Muchos opinan sobre los atentados en Paris; sobre todo judíos y pro judíos
AUGUSTO HUGO PEÑA DELGADILLO Dossier ahpd 845 noviembre 17 de 2015
El terrorismo que vimos en Paris no ciertamente es islámico, es venganza pura contra quienes creen que los oprime y discrimina; este terrorismo nació por las mismas razones en el 2001 en Nueva York y Washington, y fue hasta que EEUU destrozó a Irak y a Afganistán que nació el Yihadismo, como una forma organizada para decirle al mundo que ahí están y que sobreviven.
Alejandro Hop, León Krauze, Ciro Gómez Leyva y decenas de comentaristas, resultaron de la noche a la mañana –como el jocoque- en expertos para hablar de los acontecimientos en Paris el 13 de noviembre, y si lo hacen es solo para demostrarnos que ahí están en los medios para convencernos de que el terrorismo es un fenómeno exclusivo de los musulmanes cuando esto no es absolutamente cierto. El terrorismo es simple y llanamente una forma de la guerra, de cualquier guerra, de todas las guerras, y este se lleva a cabo por razones específicas para causar miedo y terror a quienes somos los espectadores y en veces las víctimas. Me explico:
Soy escéptico y me niego a tragarme todo lo que los medios de comunicación me ofrecen día con día, noche tras noche porque ahí radica precisamente el alma del terrorismo, el sembrar la duda, la incertidumbre y una serie de mentiras a medias y falsedades descaradas como las que esgrimen, por ejemplo: León Krauze y Alejandro Hop, dos judíos insertados en los medios de comunicación en México para mantenernos en la oscuridad respecto a la verdad, sobre todo a la verdad que esgrime el imperio norteamericano y sus aliados, como Francia entre otros. Los intereses que el imperio radicado ahora en EEUU tiene la necesidad de lavarnos el coco para infundir en nuestros cerebros odio y desprecio por la cultura de pueblos que se defienden del imperio para no caer en sus designios. Los suicidas tanto los que perpetraron la masacre en Paris como los que estrellaron aviones sobre el World Trade Center de Nueva York y en el Pentágono en Washington, no eran locos ni estaban fanatizados, simplemente se armaron de valor y de coraje para llevar a cabo su obra malévola y terrible, como un acto de venganza contra los verdaderos terroristas.
La guerra contra el terrorismo que se emprendió desde el 2001 empezó mal y pudrió toda legitimidad al destruir Irak y Afganistán por las razones equívocas para demostrar el poderío de EEUU, pero que conllevaban el fin de apropiarse del petróleo de Irak y del espacio geográfico estratégico de Afganistán, dos naciones que nada le hicieron a EEUU ni a otro país del mundo occidental. Esto sirvió para echar a andar la industria de la guerra que se mantenía escuálida; fue un empuje a la economía no a la seguridad nacional; además involucraron a otras naciones como México a luchas internas que han costado más de 100 mil muertos 50 o 60 mil desaparecidos. Los muertos y desaparecidos han sido víctimas tanto de maleantes como del estado mexicano.
Mencioné a dos desinformadores de los medios de comunicación, ambos judíos, porque dicen que el ataque a Paris es a los mexicanos también, y presuponen que eso nos puede suceder aquí en México. ¿Por qué lo aluden si nosotros no estamos atacando al ISIS (Estado Islámico por sus siglas en inglés)? No lo suponen ni lo creen en serio pero tienen que decirlo porque ese cuento es benéfico para el imperio y su servidumbre como lo son Israel, Francia y México entre otros.
Pondré un ejemplo de algo que sucedió en verdad en México en el 2001: Vicente Fox no se dejó arrastrar a la guerra antiterrorista emprendida por Bush el pequeño, y por ello se le presionó de mil maneras pero no sucumbió a las presiones de Bush el pequeño. Para convencerlo, EEUU usó a tres terroristas judíos para colocar una bomba en un baño de la Cámara de diputados –San Lázaro- y previamente tenían detenidos a jóvenes musulmanes libaneses a los que les echarían la culpa. Por mera casualidad, un guardia de seguridad de San Lázaro vio a un sospechoso y lo siguió hasta el baño y llamó a unos compañeros de seguridad y ahí in fraganti, detuvieron a dos judíos que habían colocando los explosivos; un tercero logró escapar. Ambos judíos fueron presos durante tres meses y a petición de las embajadas de EEUU e Israel, fueron deportados hacia Israel. Luego, ¿de qué terrorismo estamos hablando, del islámico o del judío israelí? De esta y de otras formas falsarias tratan de convencer al mundo que el terrorismo viene del Medio Oriente cuando la realidad muestra que va de aquí hacia allá. Preguntémonos, ¿El estado islámico atacó a Francia o primero Francia atacó al estado islámico? O, ¿usted qué opina, apreciable lector?
Atenta y respetuosamente
Augusto Hugo Peña D.
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