un hogar nacional judío –como dijeron que sería Israel- eran solo los más visibles pretextos de un derecho comprado ilegal e ilegítimamente, por sobre los bienes ajenos. Palestina estaba habitada por no judíos en un 99.3%, pero fueron engañados y se ensartaron en una maraña más complicada que un berenjenal. No visualizaron al mediano y largo plazo, el enorme desprestigio que les ha acarreado este intento estúpido de parecer soldadesca imperial, cuando son apenas unos soldaditos de plomo al servicio no de AIPAC, su organización cúpula de la judería, sino como servidumbre de la clase WASP (Blancos Anglo Sajones Protestantes), por ello considero altamente probable que si los judíos no moderan su comportamiento violento y criminal y no se aplican en ser más decentes con los no judíos, su prestigio se irá al caño a donde ya se encamina y volverán a ser la imagen de aquel Shilock, el personaje central del Mercader de Venecia, una obra maravillosa de William Shakespiare. O, ¿usted qué opina, apreciable lector?

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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